Aquella rubia llega a Beacon Hills dónde conoce a una persona que hará sus sentimientos volverse locos.
Odio.
Tristeza
Y amor.
Pero, eso no es todo. La rubia también hará que aquella chica se vuelva loca, la tristeza y el amor serán más fuerte que e...
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Douchebag
Rachel Raeken
Sonreí. Arregle mi cabello mientras dejaba que me pusieran las uñas, Lydia sonrió mientras se tomaba fotos alado mío
Allison solo veía como le hacían las uñas. Suspiré, tome un poco de mi limonada dejando que hicieran su trabajo
Bostece.
—¿Tienes sueño? —preguntó Allison mirándome.—
No la mire.
—Quiero un spa. —dije con una mini sonrisa.—
—Iremos saliendo de aquí. —dijo Lydia mientras se recostaba en la silla. —
—listo. —dijo la chica que me estaba haciendo las uñas.— ¿Que te parecen?
Las mire. Eran uñas acrílicas color rojas. Tenía un toque vino que las hacía lucir preciosas
Sonreí
—Me encantan.
Dije. Sonreí antes de mirar a las chicas, Lydia tenía unas uñas color rosas que combinaba con sus cabello
Allison, había elegido unas uñas acrílicas color rosas con un toque blanco y alguna que otra piedrita de diseño
—Nos encantan. —dijeron ambas chicas con una sonrisa.—
Pagamos antes de tomar mi bolsa saliendo del lugar. Caminamos por el centro comercial
Estábamos viendo vestidos, joyería y ropa hasta que mi teléfono sonó en un mensaje.
Las chicas siguieron eligiendo ropa mientras yo tomaba el teléfono checando el mensaje
Cora.
¿Irás está noche a las carreras? La manada irá. ¿Y tú?
Sonreí.
Supongo que no, estoy muy cansada. No quiero salir a ningún lado
Su respuesta llegó en segundos.
Te aseguro que si no vas te iré a traer rubia, es advertencia. No quiero soportar a Kira sola, ¿Vas a ir?
Reí.
Grosera, Kira te ama muchísimo. Vaya, es tu novia cora, pero lamentablemente si ire. Lydia y Allison me trajeron al centro comercial
Ok, adiós rubia.
La dejé en visto antes de mirar a las chicas que se posaron enfrente de mi con un vestido en manos.
—este me encanta para ti. —dijo lydia.—
Lo analice. Era bonito, era un vestido negro que me llegaba dos o cinco centímetros arriba de la rodilla. Sus mangas eran delgadas (de tirantes) con fruncido delantero y una abertura en la parte de la espalda hasta las caderas.
