ᴡʜɪʟᴇ ɪᴛ 🄻🄰🅂🅃🄴🄳 / enemies To Lovers

FORTY-SEVEN

Dos días después

Rachel.

Suspiré. Con ayuda de Theo me aliste mientras trataba de mantenerme en pie, por suerte sobreviví a la explosión.

Salimos viendo como los de la manada estaba allí esperándome. Theo me miró y le asentí

El me soltó permitiendome caminar, no me sentía muy bien en realidad me sentía fatal pero no lo iba a aceptar

Quería irme de este hospital en cuanto antes. Saludé a todos con una mini sonrisa antes de que se borrará al ver la persona que entró junto con Jack

Jack se abalanzo a mi en un abrazo cálido. Sonreí, le devolví el abrazo mientras el se separaba levemente de mi

—¡Oh por dios! ¡Te amo tanto! —me dejo dos besos en la mejilla— que bueno que estés bien, me alegro. Gracias por salvarme la vida. Creo que hubiera estado en este momento en un ataúd si no me hubieras lanzado por la ventana

—Me alegra que estés bien. —murmuré—

—Gracias.

Asentí. El se separó dejando a la vista a Cora, ella se quedó en silencio bajando la vista a mis labios

Suspiré. Ella me miró antes de darme una mini sonrisa, no quería verla en ese instante la verdad.

—Hola..—murmuró—

—Hola.

No pude articular nada más que eso, Cora se quedó callada mirándome. Gire mi rostro mirando a Theo

—Cierto, vámonos.

Asentí. El me ayudó antes de subirme a la camioneta. Deje un beso en la mejilla de Jack mientras me despedía de los demás

Mire por última vez a Cora antes de cerrar la puerta con seguro. Theo se subió en el de piloto antes de mirarme de reojo

—¿Que? —murmuré—

—me alegro que estés viva.

Una sonrisa creció en mis labios antes de abalanzarme a el rodeándolo con mis brazos.

          「 」『🌷』「 」

Recargue mi cabeza en la almohada mientras apretaba mis labios tecleando la computadora.

La luz de la computadora era lo único que se lograba ver en mi cuarto.

No me sentía muy bien pero tampoco tan mal. Está vez, de nuevo estaba con los que siempre estuvieron conmigo, mi hermano, a diferencia que ahora está Jack y Liam.

No logro saber el como sobreviví. Lo único que recuerdo es que estaba apunto de lanzarme a los brazos de cierta Hale y después todo se volvió oscuro.

Un fuerte viento paso y dirigí mi mirada a la ventana viendo que se abrió. Suspiré

—No soy Bella Swan para que te creas Edward —murmuré— no te quiero ver, así que vete.

Sus ojos amarillos se lograron ver a través de la oscuridad antes de ver cómo ponía sus manos en la sabana dejando que la luz de mi computadora alumbrará su cara.

El sentimiento volvió a mi cuerpo haciendo bombardear mi corazón al verla acercarse a mi

—Podem..

La callé.

—No, no podemos. —terminé por ella antes de hacerme un poco para atrás— tuvimos tiempo para hablar y lo único que hiciste fue esconderte abajo de una maldita roca. Si no tuviste la suficiente madurez para aclarar las cosas no vengas ahora queriendo verte bien, que te costaba solo decirme que no querías nada conmigo que no fuera solo sexo. ¿Eso te costaba?

Corrí la cara cuando intento tocar mis labios antes de cerrar mis ojos

—No podía..

—¡Ese es tu problema! —estallé— ¡Tienes miedo de que te amen y por eso cubres tu sentimientos con un puto corazón de hielo! ¡No somos unos críos Cora! —cerre mi laptop— Sabíamos lo que hacíamos ahora no me vengas con que no podías, si no puedes, ¿Porque estás aquí? déjame decirte que yo me siento muy bien con las personas que me rodean, porque ellos —me levanté— si me demuestran que merezco ser querida y no una sola puta que la buscan para quitarse las ganas, vete. —finalicé apuntando la puerta— por dónde quieras pero vete.

Ella se intentó acercar de nuevo pero está vez la empuje para atrás antes de cerrarle la puerta en la cara.

Me fui a mi cama antes de abrazar mi almohada sintiendo mis lágrimas recorrer mi mejilla en segundos.

Estaba enamorada de Cora, y por más que la odiara eso no quitaba lo bien que me hizo sentir a su lado.

Solloce. Me sentí como la misma niña pequeña que lloró en los brazos de su hermano rogándole que no la dejara sola.

La puerta se abrió de golpe y me levanté al ver a Theo entrar asustado mirando para atrás.

No dijo nada, solo me abrió sus brazos permitiendo que me derrumbara en ellos llorando como bebé

—Ví a Cora salir..

Asentí.

—Lo siento. —murmuró—

Sentí como dejo un beso en mi cabeza antes de rodearme con sus brazos