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El normalmente malhumorado y soñoliento de Min Yoongi, los deja hoy a todos sorprendidos porque su piel irradia tersidad, sus ojos brillan y la sonrisa boba les hace indicar a cada persona que le ve, que este fin de semana el pálido se lo ha pasado estupendamente bien, además del aire de suficiencia que va destilando.

Un dulce beso en la mejilla es entregado a Siyeon que se lo devuelve de igual forma, aunque a esta poco le dura el buen humor, pues un Taehyung lleno de marcas en el cuello, aparece un minuto después de su amigo.

- Anda, el presidente parece que ha ligado este fin de semana, qué ordinariez ir enseñando los chupetones así — dice Yoongi, lo suficientemente alto como para que Taehyung lo escuche, que sonríe sin decir nada — dile a ese caliente que no tiene que marcarte como ganado.

- A mi novio le gusta decirle a todo el mundo que soy solo suyo — responde el castaño, girándose a mirarle — aunque él lo sepa de sobra.

El pelinegro quiere gritar, chillar de la felicidad y escalar por el cuerpo de Taehyung para darle un besazo en los labios delante de toda la gentuza que siempre los observa, los critica o los envidia, de demostrarle a su mejor amiga que todo se puede arreglar mientras ellos quieran.

- A ver cuando me lo presentas, tengo que decirle unas cuantas cosas oscuras sobre ti — ronronea Yoongi, pasando por su lado, a la vez que sus manos rozan de la forma más sutil que pueden.

Solo una pequeña risita ladina sale de los labios de Taehyung, que deja un golpecito en la frente de Yoongi para marcharse a su clase, dejando a la pareja de amigos ahí mientras Siyeon mira sospechosamente al pelinegro.

- Te ha molestado menos de lo que pensaba el que Taehyung tenga novio — dice esta, aceptando gustosamente que Yoongi le entrelace la mano — la otra vez montaste un espectáculo en mitad de todo el mundo ¿Qué ha cambiado Yoonie? — el pálido la mira, reteniendo su sonrisa — cuéntame.

Que el novio soy yo; piensa, deseoso de querer contárselo a su amiga, pero sabiendo que, si lo hace, ella volverá a empezar con sus preocupaciones y no quiere perder este momento que tiene con Taehyung.

- No me molesta, puede hacer lo que quiera con su vida, ese ser del mal no me toca absolutamente nada — dice, sonando convincente a los oídos de Siyeon.

Le dan ganas de reír en el momento en el que las manos de Taehyung se deslizan por todo su torso hasta llegar a su trasero y apretarlo fuerte, solo de recordar que hace un par de horas le dijo a su amiga, que no le tocaba nada

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Le dan ganas de reír en el momento en el que las manos de Taehyung se deslizan por todo su torso hasta llegar a su trasero y apretarlo fuerte, solo de recordar que hace un par de horas le dijo a su amiga, que no le tocaba nada.

- ¿De qué te ríes? — pregunta Taehyung, con diversión entre beso y beso dejado en su cuello — yo también quiero reírme.

- Esta mañana le dije a Siyeonie que no me molestaba que tuvieses novio porque eres un ser del mal que no me tocaba nada — explica este, subiendo sus manos conforme el castaño le retira la camiseta — es gracioso ¿Eh? — Taehyung asiente, yéndose ahora a desabrochar sus pantalones — ¿Vas a venir esta tarde a casa? Podemos estudiar juntos, Taetae.

- No voy a ir, Yoon — le dice, dejando sutiles besos por la piel a la que empieza a tener acceso, mirando el puchero que le pone — tengo que comprar algo.

- ¿Qué es más importante que yo? — pregunta, soltando un jadeo final por cómo Taehyung besa su clítoris por encima de la tela del tanga que lleva — deberías aprovechar hasta el último momento con tu chico.

- Tu regalo de cumpleaños, cariño — dice, antes de deslizar la prenda hacia abajo.

Es entonces cuando cae en la cuenta de que apenas faltan unos días para que su cumpleaños sea finalmente, donde cumpla 20 añitos que son las puertas para esa vida que tanto desea, esa que va a empezar a vivir con Taehyung a su lado.

Pero las manos de Yoongi se aprietan contra el borde del pupitre cuando Taehyung abre sus labios con dos de sus dedos y su lengua se desliza lentamente contra su sensible clítoris, ese que está a nadie de volverse aun más a causa del periodo, haciendo que el pelinegro se muerda el labio con fuerza con tal de no gritar el nombre del castaño.

- Grita, Yoongi — dice este, mirándole con brillo en los ojos — dile a todos quién es el que mejor te hace sentir, quién es el dueño de esto, quién es completamente tuyo.

Aun así se mantiene en todo el silencio que puede, hacer un espectáculo de ese tipo en mitad del instituto no es lo mejor que puede hacer respecto a su historial académico mientras disfruta de cómo la lengua de Taehyung le tortura de forma perfecta, acompañándole sus dos dedos dentro de su intimidad, penetrando una y otra vez, llevándole a ese cielo al que solo él es capaz de acceder.

- M-Me pondré una falda p-para ti — consigue gimotear, sintiendo que las lágrimas acuden a sus ojos, previas al orgasmo que está a segundos de tener.

Esas palabras suenan como preciosas melodías en sus oídos, obligándose a sí mismo a chupar y succionar con más ahínco, bebiendo del clítoris de su chico como si no hubiese nada más en el mundo, sintiéndose poderoso cuando el espasmo recorrer su lengua y las manos de Yoongi le tiran del cabello debido a ello, haciéndole incluso daño.

Un beso sucio los une antes de que Taehyung termine de enterrarse por completo, disfrutando de la clase de matemáticas a la que no han vuelto a ir.

Converse high ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora