EN LA GUARIDA

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Comienza a oscurecer, cuando tras dejar a Simón Kwon de nuevo solo tras el mostrador, los detectives abandonan la tienda, no sin antes echar un último vistazo.

Para el detective Park,Kwon,no es más que un pobre chico que vive con la carga de tener un lobo asesino atrapado en su cuerpo,al que siempre debe controlar,para poder sobrevivir.

Pero para el detective Jeon, Simón, es mucho más, es un monstruo a quien también habrá que destruir,tarde o temprano.

—Ya tenemos la daga,¿Cuál és,nuestro siguiente paso?—inquiere Park, sentándose en el asiento del copiloto con el arma envuelta sobre su regazo.

Su compañero, ocupa el asiento del conductor.

—Iremos al bar de Max, allí es donde se encuentra nuestra garrapata.

Park asiente,reflexiona unos instantes y pregunta de nuevo.

—¿Y el doctor Chen?.

Sin devolverle la mirada,el detective Jeon, enciende el motor del coche,suelta el freno de mano y pisa el acelerador.

—Si,es un vampiro…también lo mataremos y acabaremos de una vez, con toda esta mierda.

El resto del camino hasta llegar al bar de Max,los dos detectives permanecen en silencio,concentrados en sus propios pensamientos.

Minutos más tarde tras llegar a su destino y descender del auto, el detective Park se adelanta y con un movimiento rápido e impetuoso ,arranca la cinta policial que aún sigue pegada a la jamba de la puerta, para seguidamente introducir una llave en el cerrojo de la persiana y con un enérgico tirón levantarla.

—¡Shhh!,¿Qué te ocurre Jimin?—chista su compañero alcanzando su arma, sorprendido ante el exceso de ruido y energía—¡No hagas tanto escándalo,van a descubrir que estamos aquí!.

—¡Saben perfectamente que estamos aquí!—responde este en tono molesto, accediendo a la zona que hay junto al pilar tras la barra, de un par de zancadas.—¡Pueden captar nuestras auras y los latidos de nuestros corazones a kilómetros de distancia!.

Con su arma cargada entre sus manos, el detective Jeon observa el extraño comportamiento de su compañero,el cual con el ceño fruncido y sigilosamente se dirige a la parte trasera, donde está el acceso a la bodega.

—¿Pero, qué te ocurre Jimin?,¿Por qué, estás tan cabreado?.

Sin responder y empuñando la daga de plata entre sus pequeñas manos apuntando al frente,el detective Park comienza a bajar la oscura escalera.

No necesita descender mucho, para observar que el cuerpo del forense, está tirado en el frío suelo del sótano junto al ultimo escalón.La piel de su rostro, las manos y los pies, ya presentan la lividez y las señales de la muerte de los tejidos.Sus pupilas  dilatadas voltean hacia un rincón, mientras su boca torcida en un horrible espasmo, muestra sus colmillos a medio brotar.

—¿Está muerto?—inquiere Jeon aproximándose.

—Si—responde Park, después de comprobar con sus dedos la ausencia de latido en el lívido cuello de Chen—ya no tendrás que acabar con él,parece que el Covid lo ha hecho por tí.

—¿Estás seguro?.

—¡Claro que estoy seguro,su corazón no late y puedes ver lo que la muerte está haciéndole a su cuerpo!—exclama, cubriendo el cuerpo del joven forense con su propia chaqueta—¡Y si,estoy cabreado, porque hablaste de matar a Chen, como si fuera una rata apestosa!,¡Era un compañero y un amigo!.

Sin embargo, el detective Jeon no se inmuta y dando la espalda a su colega y amante, se dirige hacia el fondo de la bodega con su arma y su linterna a punto.

—Es cierto,sin embargo era un vampiro y nuestra misión es acabar con esos chupasangre.

Apuntando su haz de luz,el detective Jeon descubre que solo un par de escalones, los separan de otra pequeña,oscura y fresca cámara donde reposan otro montón de grandes barricas de madera.

—Aquí, ya estuvimos y no encontramos nada.

Tras él,el detective Park agita también, su luz sobre los barriles.

—Cierto…—afirma Jeon—pero estoy seguro, de que Chen fue atacado aquí y que aquí es, donde se esconde ese ser oscuro asesino y sanguinario…Y solo tenemos que encontrar su guarida. 

Apuntando sus linternas sobre los escalones, ambos detectives entran en la pequeña estancia,donde un vaharada de asqueroso hedor los recibe, golpeandoles en las narices como un puñetazo.

—¡Por dios!,¿A que huele aquí?–protesta Park, cubriéndose la nariz y la boca con las manos.

—Huele a guarida de chupasangre muerto,¡Qué és cómo va a estar, en cuanto demos con él!.

Seguidamente, el detective Jeon llega hasta la pared más alejada de la estancia, sin encontrar absolutamente nada.

—¡Es imposible,ese maldito tiene que estar aquí!— exclama mientras golpea con frustración, el muro con los puños.

En ese instante, el tabique que ha golpeado Jeon se desplaza lentamente con un ligero chirrido, dejando el espacio suficiente para poder acceder a otra sala más amplia que la anterior, repleta también de barricas y estantes.

Continuará…

VIRUS TENEBRIS-Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora