Harry Potter Y La Intrusa.

XVII

Anteriormente.

—Lleva a que consiga la piedra.

—Y sino quiero ¿Qué?.

—Esos niños... la sangre sucia y el traidor. Los mataré y te regalaré su cabeza, sino consigues la piedra.

"Ahora sí se puso bravo, pero también esto es más serio de lo original".

Lo mire seriamente, era una oportunidad.

Continuamos.

—Bien, haré lo que pides—. "Sigue soñando estúpida" podía sentir su emoción palpitante.

Me dirigí al espejo, viendo a Ade, a mi tía Mara, y a mi buelita. Y al igual que Potter, me pusieron la piedra en el bolsillo «Muestra quien manda» susurró en mi oído mi tía.

"Hasta la duda ofende, tía".

Saque la piedra del bolsillo, llendo a entregársela.

—Aqui tienes, espero que mis amigos no les pase nada.

Vi como sonrió perversamente, a cualquier niño si le daría miedo pero a mí me dió ansías... y asco.

—Pobre Harry Potter, tan manipulable, tan inocente—. Me miró como si hubiera ganado.

Yo estaba ganando distancia, necesito estar lejos de su alcance.

—No quiero pelear, solo quiero vivir tranquilo—. Pronuncié “asustado” llendo a una esquina, temblando de miello.

—Si, quítate de mi camino y nadie saldrá herido, pequeño idiota.

Empezó a gloriarse "Este malnacido no aprende, lastima por él, por eso te mueres Voldy, por pendejo".

—Y tú tan estúpido, Impedimenta—. Lo ataque por a distancia, mientras se cegaba por la piedra. —Incarcelo—. Lo até, y para reforzar lo até con la otra cuerda también. Mire al Voldy.
—Eres un pendejo, de que te sirve estar vivo sí estás bien pinche pendejo. Palalingua.

Me miró mal, tratando de hablar pero el hechizo se lo impedía, aprovechaba el hecho de que no tenía el mismo nivel que antes.

—Sayōnara puto, hoy ganó yo—. Le sonreí mientras lo tocaba dejando que empezará a quemarse.

Al no poder hablar sus gritos salían ahogados mientras me veía con furia.

—Inocente, Protego máxima—. Se volvió humo huyendo de ahí, sin poder atravesar la protección.
—Mierda.

Me desmayé, había usado hechizo que forzaron mi núcleo al casi agotamiento, ahora solo faltaba la rata.

°

Unos días después.

Apenas había despertado, encontrando a Draco, Ron, Herms, el director y los profesores McGonagall y Severus.