Todos a mi alrededor me lo advirtieron, fue la única regla de mi padre, incluso él me advirtió de los peligros de acercarme demasiado, pero cada regla fue una motivación más, cada rechazo fue un flechazo que me llevó directo a vivir esta Pasión, Por...
Nuestro regreso a Corea fue sumamente tranquilo, el entorno que antes estaba lleno de odio e incomodidad ha sido reemplazado por uno lleno de pasión y lujuria, un increíble apetito sexual que no puedo controlar cuando esos ojos negros me miran, y es que Jungkook es todo lo que está bien en la vida, tener sexo con él me da mil años más de vida y sus acciones los últimos días, es como si fuera una persona completamente diferente, si el Jungkook que me ignoraba me gusta, este que me hace suyo cada que quiere me tiene mal.
Jeon Jungkook es la lujuria hecho hombre, emana salvajismo y posesión, aún no hemos tenido la oportunidad de probar nuestros cuerpos como amantes reales porque se el riesgo que ambos corremos si lo hacemos, pero quiero hacerlo, su cuerpo y su miembro son una droga que no pienso dejar de consumir, no sin antes tomar todo lo que me pueda dar.
El fin de semana le puse un stop a Nico, su obsesión se está volviendo molesta y no es como si fuera tan bueno en el sexo para estar reclamando cosas y tampoco me gusta tanto, como antes.
-¿Tienes los documentos que te pedí?, Tengo una reunión en media hora, los necesito-. Levanto la cabeza encontrándome con los orbes azabache de mi jefe observándome, me quedo en silencio perdido en su mirada, este hombre es ese algo que no debería comerme, pero no puedo resistirme.-Park, ¿Estas escuchando?
-Si señor, yo. ¿qué dijo?, Ah si, los documentos, los llevaré a su oficina señor-. Él asiente con la cabeza y una sonrisa descarada se dibuja en sus labios, me escanea de arriba abajo y ríe con coquetería antes de irse.
"Esta provocándome", pienso para mí mismo, sostengo los documentos de la reunión y me encamino a su oficina con una sonrisa en el rostro.
-Señor Jeon-. Susurro casi en un jadeo, le coloco seguro a la puerta y me colocó frente a su escritorio, me inclino hacia adelante explicándole lo que contienen los papeles, mi camisa holgada junto a la posición en la que estoy permiten a mis pezones quedar expuestos a su vista.
-No entendí la última parte, ven y explícame de cerca-. Gruñe, su voz gruesa y tan demandante me hace temblar excitado, mi polla se endurece y mi interior se contrae de solo pensar en tenerlo dentro de mi.
Echa la silla giratoria hacia atrás permitiéndome colocarme en medio de él y la mesa de su escritorio, nuestras miradas se encuentran y bajo la vista a la erección que amenaza con romper sus pantalones.
-Esta provocándome señor, soy una persona demásiado débil y usted lo sabe
-Cerraste la puerta, ¿A que le temes o que te detiene?-. Su tono retador me gusta y me invita a hacer lo que llevo deseando desde que vi su miembro la primera vez.
-Creía que usted no es de los que follan en horario laboral, mucho menos en su oficina
-Y tú hablas demasiado-. Se quejó
Me siento en el escritorio y me abro de piernas, él se coloca en medio y sus manos empiezan a acariciar mis muslos con descaro, su mirada busca la mía e intento recordar el rosario pero no lo logro.
-Tengo serios problemas, no tengo un cambio de pantalones y estos están a punto de romperse
-Deberia echarle una mano a mi jefe entonces-. Susurro acariciando su pecho con lentitud, su mano derecha sube a mi culo y une nuestras bocas haciendo que el deseo y la necesidad de tenerlo dentro se eleven.
Su lengua se hace espacio en el interior de mi boca y no tarda en empezar con las mordidas, tengo el libido por los cielos y mi miembro ya está escupiendo líquido preseminal, como siempre la pasión y la lujuria nos envuelve y el toma los bordes de mi camisa y la abre desesperado provocando que varios botones caigan al suelo.
Sus besos y mordidas bajan por mi cuello hasta llegar a mis pezones, juguetea con uno aprisionandolo en medio de sus dientes mientras aprieta el otro con sus dedos.
-Ah, más-. Pido frotando mi erección contra la suya, la fricción creada por el roce de nuestros miembros me hace ver las estrellas y él gruñe intentando arrancarme el pantalón.
La manija de la puerta se mueve y los toques en la madera me hacen enojar, como odio las putas interrupciones.
-¡Jeon, ¿Estas ahí?, Estamos esperando en la sala de juntas-. Mierda olvidamos la reunión.
-Estoy apunto de correrme no puedes dejarme así-. Le digo casi en susurro, mi padre es quien está afuera, pero que me importa, no puedo pensar en nada más que en la sangre acumulada en mi miembro.
-La reunión es demasiado importante, te compensaré en la noche, tampoco quiero quedarme así, créeme-. Acomoda la erección en sus pantalones para que no se note tanto y hace ademán de salir de mis piernas.
Sostengo la tela de su camisa con fuerza y lo acercó a mi, la distancia entre su rostro y el mío es mínima y su respiración se vuelve aún más pesada.
-En la noche-. Repito lo que dijo y beso su boca con necesidad enredando mis dedos en su cabello y tirando de él sin querer alejarme.-buena suerte -. Digo y niega con la cabeza.
-No la necesito, pero gracias de todas formas-. Me guiña un ojo y sale de la oficina, me acomodo la camisa notando los botones que le faltan y bajo de la mesa buscando la salida.
-Tenemos que hablar-. Dice mi padre quien sigue frente a la oficina, asiento con la cabeza y me voy a mi lugar de trabajo donde me siento en la silla giratoria esperando el discurso de mi padre.-Se que es difícil para ti, cariño, pero él es tu jefe, intenta llevarte bien con él, no entiendo porque se odian tanto, dale una oportunidad
Pongo los ojos en blanco para no gritarle que odio es lo que menos siento ahora mismo.
-Tenemos ideales diferentes, no vemos el mundo de la misma manera, él es un viejo amargado y yo, ya sabes cómo soy, lo intentaré por ti, pero no me exijan demásiado ni te hagas ilusiones-. Digo y él sonríe
-Eso es bueno, en cualquier momento se va a casar con tu prima y será parte de nuestra familia, no hay necesidad de que se lleven mal, es mejor arreglarlo ahora
¿boda?, Joder es cierto, ni me acordaba de eso, pero que le vamos a hacer, él es el novio, él le debe respeto, no yo.
-Se va a casar con ella no con nuestra familia, cambien esa mentalidad retrógrada que tienen de una puta vez y déjenme a mi fuera de esto, ¿Se van a casar? que sean felices, pero lejos de mi-. Digo y salgo de atrás del escritorio, me dirijo al ascensor para bajar al primer nivel a cotillear un poco mientras llega la hora de irme.
Mi progenitor me sigue diciendo estupideces y lo echo fuera del elevador con una sonrisa en mi rostro.
-Tienes una reunión, Ve a ver a Meredith o que se yo, pero déjame disfrutar mi vida, tu tiempo paso pero el mío no.
-De acuerdo, pero dale una oportunidad a Jungkook, por mi, cuando lo conozcas mejor lo amarás, créeme -. Las puertas del ascensor se cierran y peino mi cabello hacia atrás sintiéndome frustrado y muy enojado, enojado porque no tuve un orgasmo, es por eso, nada más.
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Hola chicas 🦋 ¿Que hacen hoy?
Intentaré hacer un maratón de tres capítulos, solo pido apoyo, comentando y votando en la estrella de abajo, si quieren pueden recomendar la historia 💋
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