24. Año nuevo

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Victoria sonrió mirándolo a los ojos y lo besó nuevamente, le mordisqueó el labio inferior y sin separarse susurró.

V: Hazme el amor.

Se acercó la cama con ella en brazos y la bajó al suelo despacio le quitó toda la ropa mientras besaba y acariciaba cada centímetro de su cuerpo. Ella no perdió detalle cuando César comenzó a quitarse la ropa, se mordía los labios con cada prenda que caía al suelo. La empujó suavemente hasta hacerla caer sobre la cama y él con ella, siguió regalándole besos y caricias por todo su cuerpo mientras ella con los ojos cerrados le acariciaba la nuca. Le abrió las piernas y se colocó en medio, palpó para sentir su humedad y después entró de un movimiento hasta el final.

V: ¡César!

Se quedó quieto, buscó su rostro y lo enmarcó con sus manos, le beso la frente, las mejillas, la nariz, le mordió la barbilla y finalmente se acercó a sus labios, la besó, se besaron y entre besos las embestidas comenzaron. 2,4,6,8,10 perdieron la cuenta del tiempo que estuvieron allí, amándose.


Fin del flashback



V: ¿César?

C: ¿Eh?

V: Que si todavía te escuece.

C: No no, esta mejor. Gracias mi amor. (acariciándole un muslo desnudo)

Victoria terminó de curarle y le colocó una pequeña venda alrededor de la mano para que no se tropezase con la herida.

V: Bueno, esto ya está.

Intentó apartarse pero unas manos la jalaron de la cintura y la hicieron sentarse a horcajadas sobre él

César en bóxer sentado en la tapa del retrete, Victoria con su blusa y únicamente unas braguitas sentada ahorcajadas sobre él. Los labios masculinos apoderándose del cuello de la morena.

V: Mi amor, me tengo que ir, voy allegar tarde.

C: ¿Me vas a dejar así? No te da pena de este pobre hombre que hoy tendrá que dormir solito.

Le hacia puchero mientras le sobaba sin ningún tipo de pudor las nalgas.

V: No puede ser, no puede ser que cada vez que me pones las manos encima me descontrolas.

C: ¿Entonces si? (mientras empezaba a deshacerse de los botones de la blusa)

V: Cómo te digo que no.

Cesar le dio un pequeño mordisco en el cuello. No hicieron falta muchos preliminares cuando su virilidad ya llenaba la cueva femenina por completo. Encima del retrete, abrazados con sus frentes pegadas dieron rienda suelta a su pasión una vez mas y es que era inevitable tenerse cerca y no desearse.


Apenas se había escuchado la última campanada y el celular de Victoria ya anunciaba un nuevo whatsapp, por el tono ya sabia de quien se trataba.


Conversación de Whatsapp.

César: Feliz año nuevo amor de mi vida. Prepárate para recibir el mejor año de nuestra vida porque una vez mas te digo que me quedaré a tu lado para siempre. Tú eres todos los motivos que necesito para ser feliz.

Nuestro presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora