12. Su nombre

368 16 2
                                    

Toda la noche estuve al pie de la ventana, mirando la grande y esplendorosa luna. Imaginando ver la sonrisa de esa niña tan... ella. Podía aspirar e imaginar su fresco aroma. Era como una red en el mar que me atrapaba, sintiéndome pez. Era absurdo todo lo que me salía de la cabeza.

En ese mismo blog con el título Domingo en la mañana. :)

Escribí sin pensar.
Pez encarcelado en su mirada, en esa cara llena de calidez y feminidad.

El mes de Abril dejaba ver algunas hojas verdes y unas no tan verdes, secas. Como mis días.

Nació primavera a mitad de Abril, deseaba más semanas antes de que Mayo lo devorará. El tiempo corría y nosotros detrás de él.

—Hace mucho que no tenemos nuestra tarde de música, los ensayos parece que los olvidaste.—resoplo Luis dejándose caer en mi cama, golpeándose levemente el cráneo.

Reí. Carcajee mas bien al instante. La delicada y para nada notante risa salió de mi boca.

—¡Te esta sangrando la cabeza!

Luisfer se levanto del colchón para golpearme levemente la nuca. Riendo ante mi alarma. Era obvio que no olvidaba nuestros ensayos, pero necesito aclarar y atar cabos antes de contárselo a mi madre.

—Deberías ser comediante. Pero ya fuera de tema, ¿Que te paralizo tan de repente en dirección al ventanal?

—Pronto lo sabrás.—guiñe un ojo.

Luis se quedaría a dormir en mi casa, pues daríamos la noticia de nuestra suspensión por el desastre anterior, solo nuestras madres harían un correcional. Que miedo.

—Cuidado con las chinches.— anuncie como de rutina antes de domir, era como una costumbre.

Estábamos ya en nuestros respectivos colchones yo en mi cama y Luis juntó a la extra, esto era ya no era novedad, en casa había compartimentos escondidos, creados por mi, donde mis espacios con elementos de mi vida yacían en ellos.  Y  hace unos años había fabricado esa cama escondida, sólo tenía noción de la cama, el resto sólo aguardaban en mi mente. Estaba ya consiguiendo caer en profundo sueño.

—¡CARLOS! — llamo entre susurros y oscuridad. Me gire dando la espalda. —Carlos, olvide el trabajo en equipo ¡con Karem! Va a matarme.— sonríe para mi, era un verdadero ciego.

Luis.. Mañana le marcas temprano para conseguir solución, ahora.. DÉJAME DORMIR. –Le lance una almohada en la cara, para que se callara, no dejaba de hablar y de quejarse, se levanto de golpe y marco rápido.

—Luis...¿Sabes la hora mínimo? Son las dos de la mañana, no te respon.. —¿Karem? ¿Estabas durmiendo? —encendí la luz de golpe, le mire fulminante, era obvio que si lo hacia, quien iba por ahí despierto a altas horas del amanecer en jueves, que casualmente tenía todos clase al siguiente día a primera hora.

NADIE SOLO LUIS.

—Karem, lo siento por despertarte, solo quería decirte que..–
Me levante rápido a regañadientes, cansando de su torpe conversación, arrebatando el celular de su oreja dispuse mi malhumor al micrófono del aparato.

—Que te quiere, le agradas Karem y también desea que sueñes lindo,  verte mañana será su mejor momento del día, hablar sobre el trabajo en equipo lo mantendrá mucho más tranquilo, es todo. Adiós, descansa.

Luisfer se quedo pasmado, brinco encima de mi y empezó a gritar.

—¿Estas loco?, Karem me odiara y no querrá verme jamas.

Mi diario se llama, LUCAH. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora