🦋 Capítulo 26🦋

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¡Conflictos Familiares Pt.2!
Jimin

El auto continúa su trayecto mientras yo me encargo de desabrochar el cinturón del pantalón de vestir de mi jefe, él no dice nada más cuando logro liberar su polla ésta sale erecta, dura y se le marcan las venas alrededor del falo, suelta un gruñido y se acomoda en el asiento ofreciendome su sexo el cual pide atención moviéndose erguido como si tuviera vida propia.

Se hace más grande en mi mano mientras me deleito masajeando el falo de abajo hacia arriba con lentitud, la saliva se me vuelve agua cuando del glande sale una gota brillosa de líquido preseminal, el cual limpio con mi lengua, el tamaño de su miembro no me decepciona más no logro meterla toda a la boca, además de que se me dificulta por el perfecto grosor que tiene.

—Oh Dios—. Gimotea cuando me centro en la cabeza de su miembro donde succiono y paseo mi lengua mientras me ayudo con la mano derecha masajeando sus testículos y una que otra vez sacudo el falo, el sabor de su miembro es indescriptible, lamerlo y chuparlo hasta guiarlo al interior de mi garganta me pone cachondo y mi entrada se humedece y palpita deseando tenerlo dentro.—Ummm, Nene—. Su miembro palpita dentro de mi boca y acelero el ritmo de mi boca, subo y bajo apretando mi cavidad bucal haciendo presión en su polla y frena de golpe a la vez que su miembro llena el interior de mi boca de su espesa, caliente y salobre esencia.

—Señor Ceo, ¿Por qué se detiene?—. Mi voz es coqueta dejándole claro lo que quiero, él hace el asiento para atrás y me acerco buscando su boca.

—Conduzca, señorito Park—. No pienso reprochar, se lo que quiero y él me lo va a dar, me siento encima suyo dándole la espalda y sostengo el volante, él me rodea con los brazos desabrochando mis pantalones de vestir para acto seguido bajarlo.

—Hagamos esto con el auto estacionado o nos vamos a matar antes de conseguir el orgasmo—. Sonríe y hace un ruido para que lo haga, estaciono el auto en una esquina de la autopista, siento sus dedos alrededor de mi ropa interior y la hace a un lado, su dedo medio se pasea por mi entrada como le place y aprieto los dientes excitado.

—Nene, ¿crees que entrará si lo meto así?

—Lubricalo, ya he pasado estás malas experiencias con tu super verga rompiendo mi culo sin lubricante y no es lindo—. En el calor del momento se siente genial, pero el dolor de culo postfollada nadie me lo quita.

—No hay lubricante muñeco

—Tu saliva cumple con la función, unta tus dedos y metelos—. No dice nada y abre la guantera de su auto, toma un condón de allí y empieza a lubricar su miembro con el preservativo.—Que bastardo eres

—Tenia que intentarlo—. Dice y sostiene mis caderas.—Respira profundo, Nene

—Vete a la... Oh por la cruz de Cristo, espera, Jeon, mmm, santa mierda—. Sus embistes no me dieron tregua alguna, arremete contra mi cuerpo como si llevará años sin follar, sus dedos se hunden en la piel de mis caderas y gruño por lo alto sintiendo mi entrada anal estirarse recibiendo su longitud una y otra vez.

—Mierda, Nene, ábrelo más —. Me pide y quiero abofetearlo, aprieto el volante y el interior del auto se inunda con mis jadeos, sus gruñidos y el sonido obsceno de mi culo chocando con la piel de sus muslos.

Mis paredes se contraen y arqueo la espalda cuando hunde sus dientes en mi hombro y azota mis nalgas con descaro, su glande golpea mi próstata con vehemencia y aprieto los ojos dejándome llevar por las sensaciones alucinantes del orgasmo.

Pasión Clandestina [ +21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora