Jules continúa su vida después de tantas complicaciones, pero una figura del pasado vuelve a interponerse en su camino... ¿logrará dejarla atrás? ¿O cerrará si ciclo de una vez por todas?
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"suspicious"
JULIETTA BLANCO - Atlanta, Georgia.
El verano había terminado, eso implicaba el regreso a clases, el infierno de levantarse temprano y escuchar hablar a adultos especializados en una materia taladrarte el cerebro constantemente.
La última vez que asistí a Buford fue en el último año de primaria, cuando tenía 13. Ahora debía reconstruir mi vida social, eso sería aún peor.
Lo bueno es que Javon estaría allí conmigo, podría decirse que somos buenos amigos, o algo así.
Me daba una última mirada en el espejo, llevaba unos pantalones holgados negros, una remera manga corta ajustada color blanca y como abrigo una campera gris desabrochada.
Ya estaba lista, bajé a desayunar y ahí se encontraba papá haciendo algo en su computadora mientras desayunaba un bowl de frutas, se veía concentrado.
- buenos días, pa.
- buenos días, lucesita, te dejé un poco de café y tus barras energéticas están en el segundo cajón de la alacena.
Fui directo allí, miré la hora en mi celular y estaba medio justa con el tiempo, como iba caminando tardaría más de lo normal en llegar, entonces decidí poner algo de café en mi vaso térmico y agarré una de las barritas del cajón.
- ya me voy pa - informé mientras me colgaba la mochila de un solo hombro.
- ten un lindo día - me dedicó una última sonrisa.
En el trayecto fuí relajada mientras escuchaba música desde mis auriculares y desayunaba, era una mañana fresca pero tranquila, estaba perfecto para caminar.
Pero toda tranquilidad terminó cuando me acerqué a la entrada de la escuela, había demasiada gente y la mayoría reencontrandose con su grupo de amigos.
Me gustaría que Ben esté aquí...
Entré en el interior, recorriendo los pasillos, no tenía ni idea que hacer, ni en donde dejar mis cosas, justo allí me llegó un mensaje de Javon.
"Te veo :)"
Fruncí mi ceño y lo busqué con la vista, no lograba encontrarlo, como no haya venido iba a-
- ¿necesitas ayuda? - me sorprendió tomando mis hombros desde atrás, pegué un respingo ante su voz grabe y su fragancia masculina a pocos centímetros de mí.
- hola Javon, un poco, la verdad.
- ya le pedí a la directora tus horarios, y tu número de casillero, tienes el 35 - informó.
- gracias - le dediqué una sonrisa para agarrar el papel y dirigirme hacia ése casillero.
Guardé mis cosas y tiré el papel de la barrita en un cesto de basura.
