Pasión Clandestina [ +21]

🦋Capítulo 47🦋

"El paraíso Pt.2"
Narrador Omnisciente

1 Mes despues...

Siendo hoy su ultimo dia en Hawaii, la pareja de recien casados se pasea por las playas de dicha isla tomados de la mano mientras hablan comodamente el uno con el otro, ninguno ha tenido comunicacion con nadie de corea, ya que fue un acuerdo entre ambos el disfrutar su luna de miel y centrarse solo en ellos, nadie mas.

—Quiero mostrarte algo—. Dice Jungkook entrelazando sus dedos con los de su esposo.

Lo guía a un sitio apartado del gentío, Jimin frunce el ceño observando detenidamente la manta encima de la arena, se cruzo de brazos con molestia y su esposo lo rodeo con sus brazos desde atrás y sonrió.

—¿No te gusta?—. Pregunta

—No, yo quiero follar antes de irnos, no. Esto—. Dice apuntando hacia la manta.—¿Realmente vamos a tener un picnic o vamos a ver la luna?, eso es aburrido

—Entonces haré lo que mi esposo diga, tú mandas—. Susurra a su oído.

Jimin sonrió con suficiencia y se giro enfrentando a su esposo.

—Siempre ha sido así, precioso—. Ambos sonrieron observando al contrario.

Por ordenes del menor ambos fueron a la manta y hicieron lo que había en ella ha un lado, Jungkook levantó una ceja imaginando todo lo que podría hacer con esas cosas y el cuerpo desnudo de su amante, pero Jimin tiene sus propios planes, aunque uno o el otro, los dos llevan al mismo resultado, sexo en una manta encima de la arena en Hawaii

Esa parte de la playa está desierta porque siendo el hijo del dueño del hotel, pues Jungkook,  se encargo de que nadie transite por ahí, ni siquiera paseen, ni nada.

Esta vez es Jimin quien esta encima de su esposo comiendole la boca mientras él se da a la tarea de desvestirlo completamente, el más joven no tiene idea de que nadie va a pasar por allí, pero no le importa demasiado que lo vean montando a su marido.

Estando desnudo el rubio subió hasta lograr colocar sus rodillas a cada lado de la cabeza de su esposo, Jungkook entendió lo que su pareja está pidiendo y no dudo en hacerlo, le abrió las nalgas separandolas y hundió su rostro en medio, con su lengua empezó a recorrer los alrededores de la apretada entrada y el contrario empezó a gemir mientras pellizca sus pezones con descaro y masturba su polla con la misma intensidad.

La lengua del pelinegro se hunde en su interior una y otra vez y cada nada se pasea de abajo hacia arriba dando lenguetazos en la entrada del paraíso como le llama él.

—Umm—. Gruño el rubio dejándose atrapar por los espasmos del reciente orgasmo.

Sin decir nada más volvió a bajar hacia la ereccion de su marido y la guio a su propia entrada, tomo aire y empezó a bajar lentamente, cuando lo tuvo todo dentro inicio con saltitos que después se volvieron sentones bruscos y desesperados.

Los labios de uno buscaron los del otro y empezaron a devorar sus bocas mientras el menor cabalga en la polla de su esposo como si no hubiera un mañana.

—Eso Nene—. Gruñe.— Dale justo asi, joder, lo haces tan bien—. Gimotea cegado por la pasión y la lujuria.

—Follame así toda la vida—. Pide.— Follame así y te juro que siempre estaré aquí