🦋Capítulo 10🦋

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¡Sentimientos Encontrados!
Jungkook

Cada día que pasa intento convencerme de que esto que me está sucediendo es mera confusión, más costumbre y deseo sexual, no es amor, no puede serlo, y nunca lo será, me gusta su cuerpo, me gusta follarlo y me gusta ver cómo reacciona cuando estoy dentro, me gusta como me aprieta y como tiembla cuando soy rudo con él, eso es todo, tener una relación con una modelo que pasa medio año viajando me está sentando mal.

Simplemente necesito con quién descargarme y él es una buena opción, una excelente opción.

No voy a negar que odie ese día en que lo escuché llamarme hijo de puta, cuando te dicen la verdad en tu cara, duele sin importar las intenciones de la otra persona, y que mi propio padre me haya obligado a ver a mi madre follando con alguien cuando a penas tenía diez años, no es nada lindo, pero es una etapa que prefiero no tocar, no hablo de mi madre con nadie, no se de ella hace años.

Me abandonó, pero si pudo criar a los hijos de su amante, tengo la mejor crianza del mundo, con una madre ausente y un padre egoísta y narcisista, manipulador, egocéntrico y mujeriego, ¿Qué más podría faltarme?

—Señor Jeon—. Exclama el susodicho que no sale de mi cabeza aunque llevo una semana sacándolo a patadas.

—Entra—. Le pido, no sé si es porque lleva una puta semana ignorandome o porque la puta con la que me acosté me dejó insatisfecho, pero lo veo y me lo encuentro más sexi, más apetitoso que antes.

Lleva unos Jeans azules con algunos raspados en la rodilla, la camisa que lleva se adhiere a su figura de una forma inimaginable y no puedo dejar de imaginarlo contra mi escritorio, gimiendo mi nombre mientras estoy dentro de él mordiendo su cuello y espalda como si fuera el filete más delicioso del mundo.

Observo su cuello y ver marcas en su piel me molesta, me pone de mal humor saber que no fui yo quien dejó esas marcas en su piel, lo veo hablar, pero no logro concentrarme en lo que dice, me muestra unos papeles y las ganas de follarlo incrementan con cada segundo, su mirada busca la mía y juro por Dios que intente evitar esto.

—Señor Jeon, ¿Está escuchando lo que digo?—. Cuestiona y niego con la cabeza, la erección debajo de mis pantalones empieza a molestar y mis manos arden por nalguearlo y sostener su cuello mientras hundo mis dedos en el interior de su culo.

—No escuché una mierda—. Seré sincero esta vez.— Todo lo que puedo pensar es tenerte contra mi escritorio gimiendo mi nombre una y otra vez mientras me hundo en tu culo sin compasión haciendo que supliques que te deje en paz—. Me pongo de pie y camino hacia él

No quiere mirarme, sabe que si lo hace esta jodido y no podrá resistirlo, yo tampoco puedo, estoy enloqueciendo por estar dentro de él y me jode saber que no es correcto desearlo de esta manera.

Tomo su mentón y lo obligo a levantar la cabeza, sus ojos color miel buscan mi mirada y quedó atónito, me gusta, este mocoso me gusta y no hay forma de negarlo, pero no me permitiré cometer errores, no soy un niño de cuatro años.

—¿Qué haces?—. Pregunta y no tengo respuesta para eso, lo veo humedecer sus labios con la lengua y no puedo apartar la vista de su boca, como me gustaría ponerlo de rodillas y meterle la polla hasta el final de su garganta hasta correrme dentro.—Lo mejor será que me vaya...— dice y no puedo controlar mis instintos, me apoderó de sus labios mordiendo su boca y succionando su lengua como si todo de él fuera mío.

Pasión Clandestina [ +21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora