1992, Febrero.
—Harry.
—Par de sonsos, callaos—. Buscaba un ingrediente para una poción de folúnculos mal hecha.
—¡Harry!—. Escuché el susurró de uno de ellos.
—¿Código rojo?—. Pregunté en susurró.
—Si, el profesor Snape se acerca.
—¿Cuánto?—. Metí los ingredientes en otros pequeños viales, mientras los miraba.
—Esta a dos pasillos de nosotros.
—Bien, saca la capa y mete los ingredientes, ah y pásame el libro de pociones.
Baje de las escalera, intercambiamos miradas mientras limpiaba el polvo con un hechizo, lo último que ví fue ellos escondidos antes de cerrar y poco después encontrarme con Severus.
—Señor Potter—. "Hora de actuar".
—¡Profesor Snape! ¡Uff que alivio! Pensé que me quedaría perdido aquí.
—Esta cerca del salón de clases, señor Potter, no creo que se pierda—. Sentí su humor de mierda.
—Mi sentido de orientación es igual que la vista de un topo al sol, si de por si tengo su vista.
Escuché un resoplido y el como quiso ocultar su risa.
—Pero eso no es lo importante, vengo por unas dudas—. "Si pudiera sonrojarme ahora sería lo mejor".
—Sigueme señor Potter.
. . .
—¿Te regaño?/¿Cómo logras salir vivo?.
Había acabado de salir de la clase exprés de Sevy, aunque no tan exprés, siendo asaltado por los gemelos, y no de la forma que estoy acostumbrado, preguntando peor que tía chismosa.
—A ver, se me relajan un chingo vale, que aquí nadie a sido asaltado, secuestrado o torturado—. Les pare el show antes que empezará. —Ademas digamos que tiene una ligera debilidad por los que si toman su materia en serio.
—Pese que debíamos encontrar tu cadáver.
—Sino es que la poción con tus restos.
—Porque no mejor me dicen si ya tienen todo—. Mire la mesa de aquel salón en desuso.
—Que falta...
—De confianza.
Me mostraron la poción hecha, junto con otras cositas por ahí.
No pude evitar sonreír "Pobre de ti, Riddle, pobre de tí. Que Salazar se apiade" empezamos a elaborar nuestra travesura.
°
Una semana después.
—Mi corazón está hecho de pura maldad, muajajaja.
ESTÁS LEYENDO
Harry Potter Y La Intrusa.
FanfictionHarry Potter y la piedra filosofal. Un nuevo cambio, una intrusa en el juego, nuevas opciones, y talvez nuevas reglas. Llegó por equivocación, nunca pensó que verdaderamente funcionará, pero de nada sirve llorar... lo hecho, hecho está. Ahora las du...