Converse high ❣ TaeGi

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- Yoongi, yo tambi—

- Eso me hubiese gustado decirte, cuando lo sentía y me daba miedo decirlo en voz alta — suspira, sintiéndose extraño por hablarlo con él — disfracé el amor por odio para poder decirlo una y otra vez sin que te enterases, siempre fuiste un poco despistado para ese tipo de cosas.

El pelinegro baja la mirada para sonreír un poco perdido en sus recuerdos, ignorando deliberadamente la cara de decepción que pone Taehyung después de esas palabras.

- Estuve preparado para decírtelo, es más, iba a hacerlo por primera vez el día que cortamos debido a ese malentendido de mierda — prosigue, jugueteando con sus dedos — después de ello, hubo muchas más ocasiones en las que quise gritártelo, como cuando fuimos a la ecografía o estuvimos bajo las estrellas en aquella ocasión, pero solo pude alcanzar a decírtelo cuando no me escuchabas.

- ¿Lo dijiste? ¿Cuándo? — pregunta, ansioso y enfadado por no haberlo escuchado en su momento.

- Acabábamos de hacer el amor, ya éramos pareja otra vez y el solecito venía en camino — sus ojos pican, por ello se obliga a parpadear rápidamente — y estábamos en la cama, dormías tan tranquilo y pacífico, que pensé que era un buen momento para confesarte lo muy enamorado de ti que estaba.

- Yo también lo estaba Yoongi — le dice, consiguiendo que suba los ojos para mirarlo — era insoportable amarte tanto, de verdad lo era para mí y el hecho de que todo estuviese en nuestra contra lo hacía más complicado.

- No era nuestro tiempo ¿Eh? — sonríe, en un gesto que arrastra tanta tristeza y nostalgia.

- La época de nuestro bebé, fue la más feliz de mi vida, cada día era algo especial y mágico ¿Verdad? — el pelinegro asiente; Taehyung se deja llevar y pone las manos encima de las suyas, ambos estremeciéndose por el toque — los siguientes años fueron muy difíciles para mí, jamás pudimos despedirnos ni cortar debidamente, debimos haber hablado e intentar arreglarlo.

- Mirándolo con perspectiva ahora, fue lo mejor que nos pudo pasar — le dice, sorprendiéndole — necesitábamos alejarnos, crecer, conocer a otras personas, poder seguir adelante e intentar ser felices sin tenernos por ahí merodeando todo el rato, porque Taehyungie, yo jamás habría mirado a nadie más si no te hubieses ido de delante de mis ojos, era todo lo que podía ver.

La expareja se mira a los ojos, en un silencio incómodo debido a todas las cosas que se están diciendo ahora, sin saber cómo seguir.

- Lo siento Yoonie — susurra, sintiendo las ganas de llorar más fuertes — os abandoné cuando prometí que no lo haría, no me quiero ni imaginar cómo debiste sentirte cuando nuestro bebé ya no estaba al igual que yo, cuan solo te encontraste — el pelinegro desvía la mirada, ignorando el par de lágrimas que se deslizan de sus ojos — pero no pude dejar de pensar en vosotros ni un segundo, erais todo lo que me importaba y amaba, quiero que tengas eso claro.

- Creo que yo también debería ser perdonado, no me porté correctamente — prosigue, con dificultad — decidí irme rápido en vez de esperar a que vinieses a buscarme porque ¿Sabes? Sabía que lo harías — el castaño asiente, siendo así cómo pasó — siempre me has dicho que darías con la manera de encontrarme.

Una de las manos de Taehyung le gira el rostro, haciendo que le mire de nuevo.

- Has vuelto a mí, tal vez es el destino ¿No? — pregunta, sin evitar subir la mano a su mejilla, acariciándola.

- Con la diferencia de que voy a casarme y amo a mi novio, Taetae — responde, aunque su gesto es apoyarse contra la mano del contrario — nuestro tiempo pasó y las cosas ya no son iguales, siempre serás mi primer amor, pero no implica que también seas el único.

- ¿Eres feliz con Jimin de verdad? — pregunta a la vez que entrelaza la mano que tiene con la suya, sintiéndose poderoso.

- Lo soy — responde, sonriendo con tristeza — él es todo lo que siempre deseé; es amable, cálido, encantador y está pensando en mi felicidad y comodidad todo el tiempo, además que me ama con todos mis defectos y mis heridas, que no son pocas.

- Yo también, Yoongi.

El pelinegro le mira en silencio, dándose cuenta de lo tarde que es para todo eso y, que, aun así, está todo lleno de Taehyung en esos momentos, sus manos tocándole y sus ojos enfocándole, más adultos, pero siendo ellos dos siempre.

- Sé que me amabas así — asiente, apretando la mano entrelaza con la suya — lo peor es que jamás lo dudé, pero creo Taehyung que lo nuestro nunca tuvo futuro y no lo va a tener nunca, aunque me duela con toda mi vida haber llegado a ese punto, es lo que he decidido para poder ser feliz.

- ¿Y por qué no te quitas el colgante? — pregunta, bajando la mano de su rostro — yo tengo el gatito negro que le compramos al solecito, ¿Recuerdas ese día?

- No me quito el colgante, o no me lo quitaba porque era lo único que me recordaba a ti, lo único que me dejaba estar cerca de ti cuando no estabas, pero ahora sí y podemos empezar de cero, podemos tener una relación que nunca tuvimos, Taehyungie — le dice, con toda la convicción posible.

- ¿Qué relación, Yoon? — pregunta, aun sabiendo a que se refiere.

- Podemos ser amigos, siempre nos llevamos muy bien para todo — expone, aun sabiendo que su interior está roto — eventualmente tú encontrarás una pareja y yo me caso con Jimin en unos meses, intentemos tener la relación sana que nunca quisimos tener, Taehyungie.