XIV

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Armin abrió los ojos muy lentamente y sintió una punzada en la parte baja de su cuerpo. Sus músculos estaban entumecidos y sentía como sus caderas quemaban como nunca.

Las memorias del día anterior le pegaron tan fuertemente que se tuvo que masajear las sienes de su cabeza mientras hundía sus cejas.

Siendo sincero, Armin podía decir que esa había sido la mejor tarde-noche de toda su corta vida y, con solo revivir en su mente los guturales jadeos y gruñidos que el castaño había creado, sus mejillas se coloreaban de un potente carmín.

Intentó con cuidado levantarse de la cama, sintiendo un ligero pinchazo en sus glúteos y caderas, y se percató de que estaba completamente desnudo y en la habitación donde despertó aquella mañana después de su borrachera. El cuarto de Eren.

Mordió su labio inferior cuando puso un pie en el suelo y cerró los ojos, exhalando el aire por la nariz. Barrió la habitación con sus ojos en busca de sus prendas, pero fue en vano, ya que no las encontró. Sus azulinos orbes chocaron con una camisa blanca bien doblada que se encontraba encima de una cómoda negra, y el adolescente no dudó ni un segundo en levantarse completamente del colchón y dirigirse hacia ésta, agarrándola con sus finos dedos mientras se la colocaba con lentitud.

Se sentía un poco avergonzado al haber tenido que vestirse con ropa del mayor-También llevaba unos bóxers del adulto-, pero no tenía otra opción.

Salió del cuarto siendo lo más cauteloso posible y, al reconocer el rico olor de huevos y tostadas, se dirigió con lentitud hacia la cocina. Sus pies pisando el frío parqué de aquella mansión.

Cuando llegó hacia el lugar de donde provenían aquellos matices de comida, se encontró al moreno perfectamente vestido con unos pantalones que apretaban sus piernas a la perfección, marcando y subrayando todo lo que debía, y una camisa color nube. Su cabello atado a un moñito desordenado.

Cuando el verde y azul se unieron, lo vellos del rubio se elevaron.

-Buenos días -saludó con un suave rojizo complementando sus mejillas, normalmente de un color bastante pálido.

-Buenos días -dijo de vuelta el más alto, poniendo los huevos en un plato y sacando las tostadas con cuidado para no quemar sus dedos.

Armin se sintió un poco decepcionado por el saludo de el moreno, pero se limitó a acercarse a él y a recostarse en la isla mientras observaba los movimientos de éste.

Cuando Eren se giró se encontró de lleno con el rubio de ojos brillantes. Una de sus hebras color chocolate se había escapado del agarre de la gomilla, pero, cuando estuvo a punto de colocarlo tras su oreja, sintió unos dedos ajenos rozar su pómulo mientras arrastraba aquel puñado de cabellos hasta un lugar más seguro.

Las pupilas de Eren se encontraron con el rostro del menor quien, no satisfecho con un simple y amargo 'Buenos días', se puso de puntillas para dejar un casti beso en los labios del adulto. El moreno cerró los ojos y respiró la fragancia del rubio mezclada con la suya propia.

Lo que empezó como un corto beso, derivó a uno más largo y caliente, uno donde las manos del adulto se pasearon por la espalda del más bajo hasta llegar a sus glúteos y apretarlos con fuerza, haciendo que Armin gimiera en el beso.

Las lenguas creaban unos chapoteos lujuriosos mientras Arlet pasaba sus manos por el cuello del más alto, hundiendo sus dedos en el pelo de éste. Derramó su cabeza hacia una lado y, cuando los pulmones de ambos pidieron a gritos oxígeno, se separaron.

-Hola -rio suavemente Armin aún con su nariz chocando con la del de ojos verdosos.

Eren se aclaró la garganta y se separó del adolescente, quien le miró confundido, sintiendo su corazón estrujándose en su pecho.

-Lo que pasó ayer... -comenzó a decir.-, lo que pasó ayer no se volverá a repetir, Armin.

-¿Qué? ¿Por qué no? ¿Lo hice mal?

-Armin, claro que no lo hiciste mal, joder -gruñó Eren tirando un poco de su pelo.-Lo hiciste de puta madre, pero, entiéndeme. Armin eres menor de edad-

-Cumpliré dieciocho en menos de un mes -interrumpió el rubio, jugando con sus manos.

-Lo sé, pero hemos tenido relaciones sexuales y puedo ir a prisión por ello.

-Pero eso no pasará-

-No lo sabes -cortó mientras suspiraba con cansancio.-Si nos pillan yo iré a la cárcel.

-Pero no nos pillaran -aseguró con apuro el menor.

-Armin te llevo más de diez años. Soy el padre de tu mejor amiga ¡Por Dios! -levantó la voz el adulto mientras se giraba y se sentaba en un taburete de la isla.

A Armin se le nubló la vista por las lágrimas.

-Entoces ¿Qué mierdas fue lo de ayer? ¿Un polvo? ¿Un usar y tirar? ¿Un-

-¡Un puto error! -chilló el mayor.

Eso fue lo único que necesito Armin para dejar que las gotas de agua salada resbalaran con libertad por sus mejillas.

-Joder, Armin, lo de ayer fue un puto error y ya está, olvídalo -volvió a hablar con las manos en sus ojos mientras soltaba el aire por su boca.

-¿Me quitaste la virginidad y estás diciendo que fue un maldito error? -Intentó que la voz no se le quebrara, pero fue en vano.

-No quería decir eso -Se levantó de su asiento mientras se acercaba al rubio.-Armin lo que hicimos ayer es ilegal. Si alguien llega a enterarse, iré a la cárcel y...

-Ahh, entonces todo esto es por ti y por tu maldito egoísmo ¿A mí no me harán nada? ¿Crees que yo no estoy asustado?

-No es puto egoísmo, es tener un mínimo de cerebro.

-Que te den, eres un mentiroso ¿Por qué no pensate en esto antes de acostarte conmigo? -Ambis rostros estaban a milímetros de distancia, las respiraciones mezclándose y las narices chocando.

La mandíbula de Eren estaba completamente tensa y marcada. Sus manos empuñadas.

-Porque... -intentó buscar una explicación, el problema era que no la había.

Se había intoxicado tanto del menor y de sus movimientos, que había sido incapaz de contenerse.

-Exactamente -dijo el rubio.

Justo en ese momento una voz interrumpió aquel momento tan tenso y ambos se separan por puro instinto.

-¡Eren...! -Jean entró a la cocina y su sonrisa cayó al momento. Sus ojos se pasearon entre ambos varones y se quedaron pegados en el cuerpo de Armin, percatándose de algo.-¿Esa ropa no es tuya? -puntuó, señalando con un dedo al menor mientras que sus palabras eran dirigidas hacia el castaño.

Entonces algo hizo 'ckick' y Jean puedo al fin entender.

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HELLO

CAPÍTULO SIN REVISAR

otra ves aquí.

espero que hayan disfrutado :p

1120 palabras.

Desire || Eremin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora