Victoria había estado varios días de gira y esa noche llegaba a casa, no le había dicho a César porque quería sorprenderlo. Entró en la habitación y él ya dormía, boca abajo y como siempre en bóxer y sin taparse. Sonrió mientras dejaba la maleta en una esquina de la habitación. Se acercó a la cama y se subió por los pies, cuando estuvo encima de él comenzó a besarle la espalda, César se removió.
C: Mmm...
V: Hola mi amor
C: Victoria.
Abrió los ojos y giró sobre su cuerpo para quedar de frente a ella, él tumbado en la cama y ella encima apoyada en sus manos y rodillas sobre el colchón. Sonrió al mirarla a los ojos y después su mirada se fue a los labios, tan apetecibles como siempre. Sus ojos siguieron bajando hasta encontrarse con el escote de su blusa que por la posición de ella dejaba ver lo que había debajo.
V: ¿Te gusta lo que ves?
Los labios de César dibujaron una sonrisa torcida y la miró nuevamente a los ojos.
C: Sabes que sí.
Llevó sus manos allí y comenzó a sacar los primeros botones.
C: Dime que no estas cansada. (mientras terminaba con los botones)
Victoria se sentó sobre su miembro aún cubierto por el bóxer y descubrió que alguien estaba muy despierto ya.
V: Lo estoy pero...
Se quitó la blusa y las manos de César atacaron ahora el botón de su pantalón.
C: ¿Pero...?
V: Quiero hacer el amor con mi futuro esposo. (se mordió el labio y alzó sus cejas seductoramente)
César se incorporó y le devoró los labios con pasión, ella los abrió con gusto y dejo que la lengua masculina la invadiese por completo. Mientras tanto las manos de él se deshicieron del sostén y seguidamente su boca ya descansaba en aquellos dos montículos que le hacían perder la razón.
C: Cómo me gustan tus pechos mi amor, son bonitos, suaves y chiquitos. Perfectos.
Victoria sonrió con su comentario y le tomó el rostro con ambas manos para volver a comerle la boca con fiereza. Ambos cayeron sobre el colchón y él aprovechó para girar y dejarla bajo su cuerpo. Le fue bajando los pantalones y las braguitas de una vez mientras su boca recorría cada centímetro que iba quedando descubierto. Le mordió el muslo cerca de la ingle y ella soltó un gritito acompañado de una risa nerviosa.
V: César.
Poco tiempo mas hizo falta para que el cabecero golpease incesantemente contra la pared. Gracias que allí no había vecinos o despertarían a todo el edificio entre los golpes de la cama y los gemidos de ambos. Terminaron exhaustos, César cayó sobre ella totalmente agotado.
V: Me aplastas.
C: Perdón mi vida.
Se dejó caer a su lado en la cama y la abrazó contra su pecho.
C: Odio estar separado de ti pero adoro cuando nos reencontramos.
V: Un día vas a romper la cama.
C: ¡Ah! ¿Yo sólo?
V: Tu eras el que se movía.
C: ¿Y quien decía "así, así mi amor, mas duro, mas duro" ? (imitando su voz)
V: Baboso (se reía mientras le golpeaba el hombro)
Victoria se levantó aún desnuda y buscó en el armario su pijama, César no se perdió ni un movimiento de la morena mientras se vestía. Se acercó a la cama mientras sus ojos hacían contacto con los de él y César le abrió la cobija invitándola a entrar allí.
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Nuestro presente
RomansaEsta historia esta basada en la pareja tequila, quiero aclarar que es solamente ficción. He elegido estos dos personajes porque me encantan juntos. En esta historia son ellos mismos los personajes pero no tiene nada que ver con la realidad, cualquie...