VIRUS TENEBRIS-Terminada.

¡HABÉIS MATADO A MI MAESTRO!

Sótano del bar de Max

—¿Qué mierda?—exclama el detective Jeon, con el pulso acelerado y aún jadeando por lo sucedido—¿Dónde coño está, el cadáver del doctor?.
—Parece, qué también fingía estar muerto.
Su compañero el detective Park, se ha desplazado unos metros más atrás y en cuclillas, observa los restos sobre el suelo empedrado, para seguidamente envolver con cuidado su mano con un pañuelo de papel y arrancar la daga de plata de la masa gelatinosa, de lo que antes era el abdomen del vampiro.
—Debe ser una técnica de distracción, se hacen los muertos…y después…
—Después, te atacan—afirma Jeon—¡Joder!,¿Y ahora, dónde se ha metido?.
Mientras con el papel limpia el filo de la daga, Park Jimin suspira encogiéndose de hombros.
—Seguramente, estará escondido en algún oscuro lugar, esperando para acabar con nosotros, pero nosotros tenemos esto—. Manifiesta tras limpiar el arma, y esconderla dentro de la cintura de sus pantalones.
Jeon Jungkook, sacude su cabeza pesaroso mientras comienza a ascender la escalera.
—Vamos, acabemos con esto… pero ¿Sabes una cosa?,  no creía que ese trasto fuera a funcionar, pero si lo ha hecho y sin embargo, me siento un poco decepcionado.
—Yo también—afirma el detective Park, echando un último vistazo al montón de sustancia asquerosa, negra y viscosa, para subir la escalera tras él—.¡Creí, que explotaría o algo así!.
—¡Eso te ocurre, por mirar demasiado la televisión!.
Sin embargo, cuando Park está a punto de replicar, un fuerte golpe se escucha en el piso superior.
Rápidamente, el detective Jeon  Jungkook apoya su dedo índice sobre los labios de su amado Park Jimin, para después y en mitad de la escalera, apresurarse a recargar y amartillar su arma.
—¡Vamos, la garrapata está arriba!.
El detective Park asiente en silencio, al mismo tiempo que saca su daga.
Con varias zancadas, los policías llegan al piso superior y moviendo rápidamente sus linternas, rebuscan por todos los rincones.
—¡Maldito chupasangre!—exclama Jeon frustrado—¡Aquí no está, debe haberse largado!.
Sin embargo, es ahora su compañero quién se lleva el índice a los labios, mientras ilumina con su linterna un oscuro rastro en el suelo.Se trata, de un reguero de sangre oscura, que se dirige desde la escalera, hasta los servicios.
Seguidamente y en silencio, los dos policías armados, se adentran en los baños donde con precaución abren las puertas, y para su sorpresa, los encuentran desiertos.
—¿Dónde…?
De repente, desde la densa oscuridad tras la barra, el doctor Chen, salta sobre ellos con una velocidad y una fuerza sobrehumanas.
—¡MALDITOS!,¡HABÉIS MATADO A MI MAESTRO!.
—¡Ayúdame, quitármelo de encima!—aulla Jimin sintiendo el peso sobre su cabeza y su espalda.
—¡Vamos Jimin,clávale la daga!—le increpa Jeon, mientras  apunta su arma intentando obtener un blanco seguro—¡No puedo disparar, sin arriesgarme a herirte!,¡Clávale la daga!.
Sin embargo, el que antes era el débil doctor Chen, ahora es un ser más fuerte y rápido y en su forcejeo con el detective Park para intentar clavarle sus afilados colmillos, parece que lleva ventaja y agarrándose a su lomo, tiene sujetos los brazos del detective, Impidiendo que este le clave el arma.
—¡No puedo más, no puedo!—jadea Jimin casi sin fuerza—¡No podré evitar que me muerda!.
Angustiado, el detective Jeon se mueve de un lado a otro con su arma en las manos, sin apartar la vista de la lucha, cuando de repente, observa cómo su amado comienza a desfallecer, hecho que su atacante también percibe, aflojando la presión en su brazos.En ese preciso instante, Park Jimin, aprovecha para deshacerse de su agarre y escurriéndose hacia abajo  gira sobre sí mismo y con un veloz movimiento, le clava la daga en el cuello.
Con horror en la mirada, el doctor Chen, cae al suelo de rodillas, mientras sus manos revolotean intentando arrancar el arma, pero ya es demasiado tarde, y la sangre de muerto está haciendo su efecto.
—¿Estás bien?.
El detective Jeon, se apresura a auxiliar a su compañero quién sentado en el suelo y apenas consciente, observa cómo su amigo el forense Kun Chen, se convierte ante sus ojos, en un amasijo de pulpa sanguinolenta.
—Si, estoy bien—jadea Park, ayudado a incorporarse por el detective Jeon—¡De repente, he recordado mis clases de Taekwondo!.
Sin poder contener su emoción, Jeon Jungkook abraza a su amante, después, se separan unos instantes para seguidamente, fundirse en un cálido y apasionado beso.
—Bueno, parece que lo hemos conseguido—susurra Jungkook con un guiño.
—¡Si,somos cazadores de vampiros!.
Seguidamente, ambos quedan en silencio.
—¿Qué hacemos ahora?—inquiere Park, saltando ágilmente la barra para acceder a la cafetera.
Jungkook le imita.
—Para empezar, llamar al capitán Yamamoto y que vengan a limpiar toda esa porquería—afirma sacudiendo sus manos y torciendo el labio, con un gesto de asco—¡Después,disfrutaremos de un delicioso "capuccino"!.

Continuará…