VIRUS TENEBRIS-Terminada.

¡ESTOY CANSADO!

Visiblemente agotados y al límite de sus fuerzas,los dos detectives observan desde la barra, como su capitán alcanza la salida con un par de largas zancadas y desaparece.

—Es bueno, este café—comenta Park.

—Si, el capitán es muy diestro en todo—afirma Jeon—y, se ha llevado la daga.

—Si.

Seguidamente, vuelven a quedarse en silencio y ensimismados, remueven lentamente el café en sus tazas, mientras fuera en la calle, aparecen los primeros reflejos de las luces de las ambulancias.

—Ya están aquí los forenses.

—Si.

—No entiendo—murmura Jeon—para qué querrá ir el capitán, a "Luna de sangre" a ver a Kwon.

—Tal vez, para darle las gracias por la daga—responde Park.

Sin moverse de sus taburetes, ambos detectives observan en silencio, como los técnicos del laboratorio ataviados con sus trajes y máscaras epi, y cargados con su material, invaden el local.

Uno de los agentes, cuyo rostro aunque cubierto con una mascarilla les resulta muy familiar, se aproxima a ellos.

—Buenas noches detectives.

Con expresión de asombro, ambos detectives cruzan sus miradas.

—¿Agente Choi?.

—Él mismo—afirma el recién llegado, echando un rápido vistazo —me han ordenado supervisar, la limpieza de este local. 

Park, sacude la cabeza en dirección a la sopa pringosa en el suelo.

—No creo, que eso haya sido buena idea.Pero no es asunto nuestro…¿Verdad Jeon?.

Sin embargo, el detective se halla de nuevo removiendo su café con la mirada perdida.

—Jungkook…¿Qué ocurre?.

Jeon Jungkook parpadea.

—Estoy cansado…y tengo hambre.

—Yo también me siento así, amor—responde Park—aguanta un poco y en cuanto terminen el agente Choi y los suyos, nos iremos a casa.

Pero las palabras de su compañero, no parecen convencerle.

—¡No!,¡Estoy cansado, de ser policía!—exclama saltando repentinamente del taburete—¿Por qué, no nos quedamos con este bar?,¡Dijiste que podría dedicarme a esto y que mis cafés son deliciosos y equilibrados!,¡Incluso Chen lo dijo!.

Sin decir nada,su compañero le observa.

—¡Vamos Jimin, compremos este bar para servir café, cerveza, vino y deliciosos bocadillos!—insiste—¡Además, después de tanta muerte aquí dentro y a su alrededor, seguro que nos rebajan el precio!.

El detective Park,sigue sin responder.

—¡Venga Jimin, se que tú también estás harto de perseguir ladrones, asesinos y todo tipo de criminales, y que no deseas ser un cazador de vampiros!.

Park, sacude su cabeza.

—Si, dije que podrías dedicarte a esto, y he de confesar que a pesar de todo lo que ha pasado, me agrada mucho este lugar, la luz tenue, la barra, la cafetera, incluso todos los estantes y las barricas que hay abajo, en esa fría y lúgubre oscuridad.

Jeon Jungkook, se aproxima para sentarse justo enfrente, a pocos centímetros.

—¿Pero?—inquiere en un susurro, mientras sus largos dedos apartan con delicadeza, el mechón de cabello que cubre uno de los hermosos ojos de su amado.

—Pero…—prosigue Jimin,con una sonrisa—¿Seremos capaces de transformar nuestras arriesgadas vidas como policías, en las tranquilas vidas de los dueños de un bar?.

El detective Jeon Jungkook, se acerca aún más y lentamente coloca sus manos una a cada lado del rostro de su amado, Park Jimin.

—Te quiero y si tú lo haces, yo también lo haré.

Seguidamente, aproxima con delicadeza su boca y sin importarle quién los esté observando, tiernamente lo besa.

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El capitán Yamamoto, se halla justo en frente de la fachada del edificio menudo y trasnochado donde se encuentra la tienda esotérica llamada "Luna de sangre".

—Bueno Kwon—susurra para si, mientras desciende los tres escalones frente a la enorme y vieja puerta de madera y cristal—parece, que has ayudado a terminar con ese par de inútiles: el idiota de Chen, que casi hace que Park y Jeon me descubran y ese viejo vampiro sin nombre venido del pasado.

Luchando contra su deseo de atravesar la madera de un puñetazo, el capitán se limita a golpearla llamando suavemente.

Al cabo de unos minutos, en el interior se escuchan pasos que se aproximan y después una voz.

—¿Quién es?, es medianoche…¿Qué desea?.

—Soy el capitán Yamamoto—responde este colocando su placa frente a la mirilla—no le molestaré mucho tiempo, solo venía para agradecer su colaboración.

En el interior, Kwon respira aliviado al ver su identificación, después procede a abrir los cerrojos que protegen su vivienda.

—Capitán, me honra con su visita.

Con una sonrisa bajo su mascarilla, el policía alto y corpulento se inclina levemente, para cruzar el umbral.

—Más agradecido te estoy yo, por haber proporcionado está increíble y poderosa arma a mis detectives.

Seguidamente el capitán, saca la daga de su bolsillo para después de voltearla sobre su palma, depositarla sobre el mostrador.

—Ha sido un placer.

La mano de Kwon se posa sobre el arma, pero el capitán veloz se la arrebata nuevamente.

—Una curiosidad,¿Este arma, tiene alguna otra función, aparte de matar chupasangres?.

El instinto de Simón Kwon es rápido, pero no lo suficiente, para esquivar el certero golpe de la daga de plata que de repente, atraviesa su pecho.

—Otra función—susurra el capitán Yamamoto en su oído, mientras Kwon, queda sentado en el suelo con la daga clavada en su corazón. —como la de matar asquerosos y estúpidos licántropos.

Minutos más tarde, cuando el capitán se halla a varios metros del edificio, se produce una terrible explosión y el viejo y destartalado edificio es pasto de las llamas.

Continuará…