24. Fin de semana.

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Con la sed de mil demonios levanto su cuerpo mareado, tambaleándose. Estoy segura.

Su hermanita Fernanda estará frente a ella al igual que esa tal Marie molesta por su estado.

Le dirán lo desastroso que dejo todo y lo loca que se volvió. El desorden provocado se notará en los libros destruidos, las lámparas dañadas por el impacto de sus patadas y berrinches y ni hablar de la decoración... Futuros cuestionamientos vendrán a su mente, atormentantes más que cualquier daño material.

Intentará ser otra, Viviana es tan predecible, lo opuesto a Carlos. Agua y aceite.

"Las lágrimas en mi rostro solo demostraban el corazón roto que escondía en silencio. Me mire al espejo y estudie mis rasgos faciales, el ardor de mi impotencia y el agua salada que salía de mis ojos sin avisar. Las aparte con rapidez, mi ímpetu era débil, me dolía estarlo."

Escribí con daño colateral en mi diario, sintiéndome como ella, era un dejavú.

Sentía pena por ella pues sus pensamientos seguro recorrían ideas, pensamientos, flashes de una noche desgraciadamente inolvidable. Sexo. Amigos. Llegar ebria. Inconsciente y por simple gusto la destrucción de una recamara en mi honor me hizo sonreír.

Escuche sus voces resonar imaginativamente.

—Plebe, no te lo puedo creer de Carlos, él es... —Un imbécil que no sabe tratar a una mujer— interrumpiría enojada Fernanda. Leída y releída seguro son cada uno de los mensajes de texto, escuchara cada palabra pronunciada en las notas de voz de un Carlos destruido. El alcohol lo domino e impulso a hacer tonterías.

Y todo gracias al destino, no a mí. 

Sobre mis hombros sentía tener cargas emocionales que lastimaban más que a mi cabeza testaruda, no obstante, la cálida luz que entraba por mi ventanal distrajo de toda emoción negativa. Entre vasos, serpentinas, gorritos de fiesta, globos y de más basura rodeaba mi ¿¡recamara!?

Corrí hasta la sala, todo estaba en orden, corrí a la cocina, baño y comedor estaba impecable. Mi recamara y la terraza como un enjambre teñían a mi imaginación. Como pude arreglé mi desorden.

Aun sin poder borrar el show nocturno, me tome un respiro para ordenar mis ideas, no solucionaría nada, pero mi integridad debía estar intacta y en completo orden. Carlos no tiene ahora la misma oportunidad con Viviana.

Volví al ejercicio de imaginación y recreación de los recuerdos junto a el, hermosos y memorables charlas.

Era día de clases de danza, un compromiso familiar interrumpió mi actividad, lo recuerdo muy bien, mamá pidió que me dejaran irme antes del tiempo marcado.

Llegue a casa para arreglarme, aun presionada por mi mamá esa tarde-noche, estaba tan histérica y molesta. Baje las escaleras con rapidez y en desdén, paré secamente.

¡Todo estaba en completa oscuridad! mamá no me esperaba abajo como lo prometió, solo un enorme oso de peluche con una caja entre sus piernas me miró fijamente, abrazado con un gran moño rojo estaba allí, preciosamente.
Confundida caminé en dirección al peluche, a mis espaldas sentí tener cerca un aliento muy familiar, Carlos... me abrazo fuerte, paso sus brazos largos alrededor de mi cintura... tantas sensaciones repletas de amor por él. Tomé la caja y al abrirla un globo hizo que sonriera y mirara divertida a mi niño, en sus ojos pude notar su emoción, todo eso era demasiado cursi, sin embargo, en aquel momento para él solo era un poco de su amor, lo amaba.

Está bien, lo admito, aun lo amo como a nadie.

Un papel conciso y directo encontré en el acto de su abrazo

"¿Quieres ser mi novia?"

Sin dudarlo me gire para besarlo y sin titubear acepte. Hundiéndonos en un solo latido, con besos bien absorbidos y cariños beso mi cien con delicadeza.

—Era un verdadero sueño, —perdernos uno en el otro, olvidando en realidad el motivo de iniciar un noviazgo. — ¿Por qué estábamos juntos? cambiantes y exploradores. ¿Como dejar de amar a tu primer amor? ¿Sera mi dilema de siempre y para siempre?

El teléfono vibro en mi pantalón de pijama. Era Melina.

—¿Que? — fría y sin tacto conteste. Después de hacer sufrir a mi niño se atrevía a continuar llamándome. Agradecía que estuviera al tanto de la relación que existió años atrás, largarse del país fue muy inteligente de su parte, haciéndonos un gran favor a todos en el instituto por supuesto y ahora a Carlos también. Alejándose por mil escusas que emanaban a él y también a todos, era extraño, Melina quería irse, sin decir adiós, olvidando que éramos familia y que mis papás aun sostenían un trato con sus padres. Melina tenía menos corazón que yo o cualquiera de mi familia o quizá vive sin uno.

—Pronto nos reencontraremos, primita. —la hipocresía era mutua, no nos soportábamos y siempre competíamos en todo, sus palabras me pusieron a rezarle a todos los santos para no verla jamás. No quería tenerla cerca de nuevo en México, no ahora que Carlos estaba tan vulnerable y sin consuelo alguno.

—¿Por qué lo dices? —con nerviosismo interrogue a Melina, no estaba siendo clara y eso asustaba.

—¡¡Tus papis te enviaran un tiempo acá!! ya sabes, verano. —mi respiración se moderó y sentí que todo mi cuerpo se relajaba ante su confesión. Mil veces preferir estar con ella a solas a tener que soportarla a diario de nuevo. Con sus preguntas sobre el "Libro color menta" por suerte estaba tan lejos como necesitaba. Una corta despedida hipocritona surgió para colgar y quedar en completo silencio.

Buscar a Carlos y hacerle creer arrepentimiento era el punto número uno que había por hacer, una actividad de sábado que se iría tan rápido. Soluciones y reconciliación necesitaba en mi vida, recuperar un viejo amor y ya está. No necesitaría más.

—Pasare sobre ti si es necesario, Viviana. —en voz alta mis pensamientos sonaban inspiradores, y mi espejo confirmaba mis palabras resonantes.

Iridian y Carlos. Marque con pluma roja en una blanca hoja de mi diario. La besé con intención de marcarla con labial.

Es de buena suerte escribir el antes de cada acción a realizar minuciosamente. El fin de semana sería épico para mí, sería todo distinto, más natural y menos calculador. O eso esperaba.

Empine mis pastillas sobre mi garganta, trague y sonreí a mi espejo al salir con decisión.



Que tal lectoras,buena noche,espero y este doble cap. les guste, iri se salio con la suya,veamos si seguirá envenenando a Vivi. Me encanta como mala Iridian, es tan ndjbedufi, bonito inicio de semana!! Muchas sorpresas se aproximan con los chicos secundarios.

Mi diario se llama, LUCAH. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora