Hasta el Final

382 60 193
                                    

Jin conducía mientras yo me encontraba en el asiento trasero con Jungkook descansando su cabeza en mis piernas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jin conducía mientras yo me encontraba en el asiento trasero con Jungkook descansando su cabeza en mis piernas. En el otro auto, Lucas y Hyungsik estaban haciendo equipo otra vez. Jimin estaba con nosotros en el asiento delantero junto a Jin, estaba callado y parecía más pequeño y joven que en otras ocasiones.

Jinnie tenía sus dientes apretados y miraba en dirección a Jk constantemente.

— Está dormido. Ya no tiembla —dije para su enésima mirada en mi dirección.

— Bien, eso es genial —respondió tranquilamente.

Dentro de mí zumbaba la incertidumbre de su silencio y aquello que no me estaba diciendo. Por lo tanto, no estaba seguro si era yo o en realidad en clima tenso y al aire cargado dentro del auto era mi imaginación o estaba nuevamente allí. Tangible, casi físico como uno más entre nosotros.

— Lisa sigue mandando mensajes. Le dije que estábamos en camino, pero está desesperada.

Jin asentía y aceleraba; minutos más tarde, estábamos bajando del auto, y por alguna extraña razón, me costaba cargar a Jungkook.

— Yo me encargaré. Tu cuerpo está cansado, y la sangre que tomé de ti es claramente lo que te tiene con las defensas bajas. Estás débil — me dijo, haciéndome a un lado y tomando a Jungkook con facilidad.

Jimin solo nos observaba en silencio, pero seguía la orden silenciosa de SeokJin. Antes de atravesar la puerta, Lisa la abría. Sus ojos estaban húmedos, su nariz roja, y debía admitirlo, admiraba lo fuerte y tranquila que intentaba mantenerse mientras balbuceaba todo tipo de preguntas.

— ¿Qué sucedió? ¿Qué le hicieron? —su voz era inusualmente más aguda.

— Él está bien ahora — decía SeokJin, llevándolo cuesta abajo hacia su habitación—. Sólo necesita un lavado, cambio de ropa y descansar.

Cuando lo dejaba en la cama con sumo cuidado, me encargaba de quitarle sus botas. Jinnie acomodaba su cabeza, y Lisa se contenía con los brazos cruzados. Cuando nos apartábamos de JK, ella caía a su lado, encargándose de inspeccionarlo. Estaba entre la delicadeza y la desesperación.

Cuando levantaba la camiseta de Jungkook, la zona donde la daga había sido hundida ya estaba cicatrizada, pero con un aspecto horrible. Lisa sollozaba, lágrimas cayendo por su hermoso rostro, mientras sus dedos delicados bordeaban la zona.

Necesitaba apartar la vista; el final podría haber sido completamente diferente, y no me lo hubiera perdonado jamás.

— Éramos cuatro contra doce. Fue un descuido — susurraba Jinnie.

— En el llamado me dijeron que era Argénteo el veneno sobre la daga — decía con voz gruesa, su garganta cerrada. Su mano dejaba la herida y subía en dirección al rostro de mi mejor amigo.

Por primera vez en mucho tiempo, me percaté de que jamás, ni siquiera en nuestro primer encuentro con ella, Lisa había actuado como si Jungkook estuviera muerto por dentro. Jamás se había precipitado a su tacto frío, el cual incluso había sido difícil de digerir para mí los primeros meses.

ASHES #3 K. Sj × K. Th [Finalizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora