Jules continúa su vida después de tantas complicaciones, pero una figura del pasado vuelve a interponerse en su camino... ¿logrará dejarla atrás? ¿O cerrará si ciclo de una vez por todas?
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"Snow Reflections"
JULIETTA BLANCO - Atlanta, Georgia.
- ¡¿Dejaste que se fuera?! - interrogó Ben, atónito.
Nuestros respectivos padres nos habían obligado a organizar el ático de casa, ahora nos encontrábamos colocando algunas cosas que no tenían utilidad dentro de una gran bolsa negra de consorcio.
- ¿Qué esperabas que hiciera? ¿Que le perdone lo que le hizo a Rebecca?
- ¿y tú le crees a una casi desconocida?
- es mi amiga, Ben - corregí, arrojando un extraño póster de alguna banda de metal en la extensa bolsa.
- no puedo creer que le creas a ella...
- ya sabes lo que dicen, es mejor creerle a una víctima que a un posible victimario.
- pero ésa regla deja de funcionar cuando sabes que es prácticamente imposible que el victimario haya cometido todas las cosas de las que fue acusado.
- Ben, deja de defenderlo - dí algunas negaciones con mi cabeza.
- no lo estoy defendiendo, Jules, es algo de lógica. ¿Ésa chica te ha mostrado pruebas? - mordí mi labio inferior, sin poder verbalizar respuesta - ¡Lo ves! No tiene ningún tipo de sentido su acusación.
- tal vez sí me precipité - admití bajando mi vista hacia la bolsa repleta.
- yo digo que investigues los hechos antes de sacar conclusiones.
- no lo sé, Ben - suspiré - tal vez esto fue una señal del destino para que lo deje atrás de una vez por todas - le hice un nudo a la bolsa y la cargué sobre mi hombro - además... las cosas con Ashton van bastante bien, a pesar de que aún no ocurrió nada en concreto.
- ¿Pero él te hace sentir igual o mejor que Javon? - bajé mi vista. Prefería no preguntarle éso a mi cabeza.
Aunque la respuesta es más que obvia.
- iré a dejar ésto en el contenedor de basura - aseguré mejor el peso sobre mi espalda y me dirigí hacia abajo.
[...]
Cerré la puerta de mi casillero y, al igual que todos los días, Ashton me esperaba recostado en el casillero de al lado con su característica sonrisa.
- Buenos días - se acercó a mí y dejó un beso en mi mejilla.
Inmediatamente el recuerdo del último saludo por parte de Javon invadió mi mente.
La manera en que todo mi organismo se estremeció ante su mínimo gesto contrastaba perfectamente contra la sensación que Ashton había dejado en mí.
