ᴡʜɪʟᴇ ɪᴛ 🄻🄰🅂🅃🄴🄳 / enemies To Lovers

FIFTY

Cora.

Medio día.

Bostece. Termine de recoger mis cosas mientras tecleaba el número de Malia, la llamé pero me mandó directo al buzón.

Maldecí por lo bajo al no obtener respuesta

—Malia no te va a contestar, lo más seguro este de niñera con Rachel que debió haber despertado.

Me gire mirando a Allison que colgó su mochila viéndome. Se supone que hace menos de media hora todos los estudiantes ya se habían retirado de la preparatoria

No le contesté, solo seguí mi camino avanzando hacia mi carro pero ella me tomo del brazo deteniendome

—¿Irás a buscarla? —solto una risa— ¿Es enserio? No entiendo, ¿que les hizo Rachel para que se volvieran locas? Malia, Lydia, tu.. ¿Quien más?

—Vete a joder a alguien más Allison, o vete a rogarle a Malia yo que se pero déjame en paz.

—Solo responde una cosa, ¿la quieres?

me quedé en silencio antes de suspirar mirándola de reojo. Ella mordió su labio esperando respuesta

—Eso no es de tu incumbencia Allison.

—No respondes porque sabes que es un rotundo si, ¿verdad?

Abrí la puerta de mi carro antes de darme la vuelta viendo a Allison.

—Si así fuera no te debería de importar, pregúntale a Malia que si la quiere no a mi, tu no eres nada mío para hacerme esas preguntas solo eres una más de la manada del amigo de mi hermano. Pero, si tanto quieres saber, si. —me le acerqué— y vete, dile a Kira lo que dije porque no me molesta responder lo que ya está más que claro, si estoy aquí es por ella no por nadie más. ¿Crees que gastaría mi tiempo siendo maestra solo por aburrimiento? si estoy aquí, es porque la quiero ver a ella. —solté— y no creo que Malia sea lo contrario, este cuenta que perdiste a Malia desde el momento que me besaste.

—Tu..

—Yo nada, ¿Fue todo? Porque quiero ir a verla.

—Anda, corre y busca a tu zorrita porque te va a desechar apenas consiga lo que quiere.

           「 」『🌷』「 」

Camine buscando la habitación de Rachel, no veía por ninguna parte a Malia y eso lo hacía mucho más fácil.

La doctora me acompañaba alado de mi mientras sacaba la tarjeta de la habitación.

—Aquí es.

La enfermera paso la tarjeta antes de abrir la puerta de la habitación.

—Gracias.

—Tiene 10 minutos.

Asentí antes de entrar a la habitación. Rachel estaba despierta, su respiración estaba acelerada.

Avance en silencio antes de llegar enfrente de la camilla. No sabía que decir, eran tantas cosas que no podía hablar.

Lleve mis manos a sus tobillos acariciando delicadamente sin hacer ningún ruido viendo como se tensaba ante mi tacto

La tome con fuerza antes de jalar sus piernas hasta que mis manos llegaron a sus muslos cuando la senté enfrente de mi.

Nuestras miradas conectaron. Tenía un toque frío en su mirada como si no estuviera viendo a la Rachel que conocí hace meses, era como si viera a alguien más en el cuerpo de Rachel.

Su cabello rubio caía por sus hombros mientras me miraba con esa sonrisa que me volvió loca el día de la playa.

Cómo la vez que fui con ella a las terapias.

Pequeños detalles que me di cuenta que nunca hice con nadie, solo con ella.

Nos quedamos en silencio observando a cada una. Ella tenía sus labios entre abiertos con una sonrisa de lado

Mis manos subieron un poco más llegando arriba de sus muslos acariciando cada centímetro

Baje mi mirada hacia mis dedos que se curvaban en los muslos de la rubia que tenía enfrente

Cuando alce mi vista estábamos a centímetros. Su aliento junto al mío mientras ella seguía viéndome como hipnotizada.

Entre abrí los labios antes de mirar a Rachel que relamio sus labios

—Rachel..—murmuré—

Ella llevo su dedo hasta mis labios callando antes de que juntara mis labios con los suyos.

Me prendí de ellos como si temiera a qué me separarán de ella. El sabor tan delicioso de sus labios era inigualable, ella era la única que sabía provocarme muchas sensaciones en un beso.

Ella desprendió mi blusa lanzandola lejos mientras subía sus manos a mi cabello jugueteando con el sin separar sus labios de los míos.

Escuché como tocaron la puerta pero no me separé seguí deleitandome con su sabor.

—Espere, déjela. —escuché la voz de Malia afuera al ver cómo la doctora estaba por abrir la puerta— le pagaré, acompáñame.

La ignore mientras volvía a con la mujer que tenía enfrente de mi. Era ella a la única que quería, y con la que estaba destinada a perder todo con tal de tenerla a ella.