4.Celo

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Después de hablar con Mancha y participar de una caza que guió otro de los lobos todos se fueron a dormir, y al día siguiente al despertarse Sol sintió en el aire un olor que no le gustaba pero que de cierta forma de le hacía familiar.

-Ay no...- Dijo para si misma
Y es que resulta que había iniciado la temporada de celo, en la cual los omegas entran en celo y las parejas se vuelven más acarameladas, normalmente después de esta época es cuando nacen nuevos cachorros, el problema es que a Sol esto le incomodaba mucho, no le gustaba nada, así que cada vez que pasaba le dejaban irse al bosque ella sola y volvía cuando la temporada acababa, y eso es lo que hizo hoy, antes de irse vió muchas parejas juntas pasando el día, hablando, básicamente todos estaban atontados por las feromonas de los omegas.

Sol se metió al bosque para huir de tantas tonterías, ella también era omega y sabía cómo se sentían los otros pero como no tenía pareja nunca se atontaba tanto y le incomodaba que el resto si. Se fue al oasis con la intención de quedarse allí unos días.

-Eris- La llamo -Eeeeeriiis-

-Que quieres- Respondio ella saliendo de entre los árboles.

-Me voy a quedar aquí unos días-

-¿Que?¿Por qué?-

-Porque en mi manada ha empezado la época de celo y no quiero estar alli- Respondió ella apenada.

-Ah entiendo,¿Entonces tú no tienes el celo como los otros omegas?-

-Si pero a diferencia de ellos yo sé controlarme-

-Está bien porque al ser yo un alfa podrías tener problemas.-

-Lo sé pero tranquila yo me controlo y no pasa nada- Respondió tranquila.

-Vale porque no pienso lidiar contigo-

-Que amable- Respondió Sol sarcástica

El resto del día fue tranquilo, hablaron y pasaron el rato casi todo el tiempo hablando de la manada de Sol pero al rato Eris se fue a dar un largo paseo y tardó varias horas así que como Sol se aburría decidió bañarse en el lago y cazar algún conejo.

Por la noche Eris regresó, tenía un aire cansado y quizá...decepcionado? Sol no entendió por qué pero no le pareció tan raro después de ver cómo solía actuar la loba negra.

-Al fin vuelves- Comentó Sol.

-Aja-

-¿Que hacías?¿Por qué te has ido tanto rato?- Preguntó curiosa.

-Que más da- Respondió algo molesta.

-Está bien-

-Ya es tarde, me iré a dormir- Dijo empezando a meterse en la pequeña cueva en la que habitaba.

-Yo también-
Se pasaron un rato en silencio, allí tumbadas, Sol estaba pensando en algunas cosas y no era capaz de dormirse pero eso no lo notó Eris, quién al pensar que su compañera estaba dormida salió de la pequeña cueva y se sentó a mirar el cielo, estaba bonito, con muchas estrellas y la luna se veía a la mitad. Se sentía un aura triste alrededor de la alfa, así que Sol salió y se sentó a su lado diciendo:

-¿Me vas a decir por qué estás siempre triste?-

-Es una larga historia-

-¿Y si me la resumes?-

Eris solo suspiro y luego dijo:-Es que...bueno resumiendo...digamos que me siento sola, eres la única criatura con la que he hablado en años.- Dijo mientras seguía mirando al cielo, eso pilló a Sol por sorpresa, la pelinegra había pasado de ser una borde que no quería hablar a decirle que se sentía sola.

El último lobo negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora