VIRUS TENEBRIS-Terminada.

LA DAGA DE PLATA

17:00
Pacientes,ambos detectives observan al joven en silencio.
Repentinamente, Simón se siente presionado y nervioso se pone en pié.
—¡De acuerdo, está bien!—exclama agitando los brazos—¡Voy a contaros todo lo que ocurrió!.
Con una sonrisa cómplice tras la mascarilla, Park se sienta más cerca de Jeon para escuchar la historia.
—Fue hace varios años, cuando trabajaba como forense en la policía y mi superior, era el inspector Tanaka.
Después de esta introducción, Simón nuevamente se sitúa en una de las butacas
—Todo era normal en la morgue,ya me entendéis:homicidios, suicidios, accidentes, hasta que comenzaron a llegar víctimas fallecidas en extrañas circunstancias.
—¿Extrañas circunstancias?—inquiere Park, alzando las cejas y volviendo su rostro hacia su compañero.
—Todas las víctimas, presentaban profundas laceraciones en brazos y abdomen, infligidas con algo parecido a unas garras.También encontramos restos de saliva y pelo de animal.
El detective Jeon, parpadea sin poder contener una expresión de asombro e incredulidad.
—¿Licantropos?
—Si—afirma Kwon, con los ojos nuevamente húmedos, pero tras un instante, mutan en una terrible expresión cargada de odio.—¡Ellos, asesinaron a un montón de gente, incluidos un niño, al editor de una revista de prensa rosa, al actor Park Hyung Sik a su novia Park Bo Young y a IU, una pobre actriz trasnochada no sin antes, transformar a mi amado Tanaka en uno de ellos, para después asesinarlo desgarrando su garganta ante mis ojos!.

Tras estas palabras, el joven rompe a llorar, al tiempo que el detective Park  a su lado, intenta acercar su mano apoyándola en su hombro  para intentar consolarlo.Sin embargo, al sentir su contacto, Simón Kwon da un respingo y airado se aparta.

—¡No me toques!,¡No te atrevas a tocarme!,¡Mantén las distancias!—gruñe enloquecido—.¡Por vuestras miradas,se que no creéis nada de lo que os digo!.

—Está bien, calma amigo—susurra Park levantando sus pequeñas manos en señal de disculpa—solo,queremos ser amables y comprarte esa maldita daga.
Sin embargo, Kwon está muy lejos de calmarse.
—¡Los hombres lobo, si existen!.
En ese instante,ambos policías contemplan aterrados,como las venas en los ojos del joven ex forense, comienzan a llenarse de sangre y sus pupilas, se reducen hasta convertirse en un diminuto puntito, mientras en su boca entreabierta y babeante, se vislumbran unos afiladisimos colmillos.
—¡Joder!—exclama el detective Park, saltando hacia atrás un par de metros  junto a su compañero, el cual tiene ya la pistola amartillada en su mano.
De repente,las puntas de las orejas de Kwon crecen y sus brazos y su rostro comienzan a cubrirse de músculos y de vello, al tiempo que sus manos se transforman en enormes y espantosas afiladas garras.
Sin embargo, instantes más tarde como si de un hechizo se tratara, la transformación de Simón Kwon, se detiene, y en pocos segundos, su aspecto vuelve a ser del todo normal y con calma y como si no hubiera ocurrido nada, regresa tranquilamente a su puesto trás el mostrador.
—¿Qué puñetas ha sido eso?—exclama Jeon Jungkook apuntando aún su arma.
Sin responder, Kwon rebusca en uno de los cajones inferiores del aparador, después, deposita algo alargado envuelto en una tela blanca manchada.
—El hombre lobo que mordió a Tanaka, también me mordió a mí…yo también soy un licántropo, pero después de tanto tiempo, he conseguido controlar el ansia y puedo transformarme a voluntad.
Con reticencia,el detective Jeon se aproxima y mientras sigue apuntándole con su arma, con su otra mano libre, desenvuelve el paquete.
—Es la daga de plata, impregnada en sangre de muerto—afirma Kwon—con ella, podéis matar a los vampiros.
Sin dejar de apuntarle, Jeon Jungkook, envuelve de nuevo el arma en la sucia tela y seguidamente, la guarda en el bolsillo de su chaqueta.Seguidamente, dirige la mirada hacia su compañero el cual asiente con la cabeza.
—¿Qué ocurrió, con el licántropo que os atacó a ti y a tu compañero?—inquiere Park Jimin manteniendo las distancias.
—No lo sé…Después, de que ese tal Jeon su maldito neófito, saltara sobre la garganta de su creador para salvarme de sus garras, me llevó a su casa y cuidó de mí. Al cabo de unos meses tras prometerme que iríamos a por él, me abandonó para ir él solo, tras ese monstruo depravado y sanguinario.
Ambos detectives, vuelven a cruzar sus miradas.
—Pasado un tiempo sin tener noticias, decidí montar este negocio para dedicarme a vender a otros cazadores, todo lo necesario para derrotar a los seres malignos que pululan por la tierra, sin que seamos conscientes de ello.
—Un monstruo, que caza monstruos—susurra el detective Park.
—No—responde Kwon—yo no los cazo, solo ayudo a quien los caza…y ahora que tenéis lo que necesitabais…
—Si,nos iremos—concluye Jeon guardando su arma— gracias Kwon.
Los dos detectives se dirigen a la puerta,mientras Simón Kwon tras el mostrador, permanece con una expresión vacía en su mirada.
—Suerte cazadores, aquí me tenéis en "Luna de sangre", por si necesitáis algo más…

Continuará…