Peligroso para mí

Capítulo 1: Café

Capítulo 1: Café
Septiembre 25, 2020.
Katherine.

—¡Me voy!—Le anuncio a mamá.

Hoy es oficialmente mi primer día de trabajo en Waldorf's Asociation y la verdad ni siquiera sabía como vestirme, así que tuve que usar mis pocos ahorros para conseguir algo de ropa decente.

—Vaya, te ves muy linda, hija.—mamá llega a mí y acomoda ligeramente mi cabello rojo tras mi oreja pues odia que me tape el rostro.—Mi niña...no necesitas hacer esto.

Acuno su rostro entre mis manos.—Tu no puedes trabajar, yo sí, necesitamos ese dinero, además que la experiencia va a ser buena para mi hoja de vida. Ser secretaria no es ningún acto del que sentirse avergonzada si eso es lo que te preocupa, mamá.

Asiente y beso su frente antes de salir de casa hasta la estación de buses con dirección a la empresa.

Waldorf's Asociation es una empresa británca multinacional de autos producidos por ellos, esta es una gran oportunidad de proveer dinero suficiente para sustentar los gastos médicos de mamá, así como también una gran oportunidad para mejorar mi experiencia en el ámbito en el que pasé los últimos cinco años estudiando. Al llegar me asusta el tamaño del edificio y lo bonito que aparenta ser, es enorme, y está ubicado en todo el centro de Nueva York.

Subo por el elevador una vez las personas de recepción revisan que todo esté en orden con mi carnet el cual me llegó ayer por la tarde. Ya en el piso de presidencia me encuentro con Arizona, Sam y Dereck conversando, por lo que me acerco.

—Hola, cariño.—Arizona es la primera en verme y acercarse a abrazarme.

—Hola a todos.—Sam también me abraza y Dereck se queda observándome.—¿Qué sucede?

—Te ves muy bien.—sonrío pues la chaqueta crema y la camisa azul que según mamá es un color que realza mi belleza no son para nada baratas.—Lo digo en serio, Kath.

—Katherine, ya sabes que no me gustan los apodos.—asiente y se acerca finalmente para besar mi mejilla.—Me gustaría decirles algo ahora que puedo y antes de olvidar decirlo.

—¿Sucede algo?—pregunta de inmediato Arizona, a lo que evidentemente niego.

—Para nada, solo quería decirles que en serio valoro y aprecio mucho la oportunidad que me están dando y prometo aprovecharla al máximo para no decepcionarlos.

—Oh, cariño, no hace falta.

—Claro que hace falta, Arizona, este trabajo significa mucho para mí así que gracias.

—Eres muy terca.—dice el Señor Sam divertido.

El elevador suena y abre las puertas para dejarnos ver a Reese acomodando su reloj.

—Uh, había olvidado que la extraña iba a trabajar aquí.—Me sorprende ver que no viste un traje al igual que su hermano, pues Dereck luce un elegante traje gris con una corbata azul combinando con mi camisa, mientras que Reese viste un suéter de tela y pantalones negros igual que sus zapatos caros, lo que realmente se ve elegante pero no para el ahora nuevo presidente de una multinacional como esta.

Su padre a pesar de ser un hombre de pocas palabras y pocas opiniones luce bastante descontento por la vestimenta de su hijo mayor, pues él es un hombre que casi siempre luce camisas y sacos formales o un aspecto ejecutivo causal, sin embargo, mantiene su voto de silencio.

—Katherine.—Corrijo otra vez.

Posa sus ojos cafés con un toque de amarillo, haciendo la mezcla perfecta para ser el color de un vómito de perro.—En fin, papá, me gustaría hablar contigo y Dereck un minuto.