SEVENTEEN

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             The cheerleaders

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             The cheerleaders.

Rachel Raeken.

Sonreí. Nos adentramos al restaurante caminando hacia la reservación

La mesa tenía vista a la hermosa playa haciéndome sonreír. Era hermosa

Cora me ayudó mientras abría mi silla para que tomara asiento. Sonreí, ella se sentó enfrente de mi mientras yo seguía hipnotizada por la vista hermosa.

—Parece que no hubieras visto una playa nunca.—comentó obligandome a mirarla.—

—En realidad no, desde mis 4 años no he visto una playa. —dije. Ella borro su sonrisa mirándome.— la última vez fue antes de que mis padres fallecieran. Theo me llevo a distraerme después de su muerte pero no pude —suspiré.— Theo siempre estuvo para mí y eso siempre le agradeceré.

—Tara no diría lo mismo.—murmuró. La mire detenidamente.—

—Tara, yo no. Para mí Theo aunque sea el malo seguirá siendo mi hermano y eso nada lo cambia. Es un Raeken, y con que lleve mi apellido ya tiene todo mi apoyo

La mesera tosió mientras se acercaba a nosotros con una libreta en las manos.

—Buenas tardes, lamento si interrumpo. —dijo. Ella miro a cora y luego a mi.— ¿Quieren ordenar?

Cora me miró.

—Adelante.—dijo permitiendome pedir.—

—Me trae unos mariscos y una limonada por favor.

—Claro que si.—sonrió mientras apuntaba.— ¿Y a usted señorita?

Cora nego

—Con eso está bien.

Chasquee la lengua antes de mirar a la mesera que asintió levemente

—Ordeno lo mismo que yo.—dije. Cora me miró.— gracias, ya puede retirarse.

La mesera asintió antes de irse del lugar. Sentía la mirada de Cora pero no me importaba

—No voy a comer Rachel.—dijo.—

—No es pregunta Cora.—sonreí.— si no comes, no habrá nada de lo que quieras.

Ella alzo ambas cejas. Le di una sonrisa antes de volver mi vista a la playa. Sentía la mirada de Cora detallando cada parte de mi rostro, y no me importaba, aunque no tuviera ni una gota de maquillaje me sentía preciosa.

—Aqui tienen señoritas, disfruten la comida, permiso. —dijo la mesera antes de retirarse.—

Cora no le hizo buena cara a la comida haciéndome reír. Ella me miró antes de negar

—Vamos Cora, ¿que es lo malo de comer?

—No tengo apetito rubia.

—Pues, nunca tienes apetito. —murmuré.— tienes que comer algo.

ᴡʜɪʟᴇ ɪᴛ 🄻🄰🅂🅃🄴🄳 / enemies To LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora