TO HEART | © FELIX

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tragué saliva mientras lo miraba avergonzada, bajé del ascensor siendo rodeada por un grupo de chicos.

─¿que haces aquí yeonjun?─susurré con la voz quebrada

─eso no respondé mi pregunta.─murmuró molesto acercándose a mi rostro, secando mis lagrimas mirando a su alrededor, como si buscara a un culpable─ ¿por qué estás llorando?

─no es nada... solo... ya me iba a casa.─sus amigos hicieron una mueca y se acercaron a mi, como si estuvieran tan preocupados por mi que yeonjun.

─¿en que te vas?─susurró el dulcemente, abrazándome contra su pecho─ es muy tarde, ahreum.

mi teléfono sonaba dentro de mi bolso, yeonjun me miraba aún preocupado buscando mi mirada. yo terminé de suspirar mientras miraba mi teléfono con vergüenza.

─voy a llamar un taxi...─murmuré apagando la pantalla cuando vi el nombre de felix en la pantalla─ nos vemos.

─¿te peleaste con tus amigos?─preguntó aferrándome del brazo, yo lo miré pidiéndole con los ojos que me deje y el insistió con la mirada. terminé por asentir levemente─ déjame llevarte a casa...

─no quiero arruinar su diversión, jun.─susurré quitando su mano de mi brazo y el bufó dándose la vuelta.

─¿les molesta que lleve a remi a su casa?─preguntó cansado y el más alto de ellos sonrió amablemente

─claro que no, podemos ir todos juntos a otro lado. ¿uhm? ¿te gusta el helado ahreum?─me preguntó el sonriendo, sus hoyuelos se pronunciaron... los amigos de yeonjun eran lindos.

─me gusta el helado.─asentí con la cabeza algo tímida, bueno no era tan buena como pensaba coqueteando... no luego de llorar al menos.

─oh, compremosle un helado, entonces...─se rió otro de los amigos de yeonjun estirando su mano hasta mí─ hueningkai... un gusto.

─shin ahreum...─hablé tomando su mano, esté termino por llevar mi mano a sus labios y sonriendo luego de besarla, yeonjun le dio un golpe alejándolo de mi quien permanecía mirándolos sorprendida.

─ahreum, tu nombre esta muy bien puesto...─su otro amigo se rió acomodando su cabello─ soy taehyun, este es soobin.

─un gusto...─susurré y yeonjun rodó los ojos abrazándome por la cintura y alejándome de ellos.

─no los escuches, solo quieren coquetear sin sentido.─murmuró molesto, obligandome a mirarlo, yo me quise reír─ no saben que solo tienes ojos para mi...

─no voy a besarte.─repetí lo de nuestra cita y sus amigos se rieron mientras yo cubria sus labios, a centímetros de los mios, con mi mano.─ gracias por la invitación pero estoy bien, es tarde y quiero irme a casa...

─escucharon.─habló yeonjun quitando mi mano de sus labios mientras con algo de esfuerzo me sostenia en sus brazos, haciendo que deje de tocar el suelo, sacándome un ruido de sorpresa─ ustedes vayan a cantar karaoke, yo me llevo mi chica a casa.

─¿ahreum?─la voz de felix me sorprendió tanto que golpeé a yeonjun y el me soltó algo confundido, yo tuve que darme la vuelta al encontrar a mi amigo mirándome como si estuviera loca.─ pensé que te ibas... en taxi...

─¿eh?─yeonjun me volvió a abrazar, alejándome de mi amigo, como lo hizo con los suyos─ nos vamos juntos, justo ahora...

felix apretó sus ojos con molestia, mirándome molesto, enojado y traicionado. pero era una pelea ya perdida, creo que por dentro lo sabía.

─jun me llevara a casa, no te preocupes lix.─murmuré quitando las manos del chico de pelo castaño que me sostenía como si fuera a salir corriendo.─ vuelve, de seguro te estan esperando arriba...

─se vieron el viernes, se vieron hoy...─murmuró molesto, mirándome como si necesitase explicaciones─ es extraño que sepa dónde estás siempre.

─hey, lee.─yeonjun lo miró como si estuviera cansado, sosteniendo su pecho para que deje de acercarse a mí yo lo miré al morocho enojada.─ es suficiente, la llevaré a casa. deja la escena de celos, si no te gustaba podrías haberla llevado tu mismo...

─ya, olvídalo felix.─le dije tirando a yeonjun conmigo─ me llevara a casa, es menos peligroso que un taxi. ¿bien? enviaré un mensaje cuando llegué, ve a divertirte.

─ahreum, si te vas con él...─su voz sonaba más molesta y fria que nunca, yo volteé a mirarlo con el ceño fruncido, completamente ofendida.

─¡¿que está mal contigo?!─me reí mirándolo enojada, su rostro parecía haberse dado cuenta que la había cagado. se habia arrepentido de su amenaza en seguida─ cierra la boca felix, esto no es divertido.

tiré a yeonjun mientras el me guiaba hasta su auto, estaba tan molesta con mi amigo. ¿por qué pensaba que tenía derecho a amenazarme por una estupidez? no me interesaba en absoluto lo molesto que estubiese... yo jamás arruine sus citas, no interrumpía y no me importaba tanto su “relación” con ahn yujin. esto era lo más increíble que había hecho felix durante tantos años de amistad.

─¿estas bien?─preguntó yeonjun arrancando su auto, mirándome de reojo.

─¡no!─me quejé mirando al frente, apreté los puños sobre mi regazo─ ¡¿quien se cree?! ¡no es mi maldito novio! ¡y ni aunque lo fuera!

─hey, solo...─yeonjun suspiro mientras pasaba su mano sobre las mías─ está enojado que le quiten su juguete favorito...

─¡no soy un juguete yeonjun!─chillé enojada, quitando su mano, ya estaba agotada─ felix es mi amigo y nunca en la vida habia actuado así.

─¿por qué llorabas hoy, ahreum?─preguntó mirándome fugazmente, yo pasé una mano por mi cabello de forma ofuscada.

─yo...─mis palabras se atoraron en mi garganta y solo sentía ese nudo molesto que me hacía lagrimear los ojos─ yo estoy enamorada de él...

mis lágrimas salieron de nuevo, sintiéndome estúpida y culpable de todo. si yo no hubiera empezado a verlo de manera extraña, esto ni siquiera estaría pasando.

yeonjun no hablo, lo supe una vez el auto frenó y estábamos frente a mi casa. yo seguía llorando como una tonta y yeonjun me envolvió con sus brazos sin pensarlo dos veces. estaba agradecida con él, hubiera deseado estar enamorada de él con todas mis fuerzas.

─felix te ama, ahreum.─me dijo y yo negué con la cabeza, el suspiró profundamente─ el te ama demasiado... yo lo sé...

─no de esa manera.─susurré sin poder parar de llorar─ no es igual...

─¿por qué no se lo dices? ─preguntó, parecía una pregunta inocente, pero yo me tuve que alejar secando mis lágrimas y mirando a la nada un buen rato.

finalmente me fuí a dormir y una vez dentro de mi cama, ya sin maquillaje y con mi pijama, miré al techo con la pregunta aún rondando en mi cabeza. enredaba la pregunta con vueltas y vueltas, miles de posibilidades, como solía jugar con mi cabello. cubrí mi rostro con mi brazo cuando pude ver al sol aparecer en el horizonte reflejado en mi ventana, escondido detrás de la cortina.

─¿por qué no se lo digo?