13.Nuevo comienzo

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Eris y Sol emprendieron su camino, viajaron durante días buscando un territorio bueno donde quedarse, cruzaron cordilleras, pasaron ríos, caminaron entre praderas, y un día, encontraron un terreno que parecía ser perfecto: Tenía un río caudaloso donde beber agua dulce, tenía un bosque basto con muchas presas y no había rastro de otros lobos por allí, así que decidieron asentarse en ese lugar.

-Vaya esto es bonito.- Opinó Eris.

-Si, hay todo lo que uno necesita para vivir.-

-Si te parece bien voy a marcar el terreno y poner las fronteras.- Pidió la de pelaje negro.

-Claro, yo mientras voy a cazar algo para que comamos.-

Se separaron para hacer sus correspondientes tareas, por la noche ambas habían acabado y se reunieron en un claro del bosque.

-Esto está muy bueno, gracias por cazarlo.- Le agradeció Eris a la omega con una sonrisa, y ella en respuesta le dijo que no era nada, tendrían que trabajar juntas para sobrevivir en mitad de la nada.

Pasaron algunos días en tranquilidad, en esa zona su antigua manada nunca las encontraría, no parecía haber humanos cerca y además tampoco había un rastro cercano de otros lobos, era un lugar muy tranquilo y con comida y agua en abundancia, un lugar perfecto para vivir, los únicos "rivales" que tenían en aquel lugar eran algunos zorros o coyotes, y esos no eran una amenaza más allá de que le quitarán un poco de comida.

Eris y Sol, como tantas veces, estaban hablando en medio de la noche, sobre cosas cotidianas:

-¿Cómo te sientes en este lugar?- Preguntó Eris.

-Me siento bien, esto es muy tranquilo y es genial,¿Y tú?- Devolvió la pregunta Sol.

-Pues me siento súper bien, este es básicamente el objetivo de un alfa en su vida, tener su propio territorio, si quiere crear una manada, aunque tendría que buscar algún omega, proveer comida a su familia... Esas cosas, y me gusta que parece que no hay humanos por aquí.- Opinó.

-Oh...¿Planeas crear tu manada?¿Después de lo que pasó?- Preguntó Sol recordando como los otros lobos de su manada insultaban a Eris.

-Nah no quiero una manada, quiero una familia, eso sería mucho mejor, pero todavía no tengo una pareja y aquí no hay lobos hasta unos kilómetros más para allá, además aún soy muy joven así que no tengo mucha prisa.-

-Asi que una familia... A mí también me gustaría pero estoy en la misma situación que tú la verdad, por el momento solo voy a disfrutar de la tranquilidad de este lugar, además quiero elegir bien a mí pareja, soy un poco selectiva ya sabes.-

-Si, te conozco.- Respondió Eris con una mirada de seguridad.

Ya como era tarde se fueron a dormir, estaban cansadas después de caminar tanto y trabajar en su territorio para poner las fronteras y esas cosas, a la mañana siguiente Sol notó que Eris estaba rara, y ponía caras extrañas, es como si estuviera masticando una mofeta.

-¿Estás bien?- Dijo Sol a su amiga.

-Si... Es solo que... Eh bueno, cosas de alfas.- Se excusó ella.

-Explicame.- Pidió la omega, no entendía que pasaba.

-A ver cómo te lo explico para que lo entiendas, es difícil de explicar si no eres una alfa... Verás,¿Recuerdas que vosotros los omegas a veces entráis en celo?-

-Ajá.- Asintió Sol.

-Pues a nosotros los alfas nos pasa algo parecido, es como si nuestro olfato de mejorara para notar el olor de omegas y cuando los encontramos y son más o menos los indicados, bueno, tenemos ganas de pasar todo el tiempo con ese omega, y llevo todo el día oliendo omegas a kilómetros, y también a ti que estás aquí.- Le explicó Eris, para después decir:

-Aunque lo malo es que no podemos controlar que olemos y es un poco molesto oler a todos los omegas en varios km a la redonda.- Añadió la de ojos rojos.

-Vaya... Nunca me habían explicado eso.- Admitió la menor.

Esa noche había Luna llena, y pasaron el día hablando y diciendo por que iban a pedir o dar gracias esa noche cuando saliera la Luna, luego por la tarde se bañaron en el río y jugaron con el agua unas horas, comieron un pequeño ciervo y se sentaron en una roca alta esperando a que la luna estuviera alta.

-Yo voy a velar para que el alma de Mancha esté allí, ya pasó tiempo pero la sigo recordando.- Dijo Sol.

-Yo voy a gracias por este terreno y voy a pedir una cosa.-

-¿Qué pedirás?- Quiso saber la omega.

-Secreto.- A Eris le gustaba hacerse la interesante.

-Vale, venga la Luna ya está allí, aullamos a la vez: 1...2...¡3!- Contó Sol.

Y así acabó su primera semana en aquel lugar, con una hermosa noche con estrellas y 2 aullidos a la luna, fue una bonita semana, estaban muy tranquilas sin nadie que las molestará, pensaron que Rotarescu, esa loba que le faltaba un tornillo, no volvería a verlas jamás, pensaron que todo había acabado, no sabían que pronto vendrían algunas cosas buenas, muy buenas, solo disfrutaban de la tranquilidad de ese bosque y la compañía de la otra.

Todo estaba saliendo a pedir de boca, resumiendo, tenían un territorio genial, tenían su compañía, lo cual era genial para las dos, ya que ninguna quería estar sola, les aterraba, y también había mucha comida por allí, todo era genial, pensaban que nada podría ser mejor, cuanto se equivocaban...

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Holaaaa mis queridos lectoresss, el capítulo de hoy fue algo más corto y quizá no fue muy interesante pero planeo cosas muy buenas para después, espero que os esté gustando, recomendad mi libro porfavor se agradecería mucho, me estoy esforzando, el siguiente cap lo subo en un rato o si no mañana, buen día hasta luegoooooo.
Vivan los lobos 🐺🤙🦌🥩

El último lobo negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora