James Potter era alguien obsesivo, estaba obsesionado con el quidditch, con molestar a Severus Snape y obsesionado por poseer a Regulus Black.
(Historia con contenido sensible y explícito)
Artby: Likeafunerall
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Regulus miró hacia los lados, buscando a su hermano mayor, ya estaba en el 4to piso de hogwarts y la oscuridad envolvía el pasillo. La Luna alumbraba un poco el lugar, pero aún así apenas se lograba ver algo.
Dos figuras altas se aproximaban a él, logró ver quienes eran cuando apenas estaban a unos centímetros de distancia, con su varita en mano fue incapaz de alumbrar.
-Buenas noches, Reggie.
Sirius saludó con un tono dulce, caminó un poco hasta su hermano menor y le dio un beso en la frente para luego continuar con su camino, dejándolo confundido. Estaba acompañado de James Potter, este se quedó parado y no siguió al mayor de los Black.
-¡Espera, Sirius! -Regulus exclamó para detener a su hermano pero este no hizo caso, simplemente siguió caminando, el menor no entendía para que Sirius lo había llamado.
-Regulus.
La voz de James Potter era grave y estaba un poco ronca, cuando se acercó a Regulus este pudo sentir cómo olía un poco a tabaco y a pasto húmedo, seguramente había estado fumando en el patio.
-H-hola.-Regulus saludó nervioso.
James Potter era el amor de Regulus, siempre había sentido una fuerte atracción por él, el gryffindor era alegre y querido por todos, muy distinto a lo que Regulus Black era. Porque Regulus era caprichoso, distante, tímido y un idiota según muchos.
-Sirius me está haciendo un pequeño favor.
El más alto dio un paso más con una sonrisa de oreja a oreja en sus labios, la diferencia de altura era evidente, nunca habían estado tan cerca uno del otro así que era la primera vez que lo notaban.
Regulus era un manojo de nervios, tenía al chico que le gustaba parado frente a él, a solas y en un pasillo oscuro. Pero no estaban tan a solas, porque Sirius Black estaba viendo todo desde una distancia prudente para no ser visto, James era el único que sabía que estaba allí.
-¿Que sucede? -Regulus preguntó en un hilo de voz temblorosa y torpe.
-¿Vas a seguir fingiendo que no sabes? Te di mi jugo hoy, quiero algo a cambio.
