CAPÍTULO XII

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JiMin salió corriendo del edificio, bajó los escalones que se encontraban en la entrada del hospital y tropezando levemente llegó a pensar que iba a caer, pero afortunadamente no lo hizo y su cuerpo se mantuvo a salvo hasta que llegó a su auto en el estacionamiento del hospital, porque ahí, por tratar de abrir la puerta de un jalón, su mano resbaló y soltó la manija del auto que le hizo caer de trasero al suelo.

Sobó la parte afectada mientras negaba con fastidio y se levantaba regañandose a sí mismo y es que había olvidado un pequeño detalle cuando observaba su agenda; la salida registrada entre él y los otros cuatro chicos a una noche de cena y cervezas era justamente este mismo día. La reservación del lugar se estaba burlando de él por no haberla hecho.

Cuando llegó a su auto llamó a JungKook para avisarle en que iba a hacer algo muy importante, le pidió de favor que le notificará a HoSeok y que después de un rato fueran a la dirección que marcaba la ubicación enviada por JiMin. Después de un rato, JiMin llegó apresurado ingresando al restaurante para poder pedir una reservación de emergencia en el lugar y no quedar mal ante sus amigos, quienes le pidieron que está vez él iba a buscar el lugar y solicitar una mesa para todos.

—Lo sentimos mucho señor, pero en estos momentos no contamos con mesas disponibles sin reservación— sonrió amablemente la chica pero a la vez reflejaba cierta pena por no poder ayudar al hombre.

—Entiendo, le agradezco mucho señorita— reverenció y se fue.

Maldiciendo y pataleando salió del lugar y un tanto frustrado pensó en varias opciones en qué hacer para reunirse con sus amigos, era evidente que lo iban a regañar por su descuidada cabeza. Su mano en la cintura y la contraria en su frente tocando como si transmitiera la solución del aprieto en el que se había metido, caminó levemente hacia el carro y quitó su suéter amarillo pastel de lana que le gustaba demasiado y quedó en pura playera del mismo color, el clima era agradable, ni siquiera frío como para seguir abrigado y también influía que a casusa de su carrera al restaurante se acaloró levemente a pesar de ser de noche.

Cuando giró su cabeza hacia su izquierda identificó un local llamativo con esa sensación de hogar y que presumía en sus carteles tener la mejor comida casera. Tomó de nuevo su celular, llamó esta vez a HoSeok para decirle que ya tenía el lugar pero estaba más alejado del que había dicho desde un inicio, explicándole la situación porque él era más comprensivo y cuando colgó, mandó al chat grupal la ubicación.

JungKook recibió el mensaje mientras iba caminando a un costado de HoSeok, porque al ser considerado un nuevo amigo, fue integrado de inmediato a su grupo de mensajes.

—JiMin es todo un caso— rió HoSeok y observó a JungKook que también le respondió con su sonrisa.

—Estos meses que llevo de conocerlo me he dado cuenta que es muy distraído.

—Eso lo hace muy tierno— dijo el peliblanco.

JungKook observaba el perfil de HoSeok. Era un perfil perfecto admitiendo en sus adentros y tan simétrico por su nariz respingada que realmente le parecía un distintivo físico de su amigo, uno muy lindo. Cuando pudo conocerlo desde aquel día que se topó con él y con JiMin, ese día lo denominó como "el de la suerte" por el simple hecho de haber conocido a grandes personas y crear, hasta la flecha, grandes momentos juntos.

Con sus suéteres en mano y sus bolsos en otra, salieron para el estacionamiento del hospital y tomar cada uno su propio coche, sin embargo, cuando HoSeok estaba por arrancar el suyo este simplemente no prendía ¿Cómo pudo haber olvidado echarle gasolina?
Con un leve coraje salió del coche y ante la atenta mirada de JungKook quien se percató de lo que estaba ocurriendo también acompaño su acción y caminó hacia él para saber exactamente lo que sucedía.

ÉL.TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora