Capítulo 31: Doloroso Silencio

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Capítulo 31: Doloroso silencio
Diciembre 25, 2020.
Reese.

Sabía que no tenía que dormir, sabía que debía hacer guardia como un puto guardia de seguridad frente a esa puerta y vigilar que todo estuviera bien. Sabía que tenía que apoyarla aún cuando ella no me quería ahí, lo sabía, no hizo falta una sola palabra, si yo hubiese entrado ahí hubiese estado invadiendo su territorio y se iba a enojar como una leona cuidando a sus crías y aún así sabía que debía estar afuera, en vela.

Por eso su grito me electrificó la columna en un solo segundo. Abrí los ojos y corrí lo más rápido que pude.

No era un grito normal, no era de felicidad, de alegría o júbilo, era de terror, de ayuda, con la voz rasposa de lo cerrada que se pone la garganta humana cuando algo te duele. Conocía el sentimiento porque así me encontraba yo en este instante, a dos segundos antes de abrir la puerta.

Y jamás imaginé que vería algo tan desgarrador, mi garganta expulsa todo mi aire en un jadeo fuerte. Kate sacude a Eloise pero no se mueve, no responde, no hace nada. Los sollozos y ruegos de Kate se quedan en mi memoria como un tatuaje, soy incapaz de moverme. Solo puedo verla sufrir, veo como mi chica valiente y fuerte se desarma, se fragmenta y ruega que su madre despierte. Se pega a su pecho y llora.

Mamá corre a ellas, luchando contra Kate para hacer sus cosas de doctora pero es incapaz de moverla. Por el rabillo del ojo puedo ver a Derek llegar, asustado y pálido. Papá también llega y creo que es la primera vez que lo oigo maldecir.

A penas escucho lo que mamá dice y no me muevo hasta que Derek pone su mano en mi hombro.-¡Katherine! Reese, sosténla.

Me acerco mecánicamente a ella, sosteniendo su abdomen y tratando de apartarla con cuidado pero se sacude y pelea como una fiera, araña mis brazos y solloza que por favor la libere.-¡No, déjame, déjame aquí! ¡N-no me toques por favor, no, no!

Cuando estamos suficientemente lejos de la cama, suavizo mi agarre y ella sale corriendo pero en dirección al baño. Trato de reaccionar pero solo puedo mirar a mamá tratando de buscar el pulso de Eloise, se pega a su pecho y cuando levanta su rostro, suspira triste. Sus ojos se abren y soy lo primero que enfoca, con un simple y casi imperceptible movimiento niega.

Se supone que mamá esté acostumbrada a esto, a perder pacientes y no debe sentirse personal pero un sollozo tímido deja sus labios y papá se acerca y la abraza. Derek se acerca, despacio, esperando que le grite o algo similar y cuando ve que no estoy ni siquiera en mis cabales me envuelve en sus brazos, de manera corta e incómoda pero me hace reaccionar. Y es en ese momento que me doy cuenta de que también lloro; mis mejillas están repletas de lágrimas.

Cuando me libera, corro al baño, donde escucho a Kate vomitar. Toco la puerta varias veces y llamo su nombre, no abre la puerta y ya no logro escucharla.

-Kate, si no abres la puerta voy a tener que hacerlo yo, por favor, preciosa, abre la puerta.-Derek corre a buscar la llave y sigo sin escucharla.-Katherine, estás preocupándome, dime algo.

Observo a mamá cuando Kate no dice nada.-Me encargaré del papeleo.

-No, yo iré, tu quédate aquí por si Katherine necesita algo.-papá se ve con su teléfono en las manos y mamá se acerca.

-Katherine, cariño...-toca con suavidad la puerta y Derek vuelve tras varios minutos con varias llaves. Intenta con cada una hasta que da con la correcta, me deja pasar primero y jadeo otra vez. Kate está inconsciente sobre el suelo.

-Alcohol, traigan alcohol.-levanto su cuerpo y lo pego al mío. Golpeo suavemente su mejilla. Mi corazón late desbocado, lleno de miedo.-Kate, por favor, despierta, cariño.

Peligroso para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora