Sangre dulce

712 75 295
                                    

Jimin estaba dando vueltas descaradamente por todo mi piso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jimin estaba dando vueltas descaradamente por todo mi piso. Tocando esto y aquello, sin siquiera importarle que no estaba solo. Él fisgoneaba alrededor sin importarle mucho que el dueño de la casa estaba sólo a unos metros mirándolo como un perro guardian. Estaba saturando mis malditos nervios. Parecía un niño curioso viendo todo por primera vez. Era jodidamente exasperante.

Y un jodido plus, su cabeza era un desastre. Pensaba en todo y todos al mismo tiempo. La sien comenzaba a dolerme.

En un momento se detenía sobre una bonita obra de arcilla, más antigua de lo que pudiera recordar y la tocaba sutilmente con sus dedos pequeños y delicados. Nunca había visto un hombre de su estatura y complexión con manos tan pequeñas. Podría hasta parecerme adorable, si no fuera porque él me caía... No me caía mal, pero no lo toleraba realmente.

- ¿Yo no te agrado, cierto? -me soltaba de repente.

Aunque él ya lo venía pensando hacía ya un buen rato largo.

-No te conozco lo suficiente para decidir si me agradas o no -respondí.

Él sonreía de forma ladina. Superficialmente entendía porque se fascinaban con este niño.

-Aún así -continuaba parloteando-. Me detestas, porque estoy cogiendo con SeokJin.

Si decidía poner mis manos en su cuello largo y delgado ahora, no habría quien me detuviera y pudiera salvarlo. Sería un trabajo rápido, sin sangre. Para nada duro y sin testigos.

-Puedes hacerte la película que desees, pero apreciaría que dejes de tocar mis cosas. Tienen más años de los que puedes contar con tus delicadas manos -dije, casi entre dientes. Casi.

Jimin sonreía, me sonreía descaradamente y se acercaba a mí como un niño sin atención maternal que ya se había aburrido de inspeccionar y era hora de molestar al único adulto en la habitación.

- SeokJin nunca me habló mucho de ti... ¿Bebes sangre, cierto? Sé muy poco de los de tu especie -me soltaba.

Pero en su cabeza sólo repetía la frase: "Molestate conmigo y dame una razón para escupirte en la cara lo poco que le importas a él".

Al parecer solo esperaba un ataque y mentiría si negara que sus pensamientos ya estaban haciendo el trabajo de hacerme sentir inestable. Porque parte de mí sigue pensando que no le importo a Jinnie, Jin... SeokJin.

-Me alimentó de sangre y comida cotidiana de cualquier ser humano. Puedo vivir con o sin ella. Sirve para fortalecer mis dones de mestizo -susurré manteniendo la calma.

-Interesante -decía con una sonrisa burlona-. Tienes lo mejor de ambos mundos, diría Hanna Montana -luego reía.

Una sonrisa algo coqueta y maliciosa, dios... No lo soportaba. No iba a tolerarlo más tiempo. Mi piel picaba recordando el cuerpo de SeokJin sobre el mío, su rostro, su aroma... Sus ojos azul pálido y frío. Yo necesitaba verlo y estar con él. No ser la niñera de su amante.

ASHES #3 K. Sj × K. Th [Finalizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora