Terminaba mi rutina matutina a que me refiero con eso, que terminaba de coger con una mujer en el club “Dura", un club de mala muerte dónde solo van los hombres más rudos del país bueno rudos es una forma de decir, por qué por lo general aquí solo vienen puros hombres ridículos y débiles.
—Hoy estuviste muy bien Alfa, la verdad me dejaste satisfecha esta noche. -Dijo ella acomodando su sostén.
— Bueno en un cierto punto me alegro, el simple hecho de que gimieras mi nombre me lleno de sactifacion. Esa forma en que tú labios pronunciaban mi nombre me dejó más erecto de lo que crees — emití, subiéndome la bragueta de mi pantalón.
— ¿En serio? — pregunto divertida
—¿Quieres segundo round?.— expreso de una manera traviesa, tocando mi entrepierna de manera provocativa.—No, no — Emití alejándola un poco — Debo volver al trabajo, ya sabes, soy un hombre ocupado pero podríamos repetir esto en algún otro momento.— exprese depositando un beso sobre sus labios rojo carmesí.
— Está bien — Asintió ella con sutileza y sin refunfuñar.
Sin más salí de la habitación, era una de las Vips, al trabajar con un jefe de la mafia tienes muchos privilegios, pase por el bar que se encontraba justo en la planta baja. Allí Huracán que era uno de mis amigos y colaboradores, llamo mi atención haciendo una señal con su mano. Me acerqué hasta él, este se encontraba con dos mujeres que jugueteaban con su pecho acariciando y tocando de una forma un tanto provocativa. Eran las típicas “Gatitas" como el jefe solía llamarlas en pocas palabras eran prostitutas, me senté justo enfrente de Huracán esperando lo que él fuera a decir.
— ¡Alfa! Querido amigo — dijo, alzando las manos en forma de exclamación,
— Esto es vida, ¿No crees?.— volvió a decir tocando los pecho de una de las mujeres.— Ve al grano Huracán — expresé un poco molesto, no quería tratar con él en estos momentos,— Sabes que soy un hombre muy ocupado.
— Es cierto, es cierto
— dijo — Eres un hombre tan ocupado, que ni siquiera tienes tiempo de coger ¿como crees que se siente todos los días la pobre Melania?.Melania era la mujer con la que solía acostarme cada vez que venía a este lugar, un tipo sin familia y con pocas responsabilidades como yo merecía mínimo divertirse, ¿pero a qué iba él con todo esto?, ¿Por qué metía a mi mujer en este tema?.
— ¿No entiendo lo que quieres deci.— él y las dos mujeres se rieron ante lo que había dicho.
— ¿Eres tonto?, Te consideraba un hombre astuto Alfa me sorprende en verdad — dijo, acomodándose en el sofá.
— Ve al punto Huracán — expresé.
— La cosa es que el jefe quiere verte este miércoles a las dos de la madrugada, la hora dónde el club Dura está a su tope máximo de clientes, dice que tiene algo importante que decirte.
—¿Y tú cómo sabes eso? — pregunté extrañado mirándolo atento.
— Estás hablando con el nuevo socio del Chacal, digamos que soy el segundo al mando — expreso fríamente.
Esto era imposible, yo había tratado años en ser el segundo al mando sorprendiendo al imbécil de mi jefe, el Chacal, y este idiota lo había conseguido en menos de dos meses. No solo era traición, también él me había usado para llegar hasta mi jefe, yo lo había acogido de unos malvivientes, lo hice mi mano derecha, le he contado lo más importante de mi vida y mi trabajo, pero él… era un ¡Traidor!.
—¡Traidor! — escupí abalanzándome sobre él, lo tome del cuello, lo mire con odio y furia, ¿Qué podía hacer?, me había traicionado y lo iba a dejar salirse con la suya, Claro que no. Lo golpeé en el rostro sin importarme si lo desfiguraba o no, las chicas miraban esa escena sin importarles un carajo su supuesto hombre.

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Alfa
RomansAlfa tiene la difícil misión de secuestrar a una jovencita, pero la vida tiene diferentes planes para ellos. ¿Podrá Alfa mantener su reputación? ¿O morirá en el intento?.