El ron es para el osio, y para
tener sexo ¿No es así?.Al llegar a la estación de tren tuve que hacer un par de trámites para poder llegar a los andenes dónde los trenes estacionaban, por otro lado, no encontraba a mi abuela, eso me comenzó a preocupar, tomé el móvil para ver si respondía pero este daba ocupado. — Maldita sea abuela, ¿dónde estás?, ¿por qué no respondes? –dije amargamente, seguí buscando entre los pasillos de la estación hasta que finalmente al fondo de ese pasillo la encuentro hablando con un chico que al parecer le estaba vendiendo algo.
— ¡Abuela!.– grité mientras apresuraba el paso.
Ella volteó a verme con una sonrisa, al igual que el chico.
— ¡Alfa! Mi querido nieto, ¿Cómo estás?.– dijo dándome un cálido abrazo, el chico simplemente nos miró.
— ¿Quién es?.– pregunté tomando la maleta de mi abuela.
— Oh, él es uno de los que trabaja aquí vendiendo mira, me vendió unos caramelos.
— Así es joven, su abuela es muy buena, con esto podré alimentar a mi familia.– dijo alegre mostrándome el billete de cien euros que tenía en las manos.
— No te da vergüenza, ¿estar robándoles a los ancianos?.– dije tajante.— Esos caramelos no parecen lo que dices vender.
El chico cambio su cara a una de estar constipado ante mi comentario, mi abuela me miraba haciéndome caras para qué cerrará la boca.
— Joven, yo…– intento explicar el chico.
— Sé qué tipos como tú engañan a las personas y más a los ancianos que están vulnerables, vendiéndoles drogas ¿Crees que soy estúpido?.–dije.
— Alfa, creo que es suficiente, él solamente me vendió dulces, no es para que estés atacándolo sin sentido.– comentó mi abuela mirándome a la cara pero yo seguía observando a aquel chico.
— Abuela, es que no te das cuenta tipos como estos engañan a las personas vendiéndoles puras mentiras, ¿por qué crees que justo te eligió a ti? Acaso fue casualidad.
Mi abuela suspiró amargada de estar escuchándome pero qué carajos no entendía que quería cuidarla. Simplemente, le dio una sonrisa para que esté se alejara, si él no se iba yo lo iba a sacar a patadas de la presencia de mi abuela.
Cuando el chico se fue, mi abuela camino ignorándome, estaba molesta, no me importaba, porque sabía que lo que hice fue lo correcto. Solo quería protegerla porque realmente la amaba, ¿Por qué ella no podía entender eso?
Ella subió al auto mientras por mi parte dejaba las maletas en el maletero, subí encendí el motor, y nos fuimos mientras íbamos por la carretera, ella se dispuso a comer un caramelo la mire y apresuradamente le quite la bolsa y el caramelo, me miró desconcertada.
— Por dios, ¿Qué te sucede Alfa?.– dijo.
— Le daré esto a un amigo para que las analice, después de saber que contiene y sea seguro podrás comerlo.– hable molesto.
— Creo que la soledad te tiene mal nieto, no puedes proteger a todo el mundo.– sus palabras me hicieron pensar tanto que frene el auto de golpe.
— Por el amor de dios Alfa casi tenemos un accidente, debes de tener más cuidado.– hablo molesta.
— Tú crees, que no puedo proteger a cada persona que se me cruce en la vida, sobre todo seres queridos, pero estás equivocada puedo hacerlo solo, no entiendo cómo vas por la vida aceptando cada mierda que te dan, incluso te venden, debes de ser más precavida.
Volví a encender el auto mientras ella miraba por la ventana, el ambiente estaba tenso, esto era increíble mi abuela apenas llegaba y ya habíamos tenido una discusión.
Continuará ....
Buenas!!!, Espero les guste nos leemos pronto 😘.

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Alfa
RomanceAlfa tiene la difícil misión de secuestrar a una jovencita, pero la vida tiene diferentes planes para ellos. ¿Podrá Alfa mantener su reputación? ¿O morirá en el intento?.