XI

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- Nick - Oliver susurró mi nombre con la cabeza apoyada en mi pecho mientras se miraba las uñas. Yo estaba cansado, así que tenía los ojos cerrados, casi a punto de dormirme.

- Dime - murmuré tallándome los ojos.

- Tenemos que inventarnos un idioma secreto - quitó la cabeza de mi pecho y se levantó de la cama, él se veía entusiasmado, pero yo en ese momento estaba demasiado cansado como para tomármelo enserio.

- Sí, el idioma de los neandertales, ¿No es fantástico? - dije volviendo a cerrar los ojos mientras me acomodaba en la cama.

- ¡No! Enserio - dijo sonriendo, acercándose a mí y tirando de mi brazo para que no me durmiera.

- Oliver... - murmuré alargando la 'e' que tenía su nombre, quejándome como un niño pequeño.

- Mira, en el instituto cuando queramos saludarnos o algo podemos agitar la mano.

- Eso ya está inventado, cerebrito - abrí los ojos y le miré - ¿No decías que tú eras el romántico? Pues invéntate algo, y cuando lo sepas me despiertas, ¿Vale?

- No te duermas - dijo haciendo un puchero, oh no, ese puchero no... Me podía.
- No hagas eso - dije apuntándole con el dedo en forma de advertencia.

- ¿El qué? ¿Esto? - volvió a repetirlo y hundí mi cara contra el colchón.

- Buenas noches - dije sonriendo sabiendo que él no me iba a ver, Oliver suspiró y entonces sentí su peso, que a pesar de no ser mucho, dolió que se tirara contra mi espalda - mierda, me has roto una costilla, animal - me quejé levantándome de la cama, Oliver se quitó de encima de mi espalda mientras se reía y yo le enseñé el dedo del medio - Déjame hacer lo del pez y te presto atención - dije cruzándome de brazos, ahora chantajeándole yo mientras hacía un puchero que salió terriblemente mal cuando Oliver rio.

- No, lo del pez no, me molesta - me puso ojitos, pero no iba a ser débil.

- Entonces buenas noches - le di la espalda, planeándome tirarme de nuevo en la cama y dormirme, el cansancio se apoderaba de mi cuerpo después de estar toda la tarde en el jardín de mi casa, arreglándolo para que tuviera un poco de vida.

- Vale, pero solo una vez - me giré con una sonrisa y entonces alargué mi mano hasta su cara, apretando con los dedos sus mejillas, haciendo que pareciera un pez. Me reí y Oliver intentó sonreír, me encantaba hacerle eso.

- ¡Eres un pez! - grité riendo, dejando de hacer fuerza para que estuviera normal, para después volver a apretar.

- No soy un pez - le entendí a la perfección, pero aún así, al estar apretándole las mejillas, no se entendía muy bien cuando hablaba.

- Pareces súper adorable así - y era verdad, los labios se le juntaban y los ojos se le achinaban, sus mejillas eran malditamente suaves y blandas, así que hacerle eso era lo más jodidamente adorable que había visto alguna vez en mi vida.

- Ya está - me dijo apartándome la mano, pero antes de quitarla besé sus labios, Oliver me miró sonriendo, y la mano que antes estaba en su rostro la puse en su cintura justo cuando Oliver se acercó a mis labios para continuar besándonos.

- Cuando... cruce los dedos... - decía entre el beso, pero cada vez que se separaba para hablar yo le interrumpía volviendo a juntar mis labios con los suyos - es para... - y volví a impactar mis labios contra los suyos - decirte que... - le agarré el labio inferior y se lo mordí - estoy enamorado de ti - no me lo esperaba, para nada. Le solté el labio inferior y nos miramos, yo impactado y Oliver sonriendo. Desde la primera vez que nos besamos nunca más me había dicho que estaba enamorado de mí, y solo él, en toda mi vida, me había dicho que estaba enamorado de mí. Muchas me decían que me querían o que les gustaba mucho, pero sabía que no me querían a mí, y yo estaba más que encantado con ello, no quería ninguna relación. Ahora era diferente, Oliver no me había dicho nunca que me quería, tan solo que estaba enamorado de mí, y yo le había dicho unas cuantas veces que él me gustaba mucho. Y era verdad, pero tan solo estábamos saliendo, Oliver no era mi novio ni mi pareja, no estábamos en una relación, tan solo... salíamos juntos y ya está. No estaba tan loco como para llamarle "novio", nunca tendría pareja, lo sabía a la perfección.

Enamorado del imbécil |BL| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora