Victoria le quitó el libro de las manos y se subió sobre él sentándose a horcajadas.
C: ¿Qué haces?
V: Yo también estoy desvelada.
Sin mas palabras se sacó el camisón quedando desnuda de cintura para arriba, solo unas pequeñas braguitas quedaban en su cuerpo.
César sonrió y le acarició los pechos con sus manos. Victoria movió ligeramente sus caderas rozando ambos sexos por encima de la ropa.
C: Mmm...
Las manos de César se fueron hacia la espalda de ella y la atrajo hacia si para alcanzar un seno con la boca. Repartió besos en ese lugar y succionó el pezón estirándolo con sus labios al separarse.
V: ¡Aahh!
C: Shhh... recuerda donde estamos amor.
V: Es que me vuelves...
César hizo los mismo con el otro seno.
V:... loca ¡Aahh!
Giró con ella en la cama y la dejó bajo su cuerpo, le sacó la braguitas mientras la miraba a la ojos con una sonrisa de lado en el rostro. Victoria rio y lo jalo de la nuca hasta alcanzar sus labios en un beso mordelón, acercó sus labios al oído masculino y susurró.
V: Dentro ahora.
Se deshizo rápidamente del bóxer y cumplió con su pedido, entró sin dudar hasta el fondo, atrapando los labios femeninos con los suyos para callar el grito de placer mezclado con dolor de Victoria. Empezó a moverse con fuerza, embestidas profundas, ella cerró los ojos y clavó sus uñas en la espalda, el placer era realmente insoportable, no podía recuperarse de una embestida cuando llegaba la siguiente.
V: No puedo... me vengo ya César.
Aumentó la velocidad de sus acometidas y la hizo explotar por primera vez en esa noche.
V: Mi amor... mi amor, te amo.
C: Yo te amo Victoria, eres la mujer de mi vida.
Esa noche experimento varios orgasmos hasta que finalmente ambos consiguieron liberarse juntos.
Fin del flashback.
C: Pues esta noche también me lo voy a cobrar.
La atrapó contra el mueble de la cocina y le acarició los muslos y las nalgas por encima del pantalón, mientras le besaba el cuello.
V: Con gusto mi amor.
Victoria correspondía a sus besos y su caricias, ese hombre realmente hacia lo que quería con ella y no le importaba que fuese la cocina, el salón o el baño, cada vez que las grandes manos de César le acariciaban el cuerpo se prendía el fuego.
C: Espera espera, primero quiero terminar la película.
V: Pues mantén tus manos quietas porque cada vez que me tocas me enciendo.
C: Mmm... hoy la noche promete.
Cuando la película terminó Victoria ya dormía recostada en el pecho de César.
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Nuestro presente
RomantizmEsta historia esta basada en la pareja tequila, quiero aclarar que es solamente ficción. He elegido estos dos personajes porque me encantan juntos. En esta historia son ellos mismos los personajes pero no tiene nada que ver con la realidad, cualquie...