Pasión Clandestina [ +21]

🦋 Capítulo 33🦋

¿La primera vez?
Jungkook

El taxista continúa manejando mientras Jimin continúa encima mío diciendo incoherencias, y reclamando cosas que no pienso explicarle mientras esté ebrio, pasan unos minutos de completa tortura, no porque esté ebrio sino porque se la pasa moviéndose encima de mi entrepierna, estoy a nada de romperle la ropa y penetrarlo frente al vejete este que maneja.

—Llegaron a su destino Joven—. Me avisa el taxista y miro por la ventana dándome cuenta de que es verdad, le pago el viaje.

Salgo del auto y llevo a mi chico encima del hombro, la seguridad del edificio se quedan mirándome y asiento con la cabeza dándole a entender que todo está bien.

—¿Necesita ayuda señor?—. Niego con la cabeza y el hombre abre el ascensor para mí, entro en el aparato y aprieto los dientes con fuerza sintiendo el mordisco que me da en la oreja.

—Te odio mucho—. Susurra en mi oído y me quedo en silencio.— te odio porque me sacaste de mi zona segura y me enamoraste, me sedujiste y ahora te vas a casar con una mujer ridícula y fea, ¡fea!—. Grita en mi oído y maldigo en mi interior, eso me dejo sordo.

Llegamos a mi apartamento y me dirijo a mi habitación donde lo dejo encima del colchón, sostengo el cinturón que sostiene mis pantalones y empiezo a desabrocharlo, él tiene la mirada fija en mis movimientos y no dice nada, me despojo de todas mis prendas de vestir quedando únicamente en ropa interior, mi erección palpita debajo de la tela y peino mi cabello hacia atrás envolviéndolo en una coleta.

Me acerco a la cama y lo sostengo de las piernas para luego tirar de él, lo traigo hacia mí y empiezo a besar sus labios con dulzura y tranquilidad, no estoy acostumbrado a esto, pero lo amo y lo intentaré, introduzco mi lengua en el interior de su boca, nuestras lenguas danzan en el interior de nuestras bocas, el sabor a licor de su saliva me calienta de sobre manera y mordisqueo su labio inferior con suavidad y bajo los besos a su cuello, me contengo de morder y solo lamo la extensión pasando mi lengua de un lado a otro recorriendo cada rincón.

Le quitó la chaqueta y después la franelilla, su piel delicada y blanca queda expuesta y empiezo a repartir besos por sus hombros para luego bajar a su torso, pequeños gemidos salen de su boca permitiéndome disfrutar la melodía más armoniosa que he escuchado en mi vida. Voy bajando a su pecho dando besos cada nada, mi boca se topa con su pequeño pezón que se encuentra duro por la forma descarada en la que se está frotando contra mi muslo en busca de contacto, mi autocontrol me juega una mala pasada y mordisqueo la protuberancia de su pecho, el quejido me recuerda lo que quiere y voy bajando poco a poco hasta llegar a sus pantalones.

Desabrocho el pantalón y lo tomo de los lados, él levanta las caderas permitiéndome despojarlo de la prenda, dirijo la mirada a su entrepierna encontrándome con su erección punzante, la tela de su ropa interior tiene una pequeña mancha de humedad y me acerco hasta lamer la misma, él cierra los ojos y está vez me deshago de la única prenda que le queda dejándolo completamente desnudo y a mi entera disposición, sostengo sus piernas y tiro de él dejándolo en el borde de la cama, me agacho dejando mi cabeza a la altura de su miembro, coloca sus piernas encima de mis hombros y me acerca más a él.

—No me castigues—. Gimotea excitado, doy un lenguetazo en la punta húmeda de su miembro y lo guío al interior de mi boca, empiezo a chupar mientras succiono y muevo mi lengua alrededor de su falo, los gemidos aumentan de volumen y abro más la boca hasta sentir la punta de su polla llegar a la campana de mi garganta, aumento los movimientos de arriba hacia abajo, sus manos sostienen mi cabeza, pero no controla mis movimientos, continuo chupando y lamiendo su extensión con vehemencia.