Capítulo 21: Tanabata

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Nota de la autora
¡Hola! Sólo un poco de contexto para este capítulo, Tanabata es una celebración anual en Japón que tradicionalmente tiene lugar el séptimo día del séptimo mes según el calendario lunar. Conmemora el encuentro de dos deidades amantes, el Pastor de bueyes y la Princesa tejedora, representados por las estrellas Vega y Altair (cuyos caminos se cruzan sólo una vez al año). Que lo disfruten :) - Ren.

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"¿Qué tal este....?

"El corazón del pastorcillo
En los cielos
Encuentra la
Séptima noche
¿La más querida de todas?" ¹

Izuna levantó la vista de su lectura, esperando la respuesta de Tobirama. Tobirama canturreó.

"Es bueno", dijo, "pero la pregunta me molesta. Da la impresión de que al poeta le falta convicción. ¿Por qué necesita preguntarnos por el corazón del Pastor? Tendría que ser capaz de formular sus propias suposiciones.

"Ya veo por qué te molesta", dijo Izuna con cierta ironía.

Tobirama frunció el ceño.

"¿Qué quieres decir?", preguntó

"Admiras la resolución, ¿no?", dijo Izuna. "Convicciones audaces, firmes y honestas frente a la adversidad y todo eso".

"Admiro la fidelidad a las propias creencias" dijo Tobirama a la defensiva.

Izuna sonrió ante el enfado de Tobirama.

"Nunca dije que fuera un defecto", dijo Izuna. "Adelante, es tu turno".

Tobirama miró su pergamino y trató de concentrarse en el texto.

"Seguro
Estará hundido en la tristeza;
Sobre las mangas
De la Princesa Tejedora
Caen gotas de rocío plateadas". ²

"¿Esto es más de tu gusto?" preguntó Izuna. "El poeta incluso expresa explícitamente la certeza".

"¡No es lo único que busco en un poema!" objetó Tobirama.

Izuna se rió, lo que solo hizo que Tobirama se sonrojara aún más. Era la víspera de Tanabata y estaban leyendo poemas junto a la ventana abierta de la ermita. Tobirama estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas, sosteniendo su pergamino junto a la linterna que tenía al lado. Izuna estaba recostado tranquilamente contra el alféizar de la ventana con unos papeles en sus manos. Desde donde estaba sentado Tobirama, Izuna parecía estar rodeado de un follaje verde y dorado, y la luna, detrás de él, proyectaba un intenso y cremoso brillo.

"Bueno, teniendo en cuenta que sólo se reúnen una vez al año, prefiero leer sobre su felicidad" dijo Izuna. "El resto del año podemos reflexionar sobre sus monjas mojadas* y su añoranza sin resultado".

"¿Qué te parece éste, entonces?", dijo Tobirama.

"Los enamorados celestiales
Reunidos por el interminable
Río del Cielo;
¿Cómo fue el otoño
de su primer cruce, me pregunto?" ³

"Hmm, me pregunto cómo fue", musito Izuna, y Tobirama no se perdió del tono melancólico de su voz. "Tal vez la vio desde lejos y quedó impresionado por su majestuosa belleza. Puede que ella estuviera sentada en un telar o trabajando en un batán lo que llamó su atención".

"A pesar de que solo fue un pastorcillo...", dijo Tobirama. "Hace que te preguntes por qué se fue con él".

"Estoy seguro de que ella lo encontró encantador", dijo Izuna. "Y la naturaleza fugaz de su cita no hizo más que animarles".

Tobirama resoplo

"Es increíble que alguien sea tan masoquista", dijo.

"No creo que vean su amor como masoquismo", dijo Izuna suavemente. "Al contrario, les da cierta guía mientras viajan por el vasto cielo. Tener algo así para guiarlo y saber que ella también se siente atraída por esa misma conexión predestinada. Probablemente se sienta como un privilegio".

Espadas de papel y Tinta escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora