🦋Capitulo 6🦋

18.4K 2.1K 227
                                    

Nueva Orleans Pt 2

Jimin

Devoré sus labios disfrutando el sabor del alcohol en el interior de su boca, me siento muy loco, pero sigo estando consciente de lo que hago, también se que no pienso arriesgarme e ir al hotel, eso sería darle chance a arrepentirse, estamos en un muelle, estoy caliente y el bar está cerca, pero no creo que nadie más venga a coger aquí.

Sus dientes aprisionan mi labio inferior y tira de ellos como si fueran suyos, no le doy tiempo a romper el beso, introduzco mi lengua en el interior de su boca y busco la suya. Nuestras lenguas juegan en el interior de nuestras bocas, el aire empieza a ser necesario y chupo su lengua antes de alejarme un poco.

-Esto es solo sexo-. Susurra antes de volver a besarme.- no te puedes enamorar de mi, porque yo no me enamorare de ti-. Me despojó de la camisa después de desabrochar botón tras botón en medio de besos.

-Estoy. De acuerdo.-. Susurro dejándome llevar por el sabor de sus besos, su perfume me pone el libido por los cielos y ya estoy demasiado húmedo solo con besos.

Sus labios atacan mi cuello y los jadeos empiezan a salir de mi boca, es increíble todo lo que siento sin que me penetre. Me levanta por los muslos y enredo mis piernas en su cintura, siento algo debajo de mi, es la cajuela de un auto.

Sostengo su barbilla y la levanto manteniéndolo aprisionado en medio de mis piernas, las palabras sobran y el aire se siente pesado, cargado de toda la lujuria y el deseo que emana este hombre, me gusta y necesito sentir el orgasmo que sentí cuando estuve con él.

Esta vez soy yo quien ataco su cuello lamiendo y chupando la piel mientras desabrocho su camisa, lo dejo desnudo de la cintura para arriba, guío mis labios a sus pezones, logro lamer uno de ellos y el agarre en mi cuello me aleja de él con brusquedad, estampa mi espalda con el cristal trasero del auto, el agarre se mantiene y sus ojos negros buscan los míos mirándome como a su presa.

-Yo tendré el control, siempre lo tendré-. Dice y asiento con la cabeza, su lengua pasa por mis pezones ya duros desde abajo hacia arriba, mordisquea las protuberancias erectas de mi pecho y lanzó mi cabeza hacia atrás jadeando como una gata en celo.

Nuevamente sube a mi cuello mordiendo toda mi piel, no importa la fuerza que ejerce, se siente jodidamente bien, desabrocha mis pantalones y los baja dejándome en boxer encima del auto mientras el continua en medio de mis piernas.

-Me gusta que estés tan afectado con solo unos besos-. Sus dedos juguetean encima de mi glande arrancándome unos cuantos suspiros.

-Muestra eso, quiero verlo, quiero sentirlo-. Pido refiriéndome a su polla, me baja del auto con rapidez y con la misma velocidad estampa mi rostro en la cajuela del auto, siento su duro miembro detrás de mi culo y frota su erección contra mi haciendo que sienta su dureza y grosor.

-¿Quieres tenerlo dentro?-. Susurra en mi oreja, simula varias estocadas provocando que asienta repetidas veces, baja mi ropa interior hasta mis tobillos y escucho el preservativo ser rasgado, poco después lo lanza al piso y sus dedos húmedos del lubricante del condón entran en mi uno por uno.

-¿Por que. Votaste. El. Condón?, Podíamos. Usarlo. Más tarde-. Hablo entre jadeos, los movimientos exquisitos de sus dedos están llevándome al clímax

-¿Quien dice que necesito uno?, Cállate antes de que te joda sin estirar tu culo primero-. Gruñe y me quedo en silencio disfrutando las sensaciones del clímax

Mis paredes ceden ante sus dígitos y él los retira para después desabrochar su pantalón, lo siento alinear la cabeza de su miembro en mi cavidad y entrá de un solo embiste.

-¡Oh Dios!

-Me parezco, pero dime Señor Jeon, eso me prende mucho más...

-Señor Jeon-. Gimoteo apretando los ojos, él arremete contra mi con necesidad, su mano izquierda sostiene mi cintura y la derecha aprieta mi cabello tirando de los mechones de vez en cuando.

Mis paredes se adhieren al tamaño de su polla como si estuvo hecha para estar ahí, continua entrando y saliendo de mi interior y cuando pienso que no puedo sentir más placer, su mano derecha sostiene mi miembro y empieza a sacudirlo con experiencia, sus dientes se hunden en mi espalda y empiezo a cuestionarme porque me gusta esto.

-Ahh, joder, no puedo, para-. Suplico cuando perfectamente quiero que continúe y así lo hace

-Lo vamos a hacer-. Jadea en mi oído.- tengamos sexo, solo nos daremos placer hasta que mi novia vuelva o tu consigas novio-. Los estragos del orgasmo anal me invaden y solo digo que si a todo lo que pide.

-Cuando yo quiera-. Aclaro y lo escucho reír, mi miembro escupe el líquido que llevaba sosteniendo hace horas, me toma de la barbilla e introduce los dedos empapados de mi esencia al interior de mi boca.

-Cuando queramos-. Dice y besa mis labios, siento su hombría palpitar dentro de mi y segundos después me llena soltando un gruñido. -Solo nos vamos a satisfacer el uno al otro, ni se te ocurra decirme nunca que estás enamorado de mi, porque no dudaré en romper tu corazón, esto es solo hasta que mi novia vuelva y esto se termina, ¿Entendiste?

Se que sonara estúpido, pero realmente este hombre es un Dios del sexo, hasta ahora es el único que me ha dado orgasmos reales incluidos los anales cosas que no se logra así porque si.

Estoy enamorado de mi soltería, y en cuanto mi prima vuelva esto se terminará, nada pasará y todo seguirá como antes, no tengo nada que perder.

-Entendi, vayamos al hotel y continuemos allá -. Propongo y empiezo a vestirme.

Ambos volvemos al bar y buscamos a los inversionistas para avisarles que nos vamos, Carlos está comiéndole la boca a una rubia así que solo nos despedimos de Cristian quien observa mi cuello y niega con la cabeza.

-Cuidate, buena suerte con los mosquitos, te atacaron en manada-. Dice y me guiña un ojo.

-Hasta mañana-. Se despide Jungkook y salimos juntos del bar, volvemos al hotel y subimos a su habitación, solo tendremos una semana aquí, la agenda está llena, pero quien dice que siendo el secretario no puedo hacer espacio si eso quiero.

Por primera vez en veintidós años he roto la única regla que puso mi papá, "no te metas en la cama de mi socio", mi estadía bajo sus sábanas va para largo y no pienso retractarme, yo no soy un cobarde.

Por primera vez en veintidós años he roto la única regla que puso mi papá, "no te metas en la cama de mi socio", mi estadía bajo sus sábanas va para largo y no pienso retractarme, yo no soy un cobarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Buenas noches linduras 💋

¿Quien creen que caerá primero?

Pasión Clandestina [ +21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora