3. Irresistible

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Empezó a pasar sus manos por el pecho desnudo de él, con caricias suaves, jugando a enredar sus dedos entre el vello de ese pecho ancho que ella tanto adoraba. Sus manos dieron paso a su boca y comenzó a regar pequeños besos hasta que llegó a un pezón, ahí abrió lentamente sus labios y lo mordió con suavidad entre sus dientes, ese fue el momento en el que César abrió sus ojos.

C: Victoria...

Ella rápidamente sin darle tiempo a reaccionar mas se subió a horcajadas de él y le sujetó las muñecas con sus manos.

V: Shhh...

Acercó su boca y tomó entre sus dientes el labio inferior masculino a la vez que movió sus caderas haciendo que ambos sexos se rozasen.

V: ¿Crees que hoy si puedas hacerme el amor?

Sin decir una palabra César se incorporó soltándose del agarre de sus muñecas, llevó sus manos directamente al trasero de ella y la apretó mas contra él haciéndola sentir bien toda su masculinidad.

Ambos soltaron un gemido e inmediatamente César se dirigió al cuello de la mujer comenzando a chupar, lamer y morder a su antojo. El cuello era el punto débil de Victoria así que se retorcía cual serpiente haciendo que sus sexos siguieran rozándose tortuosamente.

V: ¡Ahh! César, mi amor. Te extrañé, nadie me hace sentir como tú.

Las manos de César comenzaron a vagar por las caderas y la cintura de la morena, poco a poco fueron subiendo hasta encontrarse con los perfectos senos de ella. Eran perfectos porque tenían el tamaño ideal para el molde de las manos de César. Los estrujó y los acarició con ansias.

C: Mmm... Tal como los recordaba. Eres perfecta mi amor y me gustas, me gustas mucho.

Dicho esto sus manos dejaron paso a su boca que se apoderó de los pezones como si fuera la única fuente en medio de un desierto, chupaba y mordía loco de placer.

V: Mmm.. ¡Ahh! ¡César!

C: Estas deliciosa mi amor

Dejó su manjar para centrarse por finen los labios de su amada, los atacó poco a poco empezando por leves mordidas en el labio inferior para seguir con cortos besos pero llenos de pasión. Hasta que finalmente se unieron dando paso a sus lenguas. Aquello era una autentica batalla que los estaba dejando sin respiración.

V: ¡Por Dios! Siento que me voy avenir antes de empezar César, no me tortures mas. ¡Entra!

César llevo su mano a la entrada femenina para comprobar si estaba lista para recibirlo ¡Y vaya si lo estaba!

C: Estas muy mojada mi amor

Con su mano guio su miembro hasta la cueva de ella pero antes de entrar paseo su punta de arriba a abajo volviendo mas loca de placer a la morena.

V: ¡Mierda César! ¡Ahh!

Victoria incapaz de contenerse un segundo mas llevo su mano encima de la de él, sujetó firme el miembro masculino y se dejó caer lentamente sobre él.

V: ¡Aaay! ¡Si! ¡Por Dios! ¡Que delicia!

César no pudo evitar soltar una sonrisa picarona al ver la cara de placer de Victoria.

C: Te ves hermosa cuando estas tan excitada.

V: Cállate y bésame

César acató la orden y devoró los labios de la mujer mientras ella se adaptaba al tamaño de la masculinidad dentro de su mojada cueva. Soltó sus labios un momento para dirigirse a su oído y susurrar

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