🦋 Capítulo 23🦋

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¡De vuelta a la realidad!
Jungkook

Corea del Sur, septiembre, aeropuerto internacional de Incheon

Fiesta, bailes, sexo sin control, noches enteras llenas de besos y caricias, un te amo en medio del Mar Caribe en la isla de Santo Domingo, República Dominicana, y todo termina al llegar a nuestro destino, salir del avión me hace sentir ese nudo en la garganta que pensé había desaparecido, pero no fue así, caminar tomados de la mano hasta que él soltó mi mano al ver a Cristopher sonriendo en medio del aeropuerto me llena de decepción, él siempre lo elegirá a él primero, nunca me elegirá a mi sobre él.

Lo veo correr hacia su padre con una emoción y una sonrisa preciosa, todo en él me parece perfecto y me llena de miedo, me asusta porque sé que ya no hay marcha atrás, estoy en ese punto sin retorno y se que me va a lastimar, se que me va a romper en mil pedazos, pero aún así continuo firme porque no quiero dejarlo ir, no puedo hacerlo.

Llego frente a mi amigo, y estrecho la mano que me ofrece, no tengo deseos de hablar, no cuando se que me chico se irá a su casa y no a la mía.

—¿Qué tal el viaje?, si ambos siguen con vida, ¿significa que se llevan mejor?—. Niego con la cabeza ante su estúpida pregunta y Jimin simplemente le dice que si.

Pasan el trayecto de regreso a casa hablando y Jimin cuenta todo lo que hicimos obviando la parte del sexo que es como un 70% de la historia, su padre queda maravillado con las fotos y siento ganas de mostrarle las mías donde esta su hijo en cuatro con el culo elevado recibiendo mi miembro sin problemas.

—Jeon, ¿quieres pasar por un trago en casa?

—Claro—. Digo, después de que estoy con su hijo no me cae bien, pero sigue siendo alguien importante para mí aunque le rompería la cara si lo veo necesario.

Llegamos a su casa y dejó mi maleta dentro del auto, Meredith me mira y sonríe, esta mujer sabe todo y finge no saber nada, me agrada, calladita se ve más bonita.

—Señor Jeon, ¿hablo con el gobernador?, recibí cientos de llamadas suyas y de su Nana preguntando por su paradero

—Ya lo llamaré luego—. Miento, no tengo deseos de discutir con quién me procreó, Cristopher me sirve un trago y Jimin me guiña un ojo antes de perderse en las escaleras.

Mi socio continúa hablando de negocios, de cosas que quiere hacer en la compañía y le doy el visto bueno a la mayoría de las ideas, ya que son buenas y se que darán frutos, toda mi concentración se esfuma al cielo cuando el ángel con el que follo baja al primer nivel y toma asiento junto a nosotros.

Lleva una franelilla blanca y unos pantalones ajustados que le marcan el tremendo culo que me como.

—Oh, por cierto, Harry vino a buscarte, este chico, Nico te trajo flores unas cuantas veces y la hija del señor Rodríguez dejo una nota para ti, dijo que la llames cuando puedas —. Siento mi sangre calentarse y no es por el alcohol, me enoja no poder exigirle que se deje de sus juegos estúpidos, odio a cada persona que se acerca, simplemente los odio.

— Papá, solo Harry, los demás me importan una mierda—. Dice y me sonríe, eso no será suficiente pequeño.

—Vaya, Harry y tú son exclusivos, eso es algo nuevo, ¿quieres hablar de ello?, ¿estas enamorado?—Jimin pone los ojos en blanco ante la insistencia de su progenitor y se pone de pie.

Pasión Clandestina [ +21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora