43 ✓

62 8 4
                                    

A causa de los distintos juicios y cosas que tienen que hacer en el bufete, no todos los días la pareja se va junta a trabajar y Yoongi, a titulo personal, está muy contento de no haberse encontrado a su vecino ninguno de los que ha tenido que salir solo.

Se siente orgulloso de lo bien que está llevando el tema de Taehyung, pensó que se derrumbaría y se moriría de pena al encontrárselo, pero vivir con Jimin a su lado es algo tan dulce y maravilloso, que tardó apenas unas horas en volver a perderse entre sus brazos, en volver a sentirse mimado y amado realmente.

Después de haber confirmado por la mirilla que el rellano está solo y no hay ninguna persona non grata ahí, se decide a salir, sonriendo con picardía porque es otro día más que no tiene que verle.

Algo que no ha aprendido Min Yoongi después de todos los años de vida que tiene, es que el destino le va a llevar una y otra vez a Kim Taehyung.

La puerta del ascensor se abre y la expareja choca con el contrario, siendo el pálido recogido por el castaño antes de que se caiga al suelo; cada célula del cuerpo de Yoongi reacciona a la gran mano de Taehyung en su brazo y cintura, a su colonia colándose por sus fosas nasales, a la gran presencia que ha tenido siempre.

- Ten cuidado, vecino — dice con simpleza, mirándole desde arriba, deseoso porque los ojos de Yoongi se dirijan a los suyos — podrías hacerte daño si te caes.

- Suéltame — susurra, llevando él sus manos al pecho del contrario — déjame en paz, ya lo has hecho antes.

Por estar mirando al suelo, Yoongi no es consciente de que Taehyung le mira con toda la ira del mundo, soltándole en ese mismo momento, para comenzar a andar hacia la puerta de su casa, no sin antes golpear su hombro.

Un pequeño susto se lleva Yoongi al escuchar la puerta cerrarse de golpe, quedándose ahí los segundos suficientes como para que Taehyung tenga la oportunidad de volver a abrirla.

- Me debes tantas explicaciones que no sé ni por dónde empezar a pedírtelas — gruñe Taehyung, acercándose a él; los ojos de ambos chocan en el espejo del ascensor, miles de sensaciones llenando el cuerpo y el cerebro de los dos.

Y en un pestañear de ojos, el pálido no se lo piensa cuando se gira y lo empuja, sorprendiéndolo para bajar las escaleras con rapidez, queriendo huir lo más pronto posible.

Taehyung suspira con derrota y se gira hacia su casa, sospechando que este no ha sido el mejor método para iniciar una conversación con su expareja, sabe que tiene a huir de los malos momentos cuando no quiere afrontar algo; la ecografía de su bebé lo saluda cuando entra a la casa, imaginándose por primera vez en mucho tiempo cómo habría sido ese fruto del amor que los unía.

Se encoge de hombros, si ha esperado nueve años a hacerlo, podrá esperar un poco más para ello.

Mientras tanto el corazón de Yoongi va a mil por hora debido a lo que ha corrido bajando las escaleras, a volver a mirar a Taehyung estando solos y a todos los sentimientos que supuestamente dejó ir en la terapia.

Su mano busca el colgante que siempre va escondido dentro de su ropa, ese que debería haberse quitado hace tanto tiempo y que es incapaz de hacerlo, queriendo que no lo vea Taehyung ni por un momento.

Un pequeño latido cuando el móvil suena y en la pantalla aparece el nombre de la persona con la que se va a casar, aunque no hubiese sido él, el que habría elegido hace tiempo.

Dejando que la brisa le refresque un poco después de las emociones vividas, sonríe con amabilidad cuando su mejor amiga sale a hacerle compañía, posando la cabeza encima de su hombro, suspirando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dejando que la brisa le refresque un poco después de las emociones vividas, sonríe con amabilidad cuando su mejor amiga sale a hacerle compañía, posando la cabeza encima de su hombro, suspirando.

Miles de pensamientos se pasan por la cabeza de Yoongi, debatiendo internamente si decirle a Siyeon o no que Taehyung ahora vive en la puerta de enfrente.

- ¿Qué te ocurre? — pregunta la castaña, conociéndolo mejor que nadie — hace un par de semanas que estás alterado y no tengo ni idea de por que es — sé que te pones regular por esta época, si quieres me puedes decir lo que sea.

- A lo mejor te resulta rara esta pregunta — la castaña se separa, mirándolo con atención — pero ¿Estás segura de que nunca viste a Taehyung en Daegu antes de venirte?

Siyeon frunce el ceño, sin tener claro por qué pregunta eso, asustándose porque hacía demasiado tiempo que no salía el nombre de ese muchacho a relucir, sintiendo que algo muy malo va a pasar dentro de poco.

- No entiendo a qué viene esa pregunta — dice, algo molesta — ¿Crees que no te lo habría dicho? Nunca quise que estuvieses con él, pero no sería así.

El pálido la mira, sintiendo que algo no va bien, pero descartando rápidamente el pensamiento de que su amiga está ocultando cosas, que algo no cuadra de todo esto o Taehyung no le habría dicho que le debe explicaciones.

- Tienes razón, son solo tonterías mías — dice sonriente, apretándole una mejilla — jamás me habrías dejado sin la oportunidad de saber qué le ocurrió.

El sentimiento de molestar crece a momentos demasiado rápidos en el interior de la castaña, que observa en silencio cómo su mejor amigo se gira y sigue mirando a la nada, deseando no volver a ver nunca más a Taehyung.

Sin embargo, él, tiene muchas ganas de encontrarse con ella.

Converse high ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora