Capítulo 3: Maldad

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Capítulo 3: Maldad.
Septiembre 31, 2020.
Katherine.

Una semana después y ya estoy siendo apabullada de tareas, recados, eventos e e-mails, copias y encargos.

—Katherine, necesito que consigas que Marketing y ventas envíen el proyecto del próximo mes, también necesito que el departamento de finanzas me entregue el último reporte. Envíalos a mi oficina y haz copias para Reese también.

—Claro, ¿ya vas de salida a tu reunión?

Dereck asiente.—Avísame si sucede algo.

Trato de estirar mis piernas así que me levanto pero el descanso no me dura ni 15 segundos.—Kate, necesito que envíes estos papeles a Recursos Humanos, encárgate de que Lila, la jefa de RH los firme y los traes de vuelta. También quiero que traigas mi almuerzo y mi café.

—Claro.

Me observa profundamente, haciendo que me ponga recta y devuelva su mirada.

—Cuando veas a Lila dile que necesito una reunión con ella y con finanzas, es un asunto de suma importancia. ¡Ah, sí! Encárgate de confirmar mi presencia y bueno, la de Dereck a la feria automotriz de pasado mañana.—Asiento y tomo nota de sus órdenes.

Hago lo que me pide y tengo su almuerzo a tiempo para cuando su reunión con Lila y el hombre de finanzas, Diego termina.

—Perfecto, entonces trabaja en ello, Diego, lo quiero lo antes posible, y Lila, encárgate de conseguir varios prospectos quiero que esto esté sobre ruedas, ¿entendido?

—Claro que sí.—Lila le da la mano con una sonrisa llena de coquetería y Reese solo la observa como si un tercer ojo le hubiera salido en la frente.

Quizás es gay.

—Bueno, a trabajar.—Diego también recibe un apretón por parte de Reese y salen del piso.—¿Ya tienes lo que te pedí? ¡Y más te vale que ese café sea el que pedí!

No, no lo es.

—Claro.—Dejo su comida y café sobre el escritorio y se sienta, lo primero que hace es beber del café sin despegar sus ojos color vómito chocolate de mí. Esta vez al probarlo no hace ningún gesto, lo bebe y sigue en lo suyo.

¡Ja! Con que esas vamos a jugar.

—Puedes retirarte, pero antes necesito que leas estos documentos y me hagas un informe detallado sobre los temas lo antes posible.—Señala la pila de 4 folios llenos de páginas.

Mierda.

—Claro que sí, señor, no hay ningún problema.—Digo sarcástica.

Buena chica.—Susurra y levanto mis ojos de inmediato, estira su comisura casi sonriendo, luciendo victorioso y yo me quedo estupefacta.

¿Que acaba de decir?

Recojo con rapidez los papeles y salgo de la oficina con las orejas ardiendo en calor.

"Buena chica"  repito varias veces.

¿Esta era su venganza?

Trato de ignorar mi conciencia que repite esas dos simples palabras cual mantra para hacer tambalear mi control. Busco refugio en las páginas que él mismo me ordenó leer.

—Volví, Katherine necesito que prepares la sala de conferencias, tengo una reunión con el gerente de una sucursal.—asiento ignorando el tono mandón y enojado de Derek y tomo nota, cuando se da la vuelta, me doy cuenta de que Reese sale de su oficina.

Peligroso para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora