Percy se lanza hacia su muerte. Lo matare cuando regrese

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Andy 

Pasamos dos días en el tren desde Amtrak, dirigiéndonos hacia el oeste a través de las colinas, sobre ríos, pasando ondas de granos color ámbar.

No fuimos atacados ni una vez, pero no me relajé. Sentí que estábamos viajando dentro de una vitrina, siendo observados por algo desde arriba y quizás desde abajo. Ese algo estaba esperando la oportunidad adecuada.

Percy y yo tratamos de mantener un perfil bajo porque nuestro nombres y fotos estaban esparcidos por las primeras páginas de los periódicos. El Treton Registres-News mostraba una foto tomada por un turista mientras bajábamos del autobús. Ambos teníamos una mirada salvaje y nuestras espadas eran un borrón metálico en nuestras manos. Quizás habían sido un bate de beisbol, un palo de lacrosse, o un lanzallamas.

Según el artículo que acompañaba la foto:

Percy y Andy Jackson de doce años, buscados para ser interrogados por la desaparición de su madre en Long Island, hace dos semanas. Se muestran aquí saliendo de un autobús, donde agredieron a tres pasajeras de edad avanzada. El autobús explotó en una carretera al este de Nueva Jersey poco después de que los Jackson huyeran de la escena. Basado en relatos de testigos visuales, la policía cree que los gemelos pueden estar viajando con dos cómplices adolescentes. Su padrastro, Gabe Ugliano, ha ofrecido una recompensa por cualquier información que conduzca a su captura.

-No se preocupen-nos dijo Annabeth-La policía mortal nunca nos encontrar-Pero no sonaba tan segura.

El resto del viaje fue bastante tranquilo, me paseé por todo el tren (no me gusta quedarme quieta) o molestando a Annabeth junto con Percy, irritándola. Creo que es nuestro nuevo pasatiempo favorito.

La verdad era que todo parecía tan irreal, lo de ser una semidiosa, que mi padre estuviera vivo, y está loca búsqueda. Era tan difícil de creer y asimilar. Si no fuera porque no tenía tanta imaginación y que podía sentir dolor. Pensaría que estoy soñando, es raro, pero ahora esta era mi realidad. Donde me podrían matar a mí y a mi hermano en cualquier momento por ser hijos de Poseidón y donde teníamos que luchar contra monstruos para sobrevivir.

¡Yupi!

Al menos no estaba sola, tenía a mi hermanito y él me tenía a mí, como siempre ha sido. Nosotros dos contra el mundo.

Nuestro dinero de recompensa por devolver a Gladiola solo había sido suficiente para comprar los tiquetes hasta Denver. No pudimos conseguir un compartimiento con camas, así que dormimos en nuestros asientos. Perce y yo nos acurrucamos juntos en un asiento entero, para hacer que Annabeth se apretujara, ya que Grover ocupo todo el asiento del frente y era otra forma de torturarla.

Grover siguió roncando y gimiendo y despertándome. Una vez se dio la vuelta y su pie falso cayó, Annabeth, Percy y yo tuvimos que colocarlo de nuevo antes de que los otros pasajeros lo notaran.

-Así que-nos preguntó Annabeth, una vez que hubimos reajustado las zapatillas de Grover - ¿Quién quiere su ayuda?

- ¿A qué te refieres? -preguntó Percy.

-Cuando estaban dormidos hace un rato, murmuraron al mismo tiempo "No te ayudaremos" ¿Cómo hacen eso? ¿Y con quién soñaban?

Ninguno quería decirle nada, eso era lo que habíamos acordado. Era la segunda vez que soñábamos con la fosa. Pero finalmente le contamos.

Annabeth se quedó callada un largo rato.

-Eso no suena como Hades. Él siempre aparece en un trono negro, y nunca se ríe.

-Él nos ofreció a nuestra madre como cambio-dijo Percy, sombrío- ¿Quién más podría hacer eso?

-Supongo...si él quería decir, 'Ayúdenme a levantar el inframundo.' Si él quiere guerra con los Olímpicos. ¿Pero por qué pedirles que le lleven el rayo maestro si ya lo tiene?

Los Gemelos Jackson y el ladrón del rayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora