Desire || Eremin

XI

-¡Connie! -chilló Armin con la respiración entrecortada mientras corría tras el rapado, utilizando sus pocas fuerzas y creando una mueca cuando sentía los libros que portaba en sus manos clavándose en su pecho cada vez que se impulsaba.

El de casi inexistente cabello se detuvo y se giró observando con una sonrisita como su amigo iba hacia él.

-Dime, 'Min 'Min -habló mientras esperaba pacientemente a que su rubio amigo recuperara el oxígeno que había perdido. El último nombrado se colocó sus manos en las rodilla mientras su cuerpo subía y bajaba con cada bocanada brusca de aire. Se apartó los mechones rubios de la cara y suspiró, enderezándose.

-Ne-ne-necesito tu ayuda -comentó entre jadeos, apartando con el dorso de su mano las gotas de sudor que resbalaban por su pálida frente. No estaba acostumbrado a correr tanto y que estuvieran a punto de entrar en verano no ayudaba.

-Oh, eso sí que es nuevo. El cerebrito del grupo pidiéndole ayuda al sin-neuronas -rio en bajito, tendiéndole a Armin su botella de agua y el último la agarró como si su vida dependiera de ello.-¿En qué puedo ayudarte? -preguntó con una sonrisa enorme mientras agarraba de nuevo su recipiente donde portaba el agua y lo introducía en su mochila casi al completo vacía.

-Necesito que me expliques todo lo que sepas sobre las cosas que se pueden hacer en el sexo. -suplicó como si fuera lo más del mundo, ni siquiera titubeó. Connie se atragantó con su propia saliva y observó a el pequeño adolescente con ojos engrandecidos.

-¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ QUERRÍAS SABER TÚ-

-Lo sé, es extraño. Pensé en preguntarle a Sasha, pero sería raro, porque ella no es un hombre por lo que no sabe dónde tenemos nosotros los puntos de placer. Además, eres bi, Connie, has tenido relaciones sexuales con muchísimos tíos. Seguro sabes qué tengo que hacer para dar placer -dijo con convicción el más bajo mientras daba unos saltos hasta quedar lado a lado del rapado mientras caminaban.

-Sabía que este momento llegaría algún día -aseguró el de ojos grandes mientras se carcajeaba eufórico.-Bien, primero de todo no digas 'Relaciones sexuales', pareces un abuelo de ochenta años que jamás en su vida ha mojado -comenzó con tono serio, pero manteniendo su curvatura en los labios. Armin asintió con el entrecejo hundido sin entender la última parte de la frase y siendo demasiado tímido para preguntar, algo irónico, teniendo en cuenta lo que acababa de pedirle a su mejor amigo. El último suspiró al percatarse de aquello y revolvió los cabellos dorados Arlet, que no se quejó, pero sí le miró mal.-Haber mojado es una expresión que se utiliza para referirse a follar -explicó mientras se introducía en su coche y esperaba a que Armin hiciera lo mismo, pero en el asiento del copiloto. Una vez este lo hizo y se puso el cinturón de seguridad, volvió a hablar.-Bien, debes de saber que se pueden hacer una infinidad de cosas y que no todas tienen que ser específicamente mientras lo haces, puede ser antes, mientras o incluso después. Existen diferentes tipos de sexo ¿Cuál quieres que te explique primero?

Armin asintió convencido y sus ojos brillando. Sacó papelito con las esquinas rotas donde había apuntado el tipo de sexo que estaba seguro que Eren practicaba por evidentes razones. El sadomasoquismo. Se había apuntado el nombre porque sabía que se le iba a olvidar en cualquier momento.

-Um, pues quiero saber sobre el sadomasoquismo -contestó con media sonrisa inocente.

Connie elevó una ceja y se relamió los labios.

-Interesante. Si tu pareja quiere que practiquéis este tipo de sexo te aseguro que, o te duele a reventar, o te corres veinticuatro siete -aseguró con tono jocoso, deslizando sus gafas solares negras que descansaban en su cabeza y colocándolas sobre el puente de su nariz. Bajó un poco la ventanilla y apoyó su codo en el hueco de esta, a la ve que ponía un poco de música para alegrar el viaje.-Lo primero que debes de tener en cuenta es que esto se realiza con diferentes herramientas, como látigos, cadenas, esposas, cuerdas, collares y mucho más. Siempre hay un dominado y un dominante, hay veces que pueden alternar los roles, pero eso no son casos muy habituales. Aquí se obtiene el placer por medio del dolor, es decir, que te pone que te pegue. Para follar de esta manera ambas personas deben de tener el consentimiento y, lo más importante, una palabra segura. Siempre ten una palabra segura, Armin, no es una broma. -dijo el más alto, poniendo un tono serio cuando llegó a la última parte de la frase. El rubio abrió la boca para preguntar a qué se refería con eso, pero el rapado le interrumpió leyendo su mente-Te explico. Antes de comenzar con todo este royo el sadomasoquismo tu pareja y tú deben encontrar una o varias palabras que servirán como un tipo de 'Botón' metafórico. Es decir, cuando tú veas que el dominante se está pasando de fuerte, o que te está entrando miedo, automáticamente debes decir esa palabra o esas palabras y él tiene que detenerse sí o sí ¿Entiendes? -preguntó suavemente mientras giraba el volante con lentitud. Observó el rabillo del ojo como su amigo asentía vigorosamente con las mejillas teñidas de un potente carmesí-Te recomiendo que para que vayas mejor preparado aprendas diferentes posiciones en la cama. También intenta aprender a hacer una muy buena mamada y nunca dejes que te dominen. Sí ya sé, te estarás preguntando por qué si eres el dominado no debes de dejarte dominar, pues es simple: eso aburre. Siempre pelea un poco con el dominante, eso les pone y le entretiene, te 'castigan' y será más divertido. Una cosa, Armin, el sexo consiste en recibir y dar placer, si dejas de sentir esto debes de detenerte ¿Sí?

-Sí -afirmó las mejillas rojas de la vergüenza. Tragó seco y salió del coche muy despacio intentando que sus libros no se cayeran al suelo. Entraron a la solitaria casa de Connie y subieron a su habitación, ambos chicos sentado en a enorme cama del más alto.

-Ahora te enseñaré a mamar un pene de tal manera que dejarás a tu pareja en las estrellas por minutos. Querrá una mamada tuya todo el tiempo. -aseguró mientras sacaba de un cajón debajo de la cama un enorme masturbador color lila. Tenía la forma de una polla e incluso le habían hecho las venas. El rubio sintió que iba a desmayarse en cualquier momento.-El primer paso es lamer la erección al completo, de arriba a abajo -instruyó, tendiéndole el aparato al menor instándole a hacer lo que él decía.

El de ojos zafiro perdió la vergüenza intentado imaginarse la cara de puro placer que Eren pondría después de una de sus mamadas.

Pasó su húmeda lengua por todo e falo sintiéndolo frío, una sensación extraña, teniendo en cuenta que la única polla que se había introducido en su boca había sido una más gorda y caliente. Y ni quiera se la había metido entera.

-¡Genial! Ahora empieza muy poco a poco a lamer el glande. Succiónalo sintiendo como palpita en tus labios -animó, acercándole el pene de mentiras al adolescente rubio. Al ver que a este se le resbalaba de entre sus finos dedos sacó el cinturón que tenía y se ató la polla a su cadera, poniéndose de rodilla sobre el colchón, sintiendo como este se hundía bajo su peso.-Ven, ponte a cuatro -dijo, guiando el cuerpo del más bajo hasta que estuvo en aquella posición. Le levantó la caderas un poco dejando su culo a la vista mientras que también se apreciaba la curvatura de su cintura.-Levanta el culo, 'Min y mira a los ojos de tu pareja. Provoca, siempre provoca -susurró mientras le agarraba los cabellos y se los echaba hacia atrás, dejando el rostro de Armin libre de estos.

El de ojos color cielo comenzó a succionar muy suavemente el glande de goma, sintiendo como la textura se amoldaba muy raramente a su boca. Con su lengua, presionó un poco y nunca rompió contacto visual con su mejor amigo, que le sonrió y movió sus caderas hacia adelante, introduciendo más aquel objeto entre los belfos del más bajo.

-Abre más la boca y esconde tus dientes. Intenta que la campanilla de tu garganta se esconda y succiona. Siempre succiona. Métela hasta que ya la sientas el la garganta y, entonces, con un último esfuerzo, la introduces hasta el fondo. Te provocará unas arcadas, eso suele pasar las primeras veces, si te sucede sácala y tose, escupe un poco y comienzas de nuevo hasta que tu garganta se acostumbre a aquello allí, entonces moverás tu cabeza hacia los lados. Respira siempre por la nariz -explicó detenidamente, viendo como Arlet seguía las instrucciones paso a paso. Cuando aquello llegó a su garganta una oleada de arcadas llenó su cuerpo y sus ojos lagrimearon. Se apartó corriendo y respiro por la boca hasta que su cerebro se despejó y recordó lo que Connie dijo, así que formó una bola con su pastosa saliva y la expulsó, haciendo que hilos de baba resbalaran por sus labios y barbilla.

El rapado apartó la mirada y tragó duro. No le gustaba su mejor amigo ni mucho menos, pero le seguían atrayendo los hombres, así que era normal que se excitara un poco con aquellas vistas.

Armin repitió aquello unas tres veces más y, al final, consiguió acostumbrase. Respiró trabajosamente por la nariz y miró de nuevo a su mejor amigo, que se aclaró la garganta mientras reforzaba su agarre en los cabellos del pequeño.

-Sácala, chupa los testículos, vuélvela a meter y acaricia el escroto con las manos.

El rubio asintió con la polla en la boca y ejecutó la orden, llevándose sus hinchados labios a los testículos lila de goma y escupiendo en ellos, haciendo que aquella sustancia uniera su boca con aquella parte. Hundió la polla de nuevo en su cavidad bucal, sintiendo el material dentro de esta y observó a Connie por unos segundos. Este asintió incapaz de hablar y el rubio se lo tomó como luz verde para sacar el juguete de entre sus belfos. Respiró de nuevo con normalidad y pronunció en un suspiro aliviado: ¡Mon dieu! (¡Dios mío!) sin percatarse de que había halado en francés.

Pasaron unos minutos sin hablar y, cuando el menor estuvo a punto de romper el silencio, el rapado se adelantó.

-También te recomiendo que hables en francés.

[···]

SON LAS 12:31 DE LA NOCHE YO DEBERÍA DE ESTAR DORMIDA, PERO AQUÍ ESTOY, DÁNDOOS CAPÍTULO PQ OS AMO MOGOLLÓN. Agradézcanme 😾

Perdón por las faltas de ortografía y...

¡Hasta el próximo cap! (Ya sí me duermo JAJSJHAJHSJA)

1754 palabras.