Promesas de un amor de primavera.

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- Y, y..¡y! – Exclamaba Bokuto como una grabadora descompuesta. – Y

- ¡Usted puede, Bokuto – san! – Animó un pequeño chico de cabellos anaranjados. – ¿Necesita leer el guion una vez más?

- Hm… - Se quejó el mayor por lo bajo. - ¡A practicar, Hinata!

Con entusiasmo, los dos chicos leían nuevamente el diálogo como usualmente en sus ratos libres dentro del horario de danza. Era divertido ver como se complicaban y resolvían sus problemas ellos mismos sin tener algún antecedente en la actuación.

- Akaashe hace este acto realmente bien... – Decía Bokuto por lo bajo. – ¡No puedo arruinar su momento!

Y la realidad es que, aunque Bokuto no lo demostrara, tenía un miedo muy grande por no cumplir las expectativas que su nuevo equipo de actuación había puesto en él.

- ¿Cómo es Akaashi, Bokuto-san? – Preguntaba intrigado Shoyo, quien solo había admirado de lejos y escuchado muchos rumores sobre el chico. - ¡Me encantaría poder verlo actuar, incluso Nishinoya - san dice que es genial!

Koutaro soltó una risa escandalosa.

- ¡Vaya que lo es! – Exclamó en respuesta. – Te darán escalofríos con su voz, es increíble…

Shoyo formó una “o” con los labios. – Kenma me ha contado mucho sobre él y todos en la escuela lo conocen, quisiera llegar a tener su reputación aquí…

- Apuesto a que es el mejor de su arte, aparte, tiene la complexión de un bailarín y la cara sacada de una pintura, ¿no crees?

Hinata sonrió. - Le parece muy atractivo, ¿verdad?

Una risa traviesa salió de los labios del más alto. - ¿Qué no lo es?

Entre bromas, lecciones repentinas de vida y estiramientos ocasionales, el par de amigos salieron de su aula en el descanso, cada uno en busca de sus respectivas personas favoritas.

- Lo más importante es mantener buenas líneas con tu cuerpo, así dará el toque elegante y preparado de la… - Bokuto interrumpió su diálogo al ver una silueta conocida entre la gente. - ¿¡Konoha?!

El mencionado, que se encontraba tomando de un pequeño jugo, lo miró mientras saludaba con la mano libre. - ¡Hey, Bokuto!

El par de bailarines se acercaron al rubio.

- ¡Hinata-san! – Saludó al más pequeño. – Hace días no te veía, ¿y Kageyama?

Mientras aquellos dos entablaban una conversación sobre amigos en común, la mirada de Bokuto merodeaba los alrededores como un búho en busca de su presa.

- Oh, cierto. – Recordó Akinori. – Kei me dijo que te dijera que me dijo que… ¿Qué cosa me dijo?

La cara de Bokuto mostró una decisión evidente. – Entiendo, está practicando el solo y quería avisarme por si lo buscaba, quiere que le lleve una botella de agua y también su bufanda porque seguramente tiene frío.

El ceño de Konoha se relajó y el de Shoyo estaba muy intrigado.

- Justo eso, corre. – Indicó finalmente, sorprendiendo aún más a Shoyo.

- ¡¿También lee la mente?!

Akinori alzó los hombros mientras veía desaparecer la silueta del mayor entre la gente, con dirección hacía el auditorio. – Yukie dice que entre tontos nos entendemos, aunque pienso que es una cosa muy loca, ¿sabes?

La voz de sus dos amigos iba desapareciendo conforme Bokuto avanzaba hacia una máquina expendedora de bebidas, sabiendo de ante mano que Akaashi prefería el agua natural.

Mi gran amor está en el cielo. | (Bokuaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora