Capítulo 2: Bienvenida

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Capítulo 2: Bienvenida.
Septiembre 26, 2020.
Katherine.

Mi segundo día de trabajo no es tan cómodo como el primero en donde casi que no hice nada, bueno, más que organizar algunos documentos, leerlos y explorar algunos pisos. Reese dicta ordenes y yo hago malabares para distribuir mi tiempo y ejecutarlas, por otro lado, Dereck pide algunos documentos, algunos viajes a por otra pila de papeles y café, y por supuesto que la amabilidad con la que mi amigo me trata se agradece.

—¡Kathy!

Suspiro y me levanto para atenderlo, entrando a su oficina.

—¿Puede por favor no llamarme de esa manera?

Por primera vez en el día se toma el tiempo de mirarme en silencio, sus ojos color vómito me escanean con lentitud desde mi cabello peinado en una coleta hasta mis muslos algo expuestos por la falda de tubo roja que llega solo a la mitad de mis muslos.

—¿Se le perdió algo?—Interrogo sintiéndome cohibida ante su intensa mirada.

Rueda sus ojos y se endereza.—Kate, ordena un servicio de banquete y pide refrescos.—Hace silencio, quizás ordenando sus idea.—Es decir, organiza un pequeño brindis con lo que creas pertinente, quiero reunirme con todos los empleados y tomarme el tiempo de hablar con ellos.

—¿Porqué? ¿Vas a hacer recorte de personal...—
Olvido que no debo tutearlo así que me corrijo.—señor?—

Me fulmina.—Por supuesto...—Lo miro horrorizada.—Por supuesto que no es problema de una secretaria.

Imbécil.

—Ellos son parte de la compañía y quiero asegurarles que nada va a cambiar solo porque ahora soy el presidente.—Dice como si fuera cualquier cosa pero frunce el ceño y me fulmina al darse cuenta de que no lo es.—Solo ve y hazlo.

¿Este es el Reese al que Arizona se refería?

—Claro, entonces iré a organizarlo. ¿Para cuando lo desea?—pregunto entre dientes.

—¿Para hoy?—Dice sarcástico.

Trato de descifrar si lo dice en serio y sostiene mi mirada sin expresión alguna.

—¿Para hoy?

Gruñe y sostiene el puente de su nariz.—¡Claro que para hoy, Kate!

Ruedo mis ojos ante su tono algo elevado.—Haré lo que pueda.

—No, no lo intentes, hazlo.—dicta y vuelve a sus papeles.—Y también extiende la invitación a mis padres, ahora, retírate.

—Amargado.—Murmuro al salir de su oficina.

Logré cumplir con su orden y ahora estamos todos reuniones en el comedor, hay demasiados trabajadores preguntándose el porque de esta reunión repentina y en el fondo creo que sienten desconfianza con Reese al mando, sin embargo, todos disfrutan de las comidas y bebidas, comparten y charlan entre ellos.

—¿Tú eres la superpoderosa?—me pregunta una voz suave a mi lado, por lo que miro en esa dirección, es una bonita mujer de ojos estirados con alguna descendencia asiática que sonríe.

—¿Lo soy?

—¿No eres tú quien tiene dos puestos al mismo tiempo?

—Oh.—Suelto una risita y extiendo mi mano para que la estreche.—Soy Katherine.

—Lee Anne.—sonríe y volvemos a mirar a los trabajadores.—¿Como haces para ver a ese exquisito manjar todos los días y no enamorarte?

Ruedo los ojos para mostrar mi disgusto.—Solo hace falta que ese hombre abra la boca para abstenerte de verlo guapo.—Se ríe.

Peligroso para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora