☄CAPÍTULO 15☄

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—Amigo pintor, ahora si. ¡Llévame contigo!

La rubia tragó saliva mientras miraba la larga lista de invitados que Martín le envió en un mensaje. Un sudor frío amenazaba con salirle al exterior.

—Martín no me puede hacer esto!!! Es completamente IM-PO-SI-BLE organizar semejante evento en tres días!!!—Resopló y regresó la mirada a Rebeca quien trataba de convencerla de que todo sería fácil.

—¡Ay Fedora!, ni que fuera la primera vez que haces este tipo de evento—exclamó entre rizas, la rubia puso los ojos en blanco.

—Es que son demasiadas cosas, tres días no son suficientes—suspiró frustrada.

—Yo lo que creo es que te quieres lucir de más en la bienvenida que tu amigo Martín le quiere organizar a tu ex—recalcó Rebe.

—Ay por favor, ese gusano de Orlando no merece ni el más mínimo de mi esfuerzo, pero si me encantaría restregarle en su cara mi éxito ya que a él nunca le gustó la idea de que trabajara, me quería tener de esclava en la casa, así como hizo quien ya sabemos contigo Alicia—terminó la rubia señalando a su amiga, la cual había estado mirando al vacío y entonces volvió de pronto, notando que le hablaban.

Tomó aire.

—Escucha, Fedora—empezó a decir mientras sus amigas la observaban con cierta preocupación como si estuviera a punto de decir algo que no les gustaría—Aquella noche, en la fiesta, luego de que se fueran todos Sergio habló conmigo. Se disculpó por todo y me juró que nunca más me engañaría, me dijo que había terminado su aventura con Julieta e incluso la echó de la agencia.

—¿Y le creíste?...¿Alicia no me digas que piensas darle otra oportunidad?—preguntó la rubia removiéndose sobre el asiento.

Alicia no respondió así que Rebeca interfirió.

—Quizás es lo mejor, Fedora, al fin y al cabo son años de matrimonio...

—Esto es increíble, increíble—continuó Fedora igual de apresurada al hablar.

—Fedora—habló Alicia por fin evadiendo el tema—Sobre el evento, me gustaría que contrataras a Gonzalo, él es buenísimo para la cocina y te puede ser de gran ayuda, además, sería muy bueno para él y más después de haber dejado la agencia.

La rubia quedó aturdida e hizo un silencio como si se tratara de algo descabellado aunque quizás, solo quería creer que lo era.

—¡Me parece una gran idea!—exclamó Rebe—ese muchacho hace magia en la cocina y ya sería una preocupación menos para ti.

—Creo que sería todo lo contrario—susurró Fedora.

—¿Qué dijiste?—preguntó Alicia sin entender.

—Nada, es solo que no creo que él pueda, digo, son muchos invitados y es muy poco tiempo...

—Hablaré con él—interrumpió Alicia—Ahora mismo lo llamaré.

—Alicia, espera—la detuvo—No creo que sea una buena idea, quizás lo mejor sería que hable con Martín y le diga que no puedo hacerlo y listo—añadió Fedora con cierta inquietud.

Rebeca y Alicia cruzaron miradas por un momento como si no pudieran creer lo que recientemente escucharon.

—¿Acaso eres Fedora?—cuestionó Alicia sonriendo—Amiga, cree en ti misma, lo harás genial, yo hablaré con Gonzalo y estoy segura de que no dudará en ayudarte ¿ok?—Alicia posó sus manos sobre el hombro de Fedora en forma de convencimiento más no lo logró pero la rubia suspiró y asintió a los intentos —fallidos—de sus amigas para tranquilizarla.

A través del Tiempo, porque hay amores que no caben en una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora