No se dan ni cuenta de cuando se ha marchado el jugador del otro equipo, pues la prioridad de Taehyung ahora mismo es tranquilizar al pelinegro, que con razón, está temblando y bastante asustado.
— ¿Qué te ha hecho? — pregunta con calma, separándose para agarrarle el rostro y retirar las lágrimas con los pulgares.
— En realidad, no me ha tocado ni nada — solloza, tranquilizándose poco a poco — pero siempre es la misma historia, una y otra vez, siempre pensando que pueden acostarse conmigo solo porque tengo vagina, y no, yo me acuesto con gente porque así me apetece, no por ello hay que dar por supuesto que estoy disponible para todo el mundo.
— ¿Le has pegado por eso? — sonríe, llevándose una mala mirada del pelinegro — porque has hecho muy bien.
— No solo por eso, antes de que entrases ha intentado ponerme la mano en la cintura y le he pegado en prevención, a mí no me toca nadie sin que yo lo permita — bufa, haciendo reír un poco a Taehyung.
Entonces el castaño le suelta el rostro, ambos quedándose en silencio al recordar a la vez que llevan unos días enfadados, todo por lo ocurrido en la fiesta; se miran a los ojos, sin querer hablar de ello, pues no tienen claro a estas alturas quién lo hizo peor de ambos, acercándose poco a poco sin poder ni querer evitarlo.
Conforme el suave roce se siente, ambos son conscientes de cuántos días llevaban sin probarse, de que les ha parecido una eternidad el hacer algo que tienen más que costumbre, llevándolos a sacar ese orgullo innecesario.
— No repitas con la persona del otro día, llevas todos estos con un carácter de mierda — escupe Yoongi, sonriendo de lado.
— Ni tú tampoco, la muchacha esa con la que follaste no sabe hacerte gritar como un desesperado, se te nota en la cara — responde Taehyung, separándose — y también se te nota que estás deseando de una buena follada.
— ¿Ah sí? Eres tú muy inteligente ¿No? — el pelinegro le agarra de la camisa, pegándolo a su cuerpo — te desnudaría y comería la polla si no llevases esas converse de mierda que han sido creadas para joderme la vida.
— Ponte contra la pared que te van a escuchar en el otro pabellón — ronronea Taehyung, llevando ambas manos al trasero.
Pero antes de que la pareja calenturienta vuelva a convertir sus verdaderos sentimientos y pensamientos en un rápido polvo en mitad del instituto, la amiga del pálido, preocupada, hace lo que Taehyung le dijo y entra con un profesor, obligándolos a separarse y disimular en la medida de lo posible.
¿Siyeon se alegra? Ni un poco, porque los conoce a la perfección, pero su preocupación pasa a ser para Yoongi en cuanto se entera de la historia, abrazándolo con excesiva fuerza e ignorando nuevamente la cara de mierda que pone Taehyung cuando hace esas cosas o toca al pelinegro más de la cuenta.
— Si no necesitan nada más, me voy, es sábado por la tarde y no me apetece estar en un vestuario que huele a mierda — dice Taehyung, sin disimular su cabreo.
— Puedes irte a la puta, Kim — le despide Yoongi, enseñándole el dedo de en medio.
— Que te jodan, Min — se despide él, devolviéndole el gesto mientras se sale del vestuario, con pasividad.
Y una enorme, resplandeciente y casi cegadora sonrisa de encías rosadas y pequeños dientes deslumbra a Siyeon cuando le mira al rostro, descolocándola por completo.
— ¡Hemos ganado! — celebra, sonriendo y aplaudiendo — hoy lo vamos a celebrar y vamos a ir a mi casa a dormir juntitos, aprovechemos que vivo solo para algo — la rubia suspira, asintiendo — prometo que hoy nada de ligar, solo tu y yo, mi reina.
— ¿Ya has hecho las paces con Taehyung? — pregunta, entrelazando las manos con él y saliendo después de coger sus cosas.
— ¿Las paces? — repite, con ironía — ese cabrón y yo siempre nos vamos a odiar, nunca haremos las paces ni nos llevaremos bien — Yoongi sonríe de lado, viéndole a lo lejos, hablando con un alumno — es imposible que nosotros podamos dejar de odiarnos alguna vez en nuestra vida.
Y ella es nuevamente testigo del poder que encierran las miradas que se dedican ambos al verse, en el fondo, alegrándose de que hayan hecho las paces.
Se huele en el ambiente, es la época favorita de muchos alumnos, aunque también es en la que más compiten dos personas y la que más odia Siyeon.
La adrenalina recorre las venas de Yoongi, que ve a los alumnos decorarlo todo y estar ansiosos porque ese día en el que se permite ser romántico de forma anónima o no, es el día en el que se demuestra quién es más solicitado de los dos.
Al fondo del pasillo, su mayor y más atractivo enemigo le sonríe socarronamente, dándole ganas de reventarle la cabeza por esos aires de superioridad con los que le mira, y ambos se acercan, haciendo que los que están en el pasillo se echen hacia la pared solo del poder que derrochan, sintiéndose abrumados.
— El año pasado perdiste, no sé a qué viene esa cara — dice Yoongi, levantando el mentón — 49 chocolates frente a 47, eres un loser.
— Ya lo veremos, este año con mi cargo de presidente he subido muchas categorías y muy bastante más amable que tú — le reprocha, señalándole con el dedo de forma acusadora — voy a ganar.
— No lo vas a hacer — gruñe, pegándose a él.
Los alumnos ven cómo ambos derrochan tensión sexual a raudales, como siempre pareciendo que están a segundos de comerse la boca allí mismo, cuando el rostro del presidente se desencaja, echándose un paso hacia atrás al ver cómo los brazos de Siyeon rodean la cintura de Yoongi y sus ojos le enfocan, dedicándole una mala mirada.
— Piérdete, perdedor — canturrea el pelinegro, ignorando que la cara de Taehyung es debido al gesto de Siyeon.
Con un bufido, el castaño se da la vuelta, marchándose a sus quehaceres y deseoso por ver quién gana este año.
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Converse high ❣ TaeGi
Fanfiction⌜Las Converse matan tus encantos, ¿no lo sabías? Da igual, cuando quedes conmigo no lleves Converse Es muy difícil hacer que te las quites⌟ ⇝ Taehyung top ⇝ Yoongi bottom