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Al salir el sol, Sarah me despertó para revisar mi herida, además, había encontrado un botiquín de emergencia y, cambiaría las gasas y la venda que hace unas horas se habian mojado al saltar al agua.

No quería contraer una infección así que me senté y así ella pudo manejar con cuidado mi brazo.

Mi estómago gruñó del hambre, durante la noche me había olvidado, pero no sabía cuantas horas más podía soportar sin consumir algún alimento. Sarah se dio cuenta y dijo que debíamos aguantar, ya comería cuando lleguemos a casa.

Al pasar todas esas horas en el transporte el combustible estaba por acabarse, no teníamos de otra más que arribar en algún lugar cercano y por gracia de Dios, estábamos a unos metros de la costa de Charleston.

Observe alucinada el puente cuando pasamos por debajo, cada vez estábamos más cerca de llegar.

Sarah se quejaba un poco de su herida y me senté a su lado para que recargará su cabeza en mi hombro.

En cinco minutos ya estábamos bajando del bote, yo clavaba el ancla en la arena y mi hermano cargaba a su esposa para ayudarla a bajar sin tanto problema.

Tome un galón rojo en el que íbamos a comprar gasolina y John B tomó el otro. Estaban vacíos así que él los cargaría cuando estuvieran llenos.

No sabíamos como, pero debíamos conseguir ese líquido, un teléfono y algo de comer.

Caminamos entre algunas calles, de repente Sarah tomaba pausas para recuperarse y después seguir andando.

Fuimos hacia un restaurante y John pasó delante de nosotros para empujar a un mesero, llamar su atención y así nosotras poder tomar el pequeño fajo de dinero que había encima de la mesa.

Comenzaron a insultar y pedir una solución pero nosotros nos alejamos restandoles importancia, los perdimos en cuanto pudimos y celebramos que teníamos aquellos papelitos verdes.

Buscamos un lugar en donde comprar combustible y comida, John B y yo entramos para pagar los alimentos y el líquido, mientras la rubia se quedaba afuera llenando los galones rojos.

Abrí unas donas con cuidado de no dañar el código de barras y me deleite con su sabor, mi estómago comenzó a rugir más por saber que por fin tenía algo con que alimentarlo y fui con John para meter una pequeña dona en su boca.

Él había preparado unos Hot dogs para los tres, disfruto de lo que le di y fuimos a la caja a pagar. Salimos y habló con la boca llena provocando que le mirara mal.

Nuestra chica se estaba escondiendo y haciendo señas para que guardará silencio, señaló a nuestro lado y vimos caminando hacia nuestra dirección a la pareja a la que momentos antes le habíamos robado.

Estabamos bastante expuestos y fuimos vistos por ellos, rapidamente corrimos a cargar las cosas como pudimos y, el hombre nos grito y señaló, no teníamos que esperar más y comenzamos a huir de ahí.

- ¡Ladrones, vengan aquí!.- El tipo aceleró su paso y al tener piernas largas, estaba bastante cerca de nosotros.

Comenzamos a meternos entre algunas casas, corrimos intentando jalar a Sarah para que nos siguiera el paso, hacia todo lo posible para no quejarse pero sabía que eso le dolía.

Íbamos cruzando en la mitad de una calle cuando una camioneta casi nos atropella, por suerte solo caí al suelo y al ver que todavía estábamos en una persecución, me levante mientras ellos veían el vehículo que casi termina con nuestra vida.

- ¿Heyward?- Pregunto curioso JB. 

- Esa es su camioneta.- Aseguré cuando la observe por un segundo en lo que se alejaba.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2023 ⏰

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Love Is A B!tch (OBX y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora